“La idea de casarme ya no me quita el sueño” – GENTE Online
 

“La idea de casarme ya no me quita el sueño”

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Sigmund Freud, creador del psicoanálisis, no tendría dudas en afirmar que Luciana Paula Aymar (31) tiene fuertes deseos insatisfechos. Su diagnóstico, basado en la sublimación como mecanismo de defensa del yo, sería algo así: “La mejor jugadora del Universo transforma una energía reprimida en algo productivo: el hockey”. Ella lo sabe: se analiza una vez por semana. “Hace tres años que voy al psicólogo. Si no fuera por él, no tendría los pies sobre la tierra”, asegura. Sus logros convencen a cualquier terapeuta: es la jugadora que más veces vistió la camiseta argentina (65 partidos), fue cinco veces elegida como la mejor del mundo, ganó un campeonato mundial, tres medallas olímpicas y tres Champions Trophy… El último lo consiguió el mes pasado. Con un tiro penal certero, definió la final contra la selección australiana. “Tengo el hockey en la sangre. Quiero estar siempre cerca de Las Leonas, pero todavía sigo en actividad”, advierte. En el diván también hace un análisis introspectivo sobre su pareja y sus inseguridades. Ahora dispara la primera definición de esta entrevista con GENTE: “Si hubiese nacido hombre, seguro era futbolista”.

–¿Sos de las mujeres que comentan los partidos?
–Obvio… A la Selección le falta alguien que desborde por la derecha, y otro que pueda romper la línea por el medio. Ahora que está el Diego lo que sobra es motivación. ¿Qué más se puede pedir que tener al mejor de la historia en el banco?

–¿Te gusta que jueguen los chiquitos arriba, o pondrías a una Sole García en el medio del área?
–Si tengo un delantero así, lo meto con los ojos cerrados. ¡Es una bestia! ¿Sabés lo bien que le vendría un nueve como Sole a la Selección? ¡Es la Batistuta del hockey!

–El eterno dualismo argentino: ¿Bilardo o Menotti?
–Me gustan detalles de los dos, pero me identifico más con el bilardismo. ¡Tiene las mejores anécdotas! Aunque en el último torneo hubiese preferido que ganara Huracán. Merecía salir campeón.

–En la concentración, los hombres juegan a la Play Station. ¿Qué hacen las mujeres?
–Somos totalmente diferentes. ¡Ojo! Ahora hay un encuentro de épocas en la selección. Las más chicas llevaron una Play, pero el resto seguimos con el mate y las películas.

–¿Nunca jugaste a la Play?
–Sí... Pasa que si juego me transformo: ¡soy una enfermita! Parezco tranquila, pero tengo mi lado oscuro: no sé perder.

–¿Sos de insultar adentro de la cancha?
–¡Uff, un montón! Una vez le tiré a un árbitro holandés: “Esto lo vamos a arreglar afuera”. ¡Las chicas no podían creer lo que escuchaban!

–¿Tenés ventaja por ser la mejor del mundo?
–Y… sí. Yo sé que puedo hablar durante todo el partido y que el réferi no me va a expulsar. Pero ser la mejor también tiene sus desventajas: me pegan mucho y a veces no se animan a cobrar. Ahí sí que puteo.

–¿Te gusta que te peguen?
–Odio que me corten el juego. Y hay veces que escucho al técnico rival: “¡Aymar! ¡Aymar!”. Esa es la orden de que me bajen. Se hace difícil.

–Cambiando de tema e independientemente de tu relación sentimental, ¿tenés la ilusión de casarte?
–Mmm… De joven me quería casar de blanco, por iglesia y todo eso. ¡Uh! Me maté solita. ¡De más joven quise decir! Antes me quería casar a los 25, pero ahora no sé. Si se da, bienvenido sea, pero la idea de casarme ya no me quita el sueño.

–Mirtha Legrand te acaba de preguntar si estás de novia, pero para variar le esquivaste la pregunta. Yo insisto.
–¡Ja! Estoy saliendo con alguien desde hace cuatro meses, pero no pienso decir su nombre. Igual, no es una persona del ambiente. Nos conocimos porque tenemos amigas en común.

–La mejor jugadora del mundo debe tener muchas presiones. ¿Cómo hacés para no proyectarlas en tu pareja?
–No es nada fácil estar conmigo. Hay muchas veces que traslado mis estados de ánimo deportivos a toda mi vida. Además, soy demasiado exigente, y si bien soy tranquila, cuando exploto no me importa nada… como en la cancha. Mezclo todo.

–¿Te seduce la televisión?
–Seguro. Me siento muy cómoda. Me divierto mucho en el programa Fox 360, que sale los viernes por la pantalla de Fox Sports. Igual, cuando se encienden la cámaras, por más experiencia que tengas, te tiembla todo… No hay seguridad que valga.

–¿Sos muy insegura fuera del hockey?
–Lo estoy hablando con mi terapeuta. A veces soy insegura con la pareja. Siempre pienso: “La p… madre, si yo soy tan segura y tan madura para algunas cosas, ¿por qué no puedo con esto?”. A lo que mi psicólogo responde: “Maduraste tanto en algunos aspectos que descuidás otros”. ¡Prioridades!

–La pregunta del millón: ¿cuándo te retirás?
–Todavía no lo sé. Carlos Retegui, el entrenador, quiere que juegue como Messi y Mascherano. Fácil ¿no? Y que en Londres 2012 baje a la defensa, de central… ¡como Lothar Matthäus!

–¿Quiere decir que todavía lo estás pensando?
–Depende de mi vida personal, de la televisión, de cómo terminemos el Mundial… Son muchas cosas.

–¿Bailarías por un sueño?
–A Tinelli le diría que sí. Pero si vuelve el baile del caño… ¡que llame a una de Las Leonas! Me encantaría participar, pero no tendría la seguridad que tengo en la cancha. Aunque mis ocho años de danza me jugarían a favor… Poneme fichas. Igual, tiempo al tiempo: todavía estoy en actividad.

–¿Entonces no te vamos a ver bailando con el caño?
–Y… No me gustaría que las chicas que me piden autógrafos me vieran bailar casi desnuda. Y si bien no soy vergonzosa, hay ciertos lugares a los que no llego. Es la mejor de todas en el hockey. Trabaja en televisión y, muy sexy, no se achica con las producciones de fotos. “Aunque no parezca, tengo mis límites”, asegura.

Es la mejor de todas en el hockey. Trabaja en televisión y, muy sexy, no se achica con las producciones de fotos. “Aunque no parezca, tengo mis límites”, asegura.

Una vez más, Las Leonas llegaron a la cima del hockey mundial. En julio pasado, en Sydney, Australia, el equipo conducido por Carlos Retegui consiguió el Champions Trophy por segunda vez consecutiva (tercera en la historia). En esta oportunidad, el seleccionado argentino venció por penales a Australia luego de empatar 0 a 0.

Una vez más, Las Leonas llegaron a la cima del hockey mundial. En julio pasado, en Sydney, Australia, el equipo conducido por Carlos Retegui consiguió el Champions Trophy por segunda vez consecutiva (tercera en la historia). En esta oportunidad, el seleccionado argentino venció por penales a Australia luego de empatar 0 a 0.

“Estoy saliendo con alguien desde hace cuatro meses, pero no pienso decir su nombre. Igual, no es una persona del ambiente. Nos conocimos porque tenemos amigas en común. ¡No es nada fácil estar conmigo!”

“Estoy saliendo con alguien desde hace cuatro meses, pero no pienso decir su nombre. Igual, no es una persona del ambiente. Nos conocimos porque tenemos amigas en común. ¡No es nada fácil estar conmigo!”

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