«La caída podría haberme matado» – GENTE Online
 

"La caída podría haberme matado"

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Son las seis y media de la tarde del último martes de 2004. El barrio de Las
Cañitas es el escenario para esta entrevista con Horacio Heguy hijo -40 años,
soltero empedernido-, que el 11 de diciembre, en la final del Abierto
entre Indios Chapaleufú I y Chapa II, quedó afuera de la Catedral del polo con
tres costillas rotas y un pulmón perforado. Un cruce con su primo Ignacio -Nachi-
produjo la desestabilización de su yegua y Horacito sufrió una caída feísima que
lo dejó en terapia intensiva. Ya le dieron el alta, pero todavía camina con
dificultad y debe usar cuello ortopédico durante dos meses.

Cuando está por sentarse en Novecento, se cruza con el Zorrito von
Quintiero, de Ratones Paranoicos, y al rato pide un cortado en jarrita. Es un
tipo distinto al que estamos acostumbrados a ver en los pasillos del polo. Hoy
quiere hablar de todo:

-Estuvo duro, hablaban de terapia intensiva en el Mater Dei por prevención. ¿A
qué le llaman prevención? Cuando llegué al sanatorio estaba inconsciente, y
tenía un pulmón pinchado… No terminé conectado a un respirador artificial de
casualidad. No fue por prevención, no podía estar en otro lado. Estoy hablando
coherentemente de casualidad. Podría haber quedado bobo.

(N. del R. Dos días antes de la nota, GENTE habló con Norita Amadeo y Videla,
la madre de Horacio, y una de las primeras personas en asistirlo. Y ella expresó
su fastidio con los jueces
: "No tienen vergüenza… Cobraron un penal de 60
yardas por un foul que lo dejó en terapia. Queremos arreglar esto en otro
ámbito".)

-Están muy enojados en tu familia…
-Es difícil analizar una situación en caliente cuando te pasa algo así. Si los
jueces permiten que se produzcan indisciplinas adentro de la cancha, excesos
como en la final, indudablemente uno se siente perjudicado. Es fácil levantar
una copa cuando el contrario está en terapia intensiva.

-Te fuiste en la ambulancia y el show debió seguir.
-Claro, pensá que mi hermano Bautista veía cómo me llevaban inconsciente en
una ambulancia y siguió jugando. Si mando un contrario a terapia, las
posibilidades de levantar la copa son mucho mayores que si juega el equipo
completo. Y lo que más asusta es la inactividad de todos. Es como aceptar que te
roben.

-¿Nachi fue imprudente en la jugada del accidente?
-¿Accidente? Si vos pasás 10 semáforos en rojo y en el número 9 chocás a
alguien, la culpa es tuya y también de la policía que no te paró en el sexto.
Vos son un bobo, pero el que no te frena es tan responsable como vos. Yo lo
venía diciendo durante el partido, y se escuchó por televisión, "Si no cobran
foul nos vamos a matar"
, y me tocó a mí. A la hora de entregar el Olimpia de
Plata, no se lo dieron a Nachi Heguy que ganó el Abierto y teóricamente
fue el jugador de la final. Se lo llevó Gonzalito Pieres (de Ellerstina) que no
ganó nada, pero es un señor jugando al polo. El periodismo no dice esto que yo
digo, pero lo piensa.

-Teniendo en cuenta experiencias anteriores como la pérdida de tu ojo,
¿tuviste miedo?
-El deporte tiene riesgos y los asumo. Cuando estás internado perdés la
noción de la gravedad: vienen y te dicen que tenés un pulmón pinchado, te
enchufan tres caños y no llegás a tener miedo. Después de que me sacaron un ojo
fue obligatorio que los chicos empezaran a jugar con antiparras. Hoy, en el
polo, el que choca le gana a los fenómenos como Cambiaso o Bautista. El menos
limpio tiene ventaja y gana. Lo bueno sería sacar provecho de esta desgracia con
suerte. Que los torpes, los pataduras, no sigan ganando.

-¿Pensaste en el retiro?

-La verdad es que sí. Cuando tuve el accidente del ojo, a los seis meses gané el
Abierto; sabía que había sido mala suerte. Pero esto de ahora me hace
pensar si vale la pena seguir… Siempre viví a mil, asumiendo riesgos, pero por
ahí llegó el momento de parar la moto. La caída me podría haber matado.

-¿Ser polista profesional te impidió formar una familia?
-Ja, ja. No creo que tenga mucho que ver. Mi vida fue intensa, pero esa no
fue la causa por la que no formé una familia. Mucha gente tuvo una vida parecida
a la mía y está casada con hijos. Si no me casé fue porque no quise.
Probablemente si estuviera viviendo en el campo tampoco hubiera formado una
familia (risas). No quiero planificar.

-En una nota con GENTE dijiste que por vivir a mil perdiste un gran amor,
¿volviste a cruzarlo?
-En ese momento pensé que esa era la causa, pero hoy, tranquilo y sin
locuras, te digo que lo dejé pasar. Como dejé pasar muchos otros porque sentí
que no era el momento para estar con alguien. Uno siempre encuentra excusas.

-Parece que el compromiso es el único riesgo que no asumís. ¿No está en tus
planes dejar un heredero?
-Si me preguntás un ideal de vida es casado con hijos, pero para los demás.
Puede ser que le huya a los compromisos, que piense que todavía no es el momento
o que no me haya enamorado. Pero mi vida es mucho más importante que un hijo o
una mujer.

-¿Qué creés que va a pensar tu pareja cuando lea esta nota?
-Podría vivir sin pareja estable y sin polo. Mi vida es mucho más grande que
esto porque me puedo dedicar a mis cosas, mi revista, mis negocios. Tengo que
seguir jugando porque yo crío caballos de polo y además me gusta. La persona que
está a mi lado sabe cómo soy: "Tómalo o déjalo". También entiende que
estoy muy bien con ella, pero que solo no la pasaría mal…

Estuvo seis días en terapia intensiva. Tiene que usar un cuello ortopédico durante dos meses.

Estuvo seis días en terapia intensiva. Tiene que usar un cuello ortopédico durante dos meses.

El accidente de Horacio opacó la final más esperada por el ambiente del polo entre los hijos de Horacio y los de Alberto Heguy.

El accidente de Horacio opacó la final más esperada por el ambiente del polo entre los hijos de Horacio y los de Alberto Heguy.

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