“La belleza de la madurez es más interesante que el botox y las siliconas” – GENTE Online
 

“La belleza de la madurez es más interesante que el botox y las siliconas”

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La primera vez, todo un tema. María Eugenia Tobal asegura: “Ahora, a mis treinta años, estoy más curtida para afrontar semejante responsabilidad”. Desarrolló una inaudita capacidad de seducción desde la madurez, y se perfeccionó en el difícil arte del buen besar. ¿Acaso necesita más? Hace quince años decidió que sería actriz. “Para toda la vida”, por supuesto. Hizo escuela sobre las tablas e impuso pronto su nombre en la televisión. Fue lesbiana en 099 Central y la tercera en discordia en Padre Coraje. Ahora le llegó su primer protagónico en Se dice amor. De lunes a viernes, desde las 13.30 horas, por la pantalla de Telefe. El galán que no podrá resistirse a sus encantos es Juan Darthés.

–¿Esperaba esta oportunidad, Eugenia?
–No me desesperaba. El primer protagónico llega en el momento justo, después de mucho aprendizaje. Hay actrices que se convierten en protagonistas de muy chicas, pero creo que a los veinte años no estaba lista para este desafío.

–¿Qué cambió desde que es protagonista?
–Estoy más expuesta. La gente te hace responsable del éxito o el fracaso de la novela. Es “tu novela”. Los medios te observan mucho más. Pero yo intento disfrutar de lo bueno y aprender de lo malo. Es fundamental el equilibrio. El actor vive en el vértigo. Se debate permanentemente entre el éxito y el fracaso.

–Ahora, en el éxito de los casi 20 puntos de rating, ¿le resulta difícil mantener los pies sobre la tierra?
–Creo que no cambié en nada. Y eso tiene que ver con la crianza, con lo que aprendés de tus padres. Yo vengo del barrio Marina, en Villa Luzuriaga. Mis viejos laburan desde que tengo memoria… ¿Cómo me la voy a creer? Además, mis hermanos me tienen amenazada: “Nunca te hagas la loca, porque te bajamos a tierra de un sopapo”, dicen.

–¿En ningún momento se descubre con exigencias de diva?
–No, aunque hago valer lo que me hace sentir bien. ¿Ejemplos? Trato de no hacer fotos que no me gustan, con ropa que me hace sentir incómoda. Pero eso tiene que ver con los años más que con una actitud de diva. Aprendí a decir que no.

–¿Y a qué le dice “no” Eugenia Tobal?
–Yo puedo mostrar las piernas y jugar a ser sexy durante una producción fotográfica, pero ni loca me desnudo para hacer una nota. Te voy a decir lo que decimos todas…

–Imagino: “Sólo haría un desnudo si es cuidado y justificado”.
–¡Eso es una boludez! (Ríe) Creo que un escenario o un set de filmación son lugares más aptos para un desnudo. Pero no me interesa desnudarme en televisión sólo para mostrar las lolas.

–Que bien puestas las tiene, si me permite...
–Y son cien por ciento mías. No tengo complejos con mi cuerpo. Me gusta y me divierte jugar a ser sexy. Creo que es el momento justo… Pero no voy a mostrar por mostrar.

–No se hubiese anotado en Doble vida, entonces...
–Me llamaron en su momento, pero no era lo que buscaba. ¿Por qué? No es lo que yo vendo.

–¿También la convocaron de Playboy?
–Sí, pero dije que no.

–Evidentemente, todos tienen la idea fija con usted...
–Ellos consideran que tengo un cuerpo que les podría resultar. Y yo creo que estoy mucho mejor ahora que antes, a los veinte.

–Parece otro lugar común que gastan las mujeres que superaron los treinta años...
–¿Es muy típico? ¿Vos pensás que no queremos ver la decadencia que ya se hace evidente? (Ríe) Fijáte Araceli González o Catherine Fulop. ¡Están espléndidas! Cuando la mujer madura, comienza a reflejar una belleza interior impresionante. Mi mamá es abuela, tiene sus arrugas, y yo la veo mucho más linda que antes. La madurez trae una sensualidad única, mucho más interesante que el botox, las siliconas y el colágeno.

–¡Pero a su madre no la llamaron para convertirse en conejita de Playboy!
–¡No la descartes! (Ríe) De joven la hubiesen llamado...

–A propósito de su cuerpo, ¿en qué parte coinciden las miradas masculinas?
–Ni idea... ¿Los ojos? Algo me han dicho de mis piernas, pero tampoco las ando mostrando mucho. Siempre me dicen: “Sos mucho más linda personalmente que en la televisión”.

–¿Y eso es bueno o malo?
–Todavía me lo estoy preguntando (ríe). Lo interesante es saber producirse para un momento preciso. Sorprender. Uno de los puntos más lindos de la seducción es cuando sos natural. Yo vivo en jeans y zapatillas. No me interesa vivir insinuando o seduciendo.

–Con este protagónico, ¿siente que ya llegó, Eugenia?
–¿A dónde? Si digo “ya llegué” me estaría poniendo un techo. Y éste es un paso más en mi camino.

María Eugenia Tobal no fuma. Antes de comenzar la entrevista, pidió una gaseosa light que jamás llegaría hasta este estudio fotográfico. Ahora confiesa que está tres kilos por debajo de su peso y lamenta el desorden alimenticio que le producen las doce horas diarias de grabación. Si bien jamás abrió las puertas de su intimidad, tampoco adopta una posición histérica cada vez que descubre a un fotógrafo. Su último novio conocido fue el modelo Rodrigo Doxandabarat.

–¿Cómo consiguió resguardar su intimidad?
–Es parte del equilibrio. Los fotógrafos también saben con quién meterse. Cuando abrís la puerta de tu intimidad, es muy difícil volver a cerrarla. Es parte de un negocio: “Si vos me das, yo te doy”, dicen. Todos supieron si estaba en pareja, pero jamás conté cómo duermo ni con quién. Yo nunca transé. Los periodistas saben que yo no les voy a dar un escándalo.

–Quizá, con un escándalo, el protagónico hubiese llegado antes…
–¡Pero sin sustento! Yo estoy orgullosa de la carrera que hice: todo lo conseguí con trabajo. A mí nadie me regaló nada.

–De todas formas, debo preguntarle su estado civil actual.
–Estoy en un impasse con mi pareja. Prefiero no decir más.

“<i>Trato de no hacer fotos que no me gustan, con ropa que me hace sentir incómoda. Pero eso tiene que ver con los años más que con una actitud de diva. Aprendí a decir que no</i>”, sostiene Eugenia.

Trato de no hacer fotos que no me gustan, con ropa que me hace sentir incómoda. Pero eso tiene que ver con los años más que con una actitud de diva. Aprendí a decir que no”, sostiene Eugenia.

“<i>Todos supieron si estaba en pareja, pero jamás conté cómo duermo ni con quién. Nunca transé. Los periodistas saben que yo no les voy a dar un escándalo</i>”

Todos supieron si estaba en pareja, pero jamás conté cómo duermo ni con quién. Nunca transé. Los periodistas saben que yo no les voy a dar un escándalo

Eugenia Tobal y Juan Darthés coincidieron en 099 Central y Botines. Fue él quien la recomendó como su co-protagonista femenina en Telefe. “<i>Sólo tengo palabras de agradecimiento para Juan y Claudio Villarruel, que confiaron en mí</I>”, dice Eugenia.

Eugenia Tobal y Juan Darthés coincidieron en 099 Central y Botines. Fue él quien la recomendó como su co-protagonista femenina en Telefe. “Sólo tengo palabras de agradecimiento para Juan y Claudio Villarruel, que confiaron en mí”, dice Eugenia.

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