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"La Argentina ya está dolarizada"

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Países dolarizados: Islas Marshall, Micronesia, Guam, Palau, Samoa americana, Islas Caicos, Tuvalú, Islas Vírgenes, Panamá, Puerto Rico, Ecuador y El Salvador.

-¿Y también la Argentina? Me deprime…
-Con depresión o sin ella, es un excelente punto de partida para esta charla.

-¿Por qué?
-Porque no me gusta hablar del deber ser, del puede ser, sino de la realidad. Yo no iría a la dolarización como objetivo de la política económica, pero…

-¿Pero?
-Mire: a la dolarización se va estrictamente por cuestiones de oferta o de demanda. Y en el caso argentino, hay que ver quién oferta y quién demanda.

-La pregunta se cae de tan madura. ¿Quién?
-Le contesto con cifras: estamos metidos en un barullo del 83 por ciento de los depósitos a plazo fijo, del 95 por ciento de la deuda y del 42 por ciento de los depósitos transaccionales… ¡en dólares! Eso, sin contar el resto: mercado inmobiliario, autos, contratos, etcétera, también en dólares.

-¿Conclusión?
-Que si hay dolarización, no dolariza el Gobierno: dolariza la gente. Más claro: la gente ya dolarizó. Yo sé la desazón que genera estar en la lista de esos países. Pero es la elección de la gente…

-¿Está a favor o en contra de la dolarización?
-Este reportaje no es una defensa ni un ataque a la dolarización: es hablar de algo que los argentinos están pidiendo.

-Algo así como "No me gusta estar en esa lista, pero quiero entrar".
-Tal cual.

-¿Cómo y por qué se llegó a esta situación? Sobre todo, partiendo de una realidad vieja pero contundente: alguna vez, la Argentina estuvo entre los diez primeros países del mundo.
-Las únicas culpables son las malas políticas macroeconómicas. Los argentinos escudados desde hace años detrás del dólar no son más que la concreción de una gran desconfianza. Por supuesto, una desconfianza basada sobre grandes fracasos.

-Entonces, el largo debate dolarización sí o no de estos días no tiene sentido. ¿O sí?
-No. Es un debate estéril. Y muchas veces, tratado con gran ligereza. Insisto: la Argentina no entra en la lista de los países dolarizados porque el Gobierno lo decide: entra porque, tras años de desazón, la gente quiere al dólar como su moneda. Es un proceso irreversible…

-¿Qué papel juega Cavallo en ese proceso?
-Cavallo es el intento de la libertad de elegir. Llega al Gobierno, ve a una sociedad altamente dolarizada (una sociedad que teme y repudia al peso y se protege con el dólar), y dice: "Bien. Que cada uno ponga a trabajar sus dólares como quiera". Y dicta la convertibilidad.

-Así las cosas, ¿qué ventajas y qué desventajas tiene la dolarización?
-Desventajas: perderíamos capacidad de hacer política cambiaria y política monetaria. Es decir, de devaluar (política cambiaria), como hace un país normal en una emergencia para no perder competitividad. Como Brasil, los europeos en su momento, Chile o Uruguay. Y también de emitir moneda (política monetaria), como pueden hacer los Estados Unidos porque no tienen historia inflacionaria.

-En buen romance, el viento de la dolarización se lleva cosas…
-Hasta cierto punto. En el caso argentino, se lleva cosas… que ya estaban perdidas.

-Algo así como "Mi primera novia me dejó, y la extraño".
-Peor: "No me caso porque no pierdo la esperanza de recuperar a mi primera novia, pero…".

-Déjeme adivinar: "pero ella se casó con otro, tiene cuatro hijos y vive en Miami".
-Exacto.

-¿Y las ventajas de la dolarización, Melconian?
-Estabiliza los precios, aventa para siempre el temor a la devaluación, mantiene las tasas de interés en un mismo nivel…

-Pero, ¿eso no se había logrado ya con la convertibilidad?
-Por supuesto. ¿Se da cuenta? Es el mismo caso del principio de este reportaje: ¿para qué decir dolarización sí o dolarización no, si de hecho el país ya está dolarizado?

-De devaluar, ni hablar, supongo.
-No. Sería una atrocidad. El caos.

-Como siempre, la Argentina parece metida en una trampa. O en más de una. 
-Sí. No pudo rebajar las tasas de interés ni sobreponerse a shocks muy fuertes, como el Efecto Tequila y compañía… Aguantó, pero al alto precio de mucha tripa y corazón para salir.

-Imaginemos un país dolarizado. Hoy. Ya. ¿Se arregla todo? ¿Efecto Varita mágica?
-No. Siempre habrá piedras (y muy grandes…) en el camino. La dolarización no puede evitar que el precio de la soja caiga un 35 por ciento a raíz del proteccionismo, no resuelve el problema del déficit cero genuino, y tampoco resuelve el problema de la deuda externa.

-¿Entonces, qué tiene de realmente positivo?
-Termina con la hipótesis de devaluación, que es muy paralizante. Fomenta la inversión (hoy, casi nula), porque un dólar es siempre un dólar…

-Una de las pocas verdades de este mundo, junto con la muerte y los impuestos…
-Tal cual. En definitiva, la dolarización elimina algunas incertidumbres muy negativas.

-El paso, de la noche a la mañana, del peso al dólar, ¿puede generar cierto caos?
-No. Es una operación muy simplificada.

-¿Puede infundir temor?
-Es inevitable que alguien retire su plazo fijo y guarde los dólares en el colchón, claro. Pero ese miedo no se justifica. En realidad, la dolarización le da curso legal al dólar: algo que hoy no tiene, pese a la dolarización de hecho que existe desde hace tiempo.

-¿Cree que la dolarización es inevitable?
-Sólo si lo decide la gente.

-¿Qué partido juegan, en este contexto, el patacón y el patacón estrella?
-Primero hay que entender algo: el patacón no es moneda. Es deuda. Es un medio de transacción de emergencia. Es como decir "La moneda no me alcanzó para pagar los salarios, y emití moneda".

-Suena a proceso inflacionario.
-Veremos hasta dónde llega esa moneda sin deteriorarse. Por ahora no es una bomba de tiempo.

-¿En qué instancia puede convertirse en una bomba?
-El día que el Banco Central acepte vender un dólar a cambio de un patacón. En ese instante, la moneda de emergencia se habrá prostituido.

-¿Otro caso? ¿O casos?
-Si el almacenero le dice a mi tía, que siempre compró un kilo de yerba y lo pagó con un patacón: "A partir de hoy, por un patacón le doy medio kilo". O peor: "Ya no recibo patacones". Eso significa que alguien se fue de mambo en la emisión.

-¿La guerra perjudica a la Argentina?
-No mucho. Perjudica mucho más a Brasil, a Chile, a México, que exportan muchísimo más que la Argentina.

-Qué paradoja…
-Sí. Cuando el mundo anda bien, la Argentina anda mal porque, lamentablemente, es un país cerrado y de muy poca conexión con el mundo. Pero en esta coyuntura, a raíz de ese defecto, sufrirá menos.

-Vuelvo al inicio: ¿cómo digerir nuestro ingreso a esa lista de escuálidos países dolarizados?
-Tenga en cuenta algo: esos países se dolarizaron porque eran altamente inestables. Y nosotros caímos en ese escenario… porque no hicimos mucho por evitarlo. Pero, ojo: dolarizar no es ir al infierno.

-Mucha gente cree que sí…
-Mire: con el peso o el dólar se puede ir al infierno o al paraíso. Y con el dólar y el peso…

-¿Adónde se puede ir?
-Al infierno o al paraíso.
Carlos Melconian define así la situación: De hecho, y desde hace años, el país está dolarizado. Lo único que falta es darle curso legal al dólar. ¿Eso es bueno o malo? Ni una cosa ni la otra. En todo caso, es la realidad. Y yo sólo opero sobre la realidad".">

Carlos Melconian define así la situación: "De hecho, y desde hace años, el país está dolarizado. Lo único que falta es darle curso legal al dólar. ¿Eso es bueno o malo? Ni una cosa ni la otra. En todo caso, es la realidad. Y yo sólo opero sobre la realidad".

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