El 18 de enero de 2020, Fernando Báez Sosa murió luego de ser brutalmente golpeado. Esa noche el joven de 18 años había asistido al boliche Le Brique con su novia, Julieta Rossi, y un grupo de amigos con quienes se encontraba vacacionando en la localidad de Villa Gesell.
Desde hace casi 3 años, la vida para todos los que conocieron a Fernando cambió rotundamente. Pero sobre todo la de Julieta quien soñaba con tener una vida junto a él y hasta había decidido anotarse en la misma carrera que cursaba en aquel entonces el joven, abogacía.
En el día de hoy después de tanto tiempo, con 21 años la muchacha tenía que ver cara a cara a los acusados por homicidio y declarar ante los jueces todo lo que sucedió aquella noche de verano, en la que jamás imaginó que perdería a su gran amor. Sin embargo, en las últimas horas su padre confirmó que no podrá estar presente debido a que se encuentra bajo tratamiento psicológico y aún no se encuentra en condiciones de revivir su pasado.
En redes sociales Julieta jamás dejó de pedir justicia por Fernando y con su gran pasión por el baile comenzó hacerse muy conocida, llegando a trabajar con grandes artistas del género urbano. Esta popularidad en Instagram y TikTok también le permitió seguir difundiendo el caso. Sin embargo, en los últimos días decidió poner en privado su Twitter personal y mantener un perfil bajo.
La historia de amor de Fernando y Julieta
Fernando y Julieta asistían al mismo colegio, Marianista, ubicado en el barrio de Caballito. Los jovenes iban a cursos diferentes pero un proyecto solidario los encontró. Su primer beso se dio en el viaje de egresados en el boliche Cerebro y en marzo de 2019 llegó la propuesta formal y se pusieron de novios.
"Como yo hago danza, le insistí para que me acompañara a una clase de Tango. Después nos fuimos a mirar una película a su casa y, en un momento, él me dijo que me quería decir algo. Yo un poco lo intuía, pero me hice la tonta. 'No me asustes Fer. ¿Qué pasó?', le decía. Entonces me preguntó si quería ser la novia. Le dije que 'sí' y los dos nos pusimos a llorar", contó en una entrevista a Infobae, Rossi.
"Todos los 19 de cada mes. Nos juntábamos en la casa de alguno de los dos y hacíamos meriendas con chocotorta. Una vez fuimos al Parque de la Costa y nos tiramos del juego Vértigo extremo. Ahí yo le dije que era mi compañero de aventuras. Teníamos tantas cosas para hacer...", aseguró la muchacha que espera que luego de tantos años su novio pueda descansar en paz y con su merecida justicia.
