Juani Rodríguez Abadie, la influencer que comparte su amputee life: “Uno nunca piensa que tiene que aprender a caminar a los 18 años» – GENTE Online
 

Juani Rodríguez Abadie, la influencer que comparte su amputee life: “Uno nunca piensa que tiene que aprender a caminar a los 18 años"

Un virus intrahospitalario obligó a la familia y al cuerpo médico a decidir: era la pierna o era la vida. Juani Rodríguez Abadie, que tiene 22 años, es positive influencer y oriunda de La Plata, explica en una entrevista con Celeste Montanari cómo es ser una persona amputada en la Argentina del siglo XXI, los prejuicios y las cosas que tuvo que aprender desde cero después de la operación.   

Los 135 mil seguidores que Juani Rodríguez Abadie tiene en Instagram la ven vivir todos los días. La miran, por ejemplo, acomodando el placard del departamento al que se mudó, la miran con el outfit de entrenar, con el de salir a bailar. La miran tirándose en paracaídas y jugando al tenis. Son los mismos que la vieron en esa red social los primeros meses luego la amputación, los que la comenzaron a seguir por el positivismo que despide en cada post y los que ahora la ven haciendo en challenge de 'Envolver' con una prótesis estallada en glitter plateado. 

@juanirodrigueza fue diagnosticada en febrero de 2018 con rabdomiólisis: una ruptura masiva de músculos producto de una falla renal. A raíz de un virus intrahospitalario, la operación derivó en la amputación de la pierna derecha y un estado de coma que duró 15 días. 

“Cuando está en riesgo la vida no hay más nada que discutir, ¿no? A mí me lo plantearon muy fácilmente y lo entendí, muy fácilmente: era la pierna o era la vida. Y la verdad que me focalicé mucho en lo que si tenía, que era un montón. Y eso fue muy importante”. Así comienza Juani Rodriguez Abadie en el sexto episodio de +GENTE, el ciclo de entrevistas conducido por Celeste Montanari que tiene origen a partir del deber y de la responsabilidad de gente.com.ar como medio de comunicación de acompañar los debates que interpelan a las minorías y tienen cada vez más lugar en la calle y en la política. 

Gente: Tuviste que volver a caminar y tuviste que volver a aprender un montón de cosas…

Juani Rodríguez Abadie: Yo siempre digo que entré siendo una persona y salió otra, no sé qué pasó. Esa persona quedó en el hospital y salió otra, que es está que está hoy acá. Uno nunca piensa que tiene que aprender a caminar a los 18 años. Es tremendo ese momento, porque no es solo aprender a caminar, es aprender a hacer todo. La primera vez que llegué a casa después del hospital me tenía que bañar y no sabía bañarme, porque yo no puedo bañarme parada, me tengo que bañar sentada. Aprendí muchas más cosas que me enriquecieron como persona. Valoro más el día a día porque entiendo que la vida es así, efímera, y que de un día para otro podemos no estar. No sabemos qué puede pasar.

"Venía para acá y en el auto me daba el sol en la cara y me acordaba que cuando estaba encerrada daba todo por sentir el calorcito del sol en el cuerpo. Y son cosas que uno no se da cuenta, que lo vive sin darse cuenta lo valioso que es".

G: A través de tus redes sociales lo que haces es construir conciencia, generar contenido de valor positivo. Si bien contás que hay un lado B, mostrás cómo una prótesis es funcional a tu vida de la manera en la que vos podés, inclusive, hasta reírte de vos misma, ¿no?

J: Yo me estaba despertando de un coma (...) No tenía idea de qué estaba pasando. Me dicen: 'Bueno, Juani, ¿vos sos consciente de que estuviste 15 días dormida? Te tuvimos que inducir en un coma para estabilizar tu cuerpo después de la cirugía, porque estaba en riesgo tu vida por la infección. No quedó otra opción que amputarle la pierna derecha'. Y yo procesaba la información y  digo: bueno, ok. '¿Y cómo hago para ir al gimnasio?'”. 

Un mes después del coma y de recibir el alta en el hospital, Juani volvió al gimnasio. Sus stories de entrenamiento quedan destacadas bajo el emoji de la persona levantando pesas: ahí aparece también en la pileta, en una cancha de tenis, haciendo bicicleta fija y ejercicios de rehabilitación. 

En agosto de 2021 publicó un video en Instagram andando en bicicleta con un sol naranja de fondo, con la misma prótesis que tiene ahora pero en color rosa. Podría ser un video ordinario en el feed de cualquier persona, pero el texto que acompaña al material audiovisual sirve para ejemplificar la resiliencia que pone sobre la mesa cada día tras la amputación: “A la mañana fui al gym, a la tarde a rehabi (sic) y aún me sentía con energía, así que salí a andar en bici. Tengo una vocecita dentro mío que me repite todos los días 'si Juana, nada es fácil, pero estás viva, tenes salud. La vida es hoy, ahora, ya lo sabes muy bien, ¿qué estás haciendo que no la estás disfrutando al máximo?'”.

@juanirodrigueza

"Si hace unos años me decían que mi cuerpo se iba a bancar todo lo que se banca no lo creía. Somos mucho más fuertes de lo que pensamos. ¿Los límites? No existen".

Amputee life

La necesidad de amputación puede tener lugar por diferentes motivos. Desde deficiencias congénitas en el nacimiento hasta accidentes o a  causa de complicaciones médicas. Los dos factores principales de vivir una “amputee life” son el económico (medio necesario para adquirir la prótesis y avanzar con diversos tratamientos de rehabilitación y calidad de vida) y la falta de infraestructura para garantizar accesibilidad de personas con movilidad reducida. 

En Argentina una prótesis ronda los 100 mil pesos. Aunque en muchos casos las obras sociales cubren la necesidad del paciente, el implante no se recibe de manera inmediata. 

G: Cuando pasa algo así, inesperadamente, y en un minuto despertás de un coma y no tenés una pierna, ¿te queda algún miedo?

J: Yo me acuerdo que me hacía la pregunta: 'después de esto, ¿qué más puede pasar?'. 'Si no me hago problema por esto, ¿qué tiene que pasar para que…?'. Sí, quizás miedos e inseguridades que una tiene como mujer. Más inseguridades que en ese momento, en la adolescencia, no hay. Y es muy loco cómo después de la amputación todas esas inseguridades desaparecieron. Pasaron como no a un segundo plano. La verdad es que al día de hoy siento que no me lo imagino de otra manera, siento que era lo que me tocaba vivir, y era el camino que tenía que hacer para ser la persona que soy hoy.

G: El hecho de intimar con alguien ¿Tenés algún miedo, vergüenza, o pudor? 

J: Yo te tengo que decir la verdad: la primera vez tuve que preguntar: '¿yo puedo tener relaciones?'. ¡Claro, por qué no voy a poder tener relaciones! En ese momento no tenía una pareja estable y tuve que estar con alguien que no tenía la confianza que quizás hubiese estado bueno tener. Y fue como… 'ah, ¡era esto, que pavada! ¿En serio me hice tanto problema?' Es lo mismo, lo mismo.

G: ¿Hay algo positivo en tener una prótesis?

J: Beneficios a nivel de que me doy cuenta cómo quizás puedo utilizar a mi favor el ser una persona con discapacidad. Por ejemplo, más de una vez nos ha pasado que yo vivo en La Plata y tengo que venir a Capital por laburos, por un montón de cosas. Por lo general me trae mi viejo o mi vieja en el auto y tenemos que hacer una parada en algún momento en la estación de servicio. Me acuerdo un día que estaba explotada la estación de servicio y yo estaba recién amputada en ese momento. Nos acordamos que yo puedo estacionar en la parte de personas con discapacidad y fue como “¡Vamos, los disca!”, le dije a mi papá.

Creo que todos tenemos problemas, en mayor o menor escala. Lo mío se ve: tengo una prótesis con brillo, yo lo muestro a mi “problema”… Entre comillas, porque no es un problema, pero todos tenemos problemas a lo largo de la vida, y si no lo tenés, en algún momento lo vas a tener, porque nadie está exento. Hay una frase que desde antes de la amputación la tenía así como bandera, y es que ser feliz es una decisión.

Juani Rodríguez Abadie.

Discapacidad: qué dicen las estadísticas del INDEC 

En un estudio realizado por el INDEC en 2018 se analiza el porcentaje de personas con discapacidad en los hogares argentinos. De ese estudio se dedujo lo siguiente: “Entre la población con solo una dificultad se observa que la más prevalente es la dificultad motora, seguida por la dificultad visual, la auditiva y la mental-cognitiva. Las dificultades del habla y la comunicación, y del cuidado de sí mismo son las menos prevalentes”. Además, en ese mismo estudio se informa que el 82,3% de la población con dificultad de 6 años y más la adquirió después del nacimiento.


La producción de la cápsula de +GENTE se llevó a cabo con participación del equipo de Absolut, una marca que desde hace 40 años trabaja sobre la diversidad con la intención de construir un mundo libre de etiquetas y prejuicios.

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