Juan Pedro Guarino (22) declaró esta tarde en la tercera semana de audiencias del juicio a los rugbiers por el asesinato de Fernando Báez Sosa. El joven fue uno de los dos sobreseídos en la causa por falta de pruebas, aunque estuvo en el lugar de los hechos, presenció la golpiza a Fernando y convivió algunas horas con los asesinos tras el crímen.
El testimonio de Guarino es el primero desde la óptica de los rugbiers, ya que con anterioridad han hablado amigos, familiares y conocidos de Fernando, además de todo el personal policial, de salud y funcionarios de la localidad costera.
El muchacho durante toda la audiencia buscó explicar que si bien había ido de vacaciones con los ocho imputados no mantenía una relación de íntima amistad con muchos de ellos y que "lo avergonzaba" lo ocurrido. Incluso Guarino explicó que días antes había visto a sus compañeros de viaje pelearse con otros grupos y que hablando con su madre y novia, les había prometido que de volver a suceder retornaría a Zárate ya que no le parecían buenas estás prácticas salvajes.
Aunque Guarino no presenció la golpiza completa que recibió Fernando si confirmó que desde el lugar en que se encontraba pudo verlo inmovilizado todo el tiempo en el piso. "Me da mucho dolor todo lo que pasó", dijo con pena por trágico final que tuvo un joven que hoy tendría su misma edad.
Al terminar su declaración Guarino entregó una carta sellada a los padres de Fernando Báez Sosa, Silvino y Graciela. Sin problemas y acompañado de su abogado el joven se retiró del Tribunal de Dolores y brindó declaraciones a la prensa. "Quiero darle mis condolencias a la familia de Fernando. Nunca pude hacerlo. Fue por respeto. Quería que vieran que no estaba en la causa, que era sincero, todos los días desde que pasó me pregunto si podría haber hecho algo para que no pasara”, afirmó con culpa.
También pidió a los acusados que "se hagan cargo de lo que hicieron”. Según reveló ante los jueces desde que fue puesto en libertad jamás a vuelto a tener comunicación con sus ex amigos buscando intentar cuidar su integridad de nuevas calumnias.
