Más allá de que la política está presente en su vida a través de su marido –el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde (44) –, la preocupación actual de Jésica Cirio (30) no es el sillón de Rivadavia, sino el que dejó vacante Victoria Vannucci (31), un Luis XV que lució poco y nada en el debate de Gran Hermano.
En realidad, la modelo reemplazó a su colega en el panel que con habilidad dispara una polémica tras otra, pero no se sentará en esa especie de trono que ocupaba Vicky: “Ja, ja, no soy su reemplazante. Son muchos los chicos que están en el panel, y van rotando. Me invitó a participar Pamela (David), gran amiga, y me pareció súper-divertido. Este Gran Hermano me llamó mucho la atención. Me engancharon mucho las historias. Estos chicos tienen claro, por sobre todas las cosas, que quieren ser famosos. Antes eran más naif”.
–¿Tu sillón tiene algunas particularidades sofisticadas, como el de Mademoiselle Vanucci?
–No, no va a tener ninguna característica particular. Me voy a sentar en el lugar que me toque, normal, tranquilo. Daré mi punto de vista. Me entusiasma.
–¿Te sentís identificada con alguna historia de vida?
–Mi pelea fue por llegar, crecer y perfeccionarme. No sé si alguno tiene formación artística... Yo había hecho danzas, modelaba; llegué como consecuencia de eso. No quería ser famosa por el solo hecho de serlo. Desde los cinco años estudio clásico; luego hice circo, teatro... A los diez tuve el primer casting con las Trillizas de Oro. Siempre busqué ser por mi trabajo, no por la fama y nada más. A los diecisiete trascendí por ser la lolita del cuerpo lindo. Era súper exuberante. Cada pasito de mi carrera me fue afirmando. Hoy no me obsesiona mi cuerpo. Simplemente me cuido y entreno por salud.
–Te comparaban con Luli Salazar. Decían que la querías imitar. ¿Te acordás?
–Siií... Muy gracioso. Era muy chiquita. En un momento tuvimos un roce fuerte. Yo era peleadora, contestadora. La veía a ella allá arriba y decía: “¿Por qué yo no?”. Me quería hacer su amiga y no lo lograba. La miraba cómo se maquillaba. Quería que me hablara...
–¿Hoy la amás o la odiás?
–La adoro. Es una luchadora, otra que la está remando desde hace tiempo, a su estilo. Las dos generamos curiosidad en la gente. Yo me casé el año pasado. Fue súper público, porque Martín es muy conocido. Nuestra vida pasó a ser compartida por todos. Por eso este año bajamos el perfil, para resguardar la pareja.
–Haceme una crítica del look de Karina Rabolini en ShowMatch. Algunos dicen que tiene que dejar de insistir con el rodete casero.
–Mantiene una línea en su forma de vestir, y eso me gusta. Tiene personalidad, estilo, es canchera. Me sorprendió lo graciosa que fue. Daniel estuvo súper bien y formal.
–¿Notaste que Freddy Villarreal, el imitador de Scioli, apoyaba intencionadamente un brazo debajo de la cintura de quien podría ser la Primera Dama?
–¿Viste? Y ella le levantó la mano e hizo que todo pareciera gracioso. Es una mujer que arrancó acompañando a Daniel muy de a poco. Hoy es una locura cómo trabaja.
Inquietante. “Trascendí por ser la lolita del cuerpo lindo, a los diecisiete años. Era súper exuberante. Cada pasito de mi carrera me fue afirmando. Hoy no me obsesiona mi físico”, asegura Jesica.
“Desde los cinco años estudio clásico; hice circo, teatro... A los diez tuve el primer casting con las Trillizas de Oro. Siempre busqué ser por mi trabajo”
“En un momento tuvimos un roce fuerte con Luli Salazar. Yo era peleadora, contestadora. La veía a ella allá arriba y decía: ‘¿Por qué yo no?’”.
“En ‘ShowMatch’, Juliana Awada estuvo súper bien lookeda, fiel a su estilo. Y Macri más relajado; no lo vi mal. Fueron a un programa popular, no al Colón”
El viernes 15 de mayo, Jesica Cirio debutó en el panel de Gran Hermano 2015 El Debate, que conduce Pamela David, después de que renunciara Victoria Vannucci.
Luego de un período de bajo perfil, su relación con Martín Insaurralde crece: “Queremos una nena para el 2016”.
Aunque afirma no preocuparse en exceso por el físico, luce cada día más diosa.
