Ashley Lawrence se dio cuenta rápidamente de que el hábito de ocultar el rostro puede ser una barrera para comunicarse con personas con discapacidades.
Desde el comienzo de la crisis del coronavirus, la demanda de tapabocas creció exponencialmente en todo el mundo. Este importante accesorio de salud, que generalmente está reservado para el personal médico, se convirtió realmente en un objeto de deseo para protegerse del virus; lo que inspiró a una joven estadounidense quien tuvo una brillante idea para promover la inclusión social.
Ashley Lawrence tiene 21 años y estudia en la Universidad de Kentucky, en Estados Unidos, con el objetivo de convertirse en una educadora para sordos y personas con problemas de audición.
Ashley, mientras veía a personas con máscaras en todas partes en la televisión, se dio cuenta rápidamente de que el hábito de ocultar el rostro puede ser una barrera para comunicarse con personas con discapacidades.
"Las expresiones faciales son muy importantes para el lenguaje de señas, es parte de la gramática", dijo Ashley a los medios estadounidenses que la entrevistaron. "Si alguna vez viste traductores en la televisión, probablemente hayas notado que comparten muchas emociones con sus caras. Si elimina esta función, es como eliminar la mitad del mensaje ". Sobre todo, cuenta, "porque muchas personas sordas y con problemas de audición aprenden a leer los labios con el tiempo".
