“Hoy estoy más liberada y más segura de mis curvas” – GENTE Online
 

“Hoy estoy más liberada y más segura de mis curvas”

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–Y te vas a desnudar…
–Ante todo soy actriz y voy a actuar en Mamá, una obra que produce Javier Faroni y estrena el 8 de diciembre en el teatro Güemes de Mar del Plata.

–Igual, te sacás la ropa.
–Digamos que una de las escenas requiere que mi personaje haga un desnudo, algo osado y (risas)… Como soy actriz primero que nada, si mi trabajo pide que me saque la ropa, me la saco.

–Ya no hay límite de edad para esas cosas, parece…
–Estoy a punto de cumplir 45, pero vivo y siento como si tuviera 20. No creo que pase por los años. La edad no es un límite a la hora de seducir: yo estoy cada vez más desinhibida con mi cuerpo. Me noto mucho mejor que cuando empecé como modelo, más allá de que las producciones, la ropa y el look de esa época hoy siempre se ven feas, por una cuestión de moda. Pero antes era ultra pudorosa: cuidaba de que no se me viera mucha pierna, que no se escapara una lola… Hoy, increíblemente, aprendí a no tener pudores con mi cuerpo.

–Más exhibicionista, digamos…
–Nooo, eso sí que no. Ojo, que no se confunda con exhibicionismo, porque mostrar por mostrar, no muestro. Debo admitir, sí, que hace unos años ni loca hubiera aceptado una propuesta semejante.

–¿Qué pasó entonces?
–Será que me siento mucho más segura como actriz... Hoy estoy más liberada y más segura de mis curvas… Un ejemplo muy concreto: jamás había hecho una campaña de ropa interior, a pesar de que cuando era modelo me habían ofrecido contratos importantísimos. Hace un mes hice las fotos para la primera. No sé… no tengo rollos con mi cuerpo. Lo cuido, lo veo lindo, armonioso, me gusto.

–Lucas, tu marido, ¿qué dice a todo esto?
–Nuestras decisiones son individuales. Para mí, la libertad en la pareja es fundamental, pero son cosas que hablamos todo el tiempo. No es que no me importe su opinión, la tengo en cuenta, pero mis propuestas las pienso yo. Y sé que lo que decida, para él va a estar bien. Por ahí me dice “¿te parece?”, pero hasta ahí llega. Por algo hace cinco meses nos casamos por segunda vez. Si lo vuelvo a elegir, si me vuelve a elegir después de quince años, es porque además de amor hay mucho respeto.

–Y la pasión, ¿existe todavía?
–Sí, claro. Estoy muy enamorada de Lucas (Bocchino, empresario, el papá de su hija Josefina, de 9). Y él de mí. Todo el tiempo me hace saber que soy la única, la más linda, la mejor madre, una excelente profesional.

–¿Vos lo admirás tanto?
–Por supuesto Preguntále si no. Esta mañana le dejé un cartelito sobre la pantalla de su computadora. Siempre le escribo cartas y mensajitos de amor. Somos muy cariñosos, muy mimosos. Yo siempre le pido mimos y besos. “¿Me das un beso?”, le digo. Porque con los años, los besos en la pareja quedan sólo para el “hola-chau”, se pierden. Yo quiero besos zaguaneros todo el tiempo, de esos que te das al comienzo de la relación. Siempre le reclamo a Lucas besos apasionados. Si después no hacemos el amor, mucho mejor.

–Mejor, dijiste.
–Sí, mejor. Me gustan los besos que empiezan en beso y terminan igual, no el prolegómeno de hacer el amor. Por eso, creo, gustan tanto las telenovelas. Ahí los besos son la vedette de la historia. A Se dice amor, que va a las dos de la tarde, la miran muchas mujeres que han dejado de ser besadas, porque me lo dicen: “¡Ay! ¡Cómo besa Darthés…!”. Me sorprendió ver la cantidad de mujeres que mueren por Juan; es increíble.

–¿Y cómo besa?

–No lo sé todavía. Y, en verdad, tampoco lo sabré. Porque los besos de ficción no tienen nada que ver con los de la vida.

–¿Vos también me vas a venir con eso?
–Me lo dijo el rey de los galanes, Arnaldo André, mi compañero en la novela y buen consejero: “El día que en una escena te metan la lengua, mandálo a la m…. Que nadie te engrupa, porque los besos de novela son secos y sin contacto”. Es todo un arte besar, y tenés que estar tan concentrado que no hay lugar para la calentura.

–Hablando de eso, me quedé en la parte en que no hacías el amor…
–No, tranquila, que estoy muy cerca sexualmente de Lucas. Imagináte que en quince años no todo ha sido un lecho de rosas. Y, en esos casos, una buena cama arregla muchos temas. Los cuerpos unen el alma también, ¿viste? Los espíritus... Es increíble, pero es todo un equilibrio: mente, cuerpo y espíritu.

–¿Cómo cuidás cada uno?
–Trato de cultivar la mente leyendo, estudiando, aprendiendo de la gente y de mí misma. El cuerpo, aunque todos lo vean como algo frívolo, como la cáscara, para mí es fundamental. Hoy, por ejemplo, le decía a mi mamá: “Vos tratá bien a tu cuerpo, salí a caminar, respirá aire puro, comé bien, mimálo, y vas a ver que te devuelve salud. Ahora, si lo tratás mal, te va a devolver ese mal”. Está cada vez más comprobado que las enfermedades son psicosomáticas. Y todo está relacionado con la liberación, la energía. Yo estoy tan bien que me siento más fuerte que nunca. De hecho, no paro y no me canso. Este año tenía planeado ser la profesora particular de Fini, que está en cuarto grado, y dedicarme al gimnasio. No quería hacer tira diaria, quería relajar… pero me tentaron con Se dice amor y ahora hago todo lo que tenía planeado en mi año sabático más las diez horas diarias de grabación. Y no sólo eso: también estoy a full con el lanzamiento de mis fragancias.

–¿También un perfume con tu nombre?
–Sí, hacía tiempo que tenía ganas, y ahora se dio. Serán cuatro fragancias: las primeras dos, Love y Sexy las lanzamos ahora, en unos días. Y las otras, Smile y Magic, en el verano. Esto también es parte del proceso. No surgió como un mero hecho comercial. Es un tema que hace rato tengo por ahí dando vueltas. Tiene que ver con el mundo de las sensaciones.

–Volviendo al desnudo, ¿de qué trata la obra?
–Es una comedia muy tierna. Trata de una pareja muy snob –Fabián Gianola y yo–, que vive en New York, en un piso muy grosso. Son marchands de arte y un día mi hermana me enchufa a mi vieja, porque no la quiere cuidar más, y yo dejo de ser la profesional exitosa para dedicarme a cuidar a mi mamá. Me gusta porque tiene que ver con la gente de nuestra edad, con eso de hacerte cargo de tus viejos y con esas vueltas de la vida.

–No entiendo por qué te tenés que desnudar…
–No te lo voy a contar, pero el texto lo pide y yo lo voy a hacer.

–¿Exigiste algo a cambio?

–Sí, que mi amigo Ricky Pashkus, un genio total, haga la puesta de esa escena.

–¿Nervios?
–Todavía no. Hoy me siento muy segura. Veremos cuando llegue el momento. Es un desafío. Y nada me gusta más.

- Será la protagonista de <i>Mamá</i>, la obra producida por Javier Faroni, que estrenará el 8 de diciembre en el teatro Güemes de Mar del Plata. ¿Claves para estar divina? Rutina Pilates y gym en cápsula térmica.

Será la protagonista de Mamá, la obra producida por Javier Faroni, que estrenará el 8 de diciembre en el teatro Güemes de Mar del Plata. ¿Claves para estar divina? Rutina Pilates y gym en cápsula térmica.

“<i>Con los años, los besos en la pareja quedan sólo para el ‘hola-chau’. Yo quiero besos zaguaneros todo el tiempo. Siempre le reclamo a Lucas besos apasionados. Si después no hacemos el amor, mucho mejor</i>”

Con los años, los besos en la pareja quedan sólo para el ‘hola-chau’. Yo quiero besos zaguaneros todo el tiempo. Siempre le reclamo a Lucas besos apasionados. Si después no hacemos el amor, mucho mejor

“<i>Hoy, increíblemente, estoy más liberada. Ojo, que no se confunda con exhibicionismo, porque mostrar por mostrar no muestro... Debo admitir que hace unos años ni loca hubiera aceptado una propuesta semejante</i>”

Hoy, increíblemente, estoy más liberada. Ojo, que no se confunda con exhibicionismo, porque mostrar por mostrar no muestro... Debo admitir que hace unos años ni loca hubiera aceptado una propuesta semejante

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