«Hollywood es una fábrica que se nutre de carne fresca» – GENTE Online
 

"Hollywood es una fábrica que se nutre de carne fresca"

Actualidad
Actualidad

La cita es en el Regency Hotel , el nuevo hogar de los Banderas. Se presenta
con un apretón de manos y enciende un cigarrillo. Fuma poco y siempre fuera de
cámaras, claro. Y se reconoce fascinado por Nueva York. "Es mucho mejor ciudad
que Los Angeles, más europea… Además, está más cerca de España: puedo tomarme un
avión y estar en Madrid en seis horas".

El motivo de la entrevista es el estreno de Erase una vez en México (la
continuación de El mariachi II), una nueva producción del excéntrico director
Robert Rodríguez que lo tiene a Banderas como protagonista.

-Otra vez bajo las órdenes de Rodríguez, Antonio.
-Sí. Ya hicimos seis películas juntos, así que probablemente ya hemos compartido
dos años de nuestras vidas. Trabajamos junto al mismo equipo técnico que lo
acompaña desde un principio… Podría decirse que todo el rodaje fue una especie
de reunión familiar.

-¿Cómo se involucró en el proyecto?

-Si se trata de Robert, firmo con los ojos cerrados. Esta vez, me llamó mientras
yo estaba haciendo Femme Fatale, con Brian De Palma. Me dijo que estaba por
realizar la secuela de Desperado (El mariachi II) y me preguntó si deseaba
participar, ya que el rodaje comenzaría en tres semanas. Le dije que sí y le
pedí que me enviase el guión… ¡pero me contestó que aún no lo había escrito!

-¿Cuándo pudo ver el guión finalmente?
-Poco después, en México. Lo leí una sola vez, porque sé que luego Robert
prefiere improvisar, que vayamos poniendo en orden nuestras ideas a medida que
progresamos en el set. Y así fue. Creo que resultó una película muy interesante,
con humor, mucha ironía e ingenio.

-También actuó en Femme fatale, bajo las órdenes de Brian De Palma…
-A veces elijo un film solo porque deseo trabajar con un director. Cuando recibí
el guión, le dije a Brian que mi personaje no tenía demasiado cuerpo, así que lo
reescribí en Los Angeles. "Es grandioso, ¡bello!", gritó Brian cuando se lo leí.
Pero también dijo que no lo utilizaría. Y que si yo deseaba estar en su película
tenía que hacer exactamente lo que él decía… Me dio un par de días para pensarlo
y decidí que quería trabajar con él de todos modos.

-¿Trabajaría nuevamente con Pedro Almodóvar?
-El año pasado hicimos un trato en Cannes. El ya sabe que cuando me llame, yo
voy a estar listo. Pero no es fácil trabajar con Almodóvar: es magnífico, pero
debes mantener la boca cerrada. Pedro te conduce a un lugar muy creativo… ¡pero
también a un infierno! Si le sugieres una idea, él contesta: "¡No! No te pagan
por tener ideas. Tú eres mi lapicera, yo soy el escritor y no necesito que tú
escribas mi historia"
. Tiene su carácter el hombre…

-¿Viaja seguido a España?
-Ahora debo viajar por motivos familiares. Mi padre sufrió un ataque al corazón
hace tres semanas. Fue leve, si no habría tenido que viajar inmediatamente. Ya
está de vuelta en casa, reponiéndose. Tiene 73 años y me siento cerca de él. No
quisiera que se muriera y que me quedara algo por decirle.

A los 44 años, Antonio Banderas conserva la presencia de sus tiempos mozos. La
misma que apuró la hora de su desembarco en Hollywood y cimentó la fama de galán
que hoy rechaza.

-¿Le preocupa que el envejecer afecte su carrera?
-No. Si pierdo el cabello, aún puedo interpretar personajes pelados. En
Hollywood, la vejez es muy cruel con las mujeres: luego de los 45 años,
olvídalo. Es una fábrica que se nutre de carne fresca.

-¿Los años cambiaron su forma de ver las cosas?
-Sí, aunque no puedo especificar cuáles. Si eres una persona mentalmente sana,
tu mentalidad crece junto con tu cuerpo. Aceptas tu edad. Ahora estoy más calmo,
no soy tan vehemente como cuando tenía 20 años. No me gustaría volver a tener 20
años; en esa época era muy ansioso.

-Usted dirigió a Melanie Griffith en Crazy in Alabama. ¿Le gustaría volver a
trabajar junto a su mujer?
-Por supuesto. Admiré las habilidades de Melanie como actriz antes de amarla.
Pero no trabajaría con ella como actor, porque creo que cuando dos parejas de la
vida real se juntan frente a cámaras todo se convierte en un "momento de
tabloide" y la única razón por la que el público ve el film es para descubrir
alguna pista que remita a la vida real de la pareja.

-¿Se acostumbró al asedio de los paparazzi?
-No es tan malo. En tanto no maten a alguien, no tengo problemas con ellos. Hubo
una época en España en la que cierta prensa me volvió loco; no podía creer lo
que podían hacer para conseguir una noticia. He llegado a tener gente que
destrozaba botellas en mi jardín para que alguien se cortara. Si un niño se
corta el pie en mi jardín y tiene que ir al hospital, es una foto para el
diario.

-¿Cuál cree que es el secreto para un largo y feliz matrimonio?
-No lo sé. Quizá ser paciente el uno con el otro, estar verdaderamente
comprometidos y no fastidiarse. Tienes que creer en tu esposa y en tu familia.
No estoy diciendo que con Melanie formemos la pareja perfecta, pero charlamos
nuestras cosas.

-¿Extraña algo de su vida de soltero?
-Nada. No extraño nada del pasado. Me siento muy cómodo con lo que hoy tengo.

-¿Y cómo se sentirá cuando su hija Estela comience a tener citas?
-Cuando aparezca el muchacho, conseguiré la espada del Zorro ¡y exigiré saber
qué pretende de ella!

Si bien reconoce que la vejez es cruel con las actrices de Hollywood, Antonio Banderas no le teme al paso del tiempo:

Si bien reconoce que la vejez es cruel con las actrices de Hollywood, Antonio Banderas no le teme al paso del tiempo: "Cuando pierda el cabello interpretaré personajes pelados", asegura.

No creo que exista el secreto para mantener un matrimonio perfecto. Hay que ser paciente, estar comprometido y no fastidiarse. Creer en tu esposa y tu familia…"">

"No creo que exista el secreto para mantener un matrimonio perfecto. Hay que ser paciente, estar comprometido y no fastidiarse. Creer en tu esposa y tu familia…"

Más información en Gente

 

Más Revista Gente

 

Vínculo copiado al portapapeles.

3/9

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

Ant Sig