Soledad, no tiene sentido que demos rodeos: ¿estuviste en México con Gonzalo Pipita Higuaín?
–Mirá: decir se dicen un montón de cosas. ¿Hay fotos? Me causa gracia que los demás siempre sepan más que uno. Es raro y gracioso. Pero cuando todo el mundo habla de algo, es terrible.
–Sigo sin tenerlo claro: ¿estuviste o no en México con él?
–Eso es lo que dicen...
–¿Cómo “lo que dicen”? ¿Sí o no?
–Yo no me enteré. Si tuviera que desmentir todo lo que se dice, estaría hablando todo el día.
–Te lo planteo de otra forma: ¿tenés una relación con el Pipita Higuaín?
–A ver... Nunca me interesó hablar de mi vida privada. Tampoco hablo de los que forman parte de mi intimidad.
–Me estás dando a entender que él forma parte de tu intimidad. Si no, dirías: “No lo conozco”.
–Protejo a la gente que está en mi entorno.
–¿Es tu novio?
–¿Yo la novia...? En mi vida existen tiempos muy diferentes a los que establecen los medios. Yo trato de conocer a los hombres. Es imposible vivir algo tranquila... Si me ven con alguien dicen: “Está de novia”. Si estoy de novia: “Se va a casar”. Y si me llego a casar, me van a buscar hijos. Y nada que ver... Estoy muy bien soltera.
–Por cómo viene el diálogo, estás soltera porque no estás casada. Es un simple juego de palabras...
–(Ríe) Claro... No pienses que estoy en mi casa como una solterona. Tampoco los extremos. No me gustan las relaciones libres ni las absorbentes. Te repito, trato de conocer a las personas: qué sienten, cómo son sus gustos... Y todo eso tiene que ser compatible conmigo. De ahí a ser novios... pasan muchas cosas.
–¿Me vas a afirmar que no conocés la habitación 1001 del hotel Riu Playa del Carmen, que estaba a tu nombre?
–No sé de dónde sacaron eso.
–La semana pasada, si llamabas al Riu y preguntabas por Soledad Fandiño, te pasaban a la habitación 1001...
–Yo estuve haciendo mis cosas...
–Y casualmente, en el mismo hotel, aunque en otro cuarto, el 2013, se hospedaba Higuaín...
–¿Te digo la verdad?
–Me encantaría...
–Así como no me pongo de novia con el primero que pasa, también te digo que no voy a salir corriendo detrás de un hombre y dejar mis cosas.
–
–Amo mi profesión y lo que hago. ¿Qué puede pasar mañana? No lo sé... Me puedo enamorar de un futbolista o de un plomero. No me fijo en la profesión. Para salir corriendo detrás de un hombre y dejar todo, tiene que cumplir con lo que yo considero que hace al hombre de mi vida.
–¿Te ofrecieron ir a los partidos del Mundial?
–(Ríe) No. Teníamos pensado ir con un grupo de amigas. Pero no existieron invitaciones de otro tipo. El Mundial lo vi por televisión.
–¿Hiciste tu ranking de los jugadores más atractivos de la Selección?
–Seamos sinceras: los jugadores son atractivos.
–¿Y Gonzalo?
–También. Tiene un cuerpo muy trabajado.
–Profundicemos un poco: ¿cómo son las charlas entre ustedes?
–Es un chico divertido.
–¿Por qué te cuesta tanto hablar sobre él?
–No es que me cuesta... Creo que hablaron demasiado de un tema sin tener a los protagonistas. Conocer, lo conocí. Más que eso no voy a decir. No estoy de novia, ni me casé, ni tengo un hijo y no voy a vivir a España. Nada que ver... Gonzalo es un chico divino, humilde, y muy divertido... No voy a decir que hoy somos novios o tenemos una relación formal. Nos encontramos una vez en un boliche, y no te digo más.
–¿Tanta cautela es porque con parejas anteriores se llegó a decir que te casabas o que estabas embarazada?
–¡Claro! Hay veces que ciertos temas ameritan que me haga la distraída. Ya me casaron mil veces y me embarazaron otras tantas. Que yo sepa, no tengo marido. Y tampoco dejé hijos tirados por el mundo ni encerrados en un garaje.
–¿Cómo te definirías como pareja?
–Soy bastante tranquila. Los hombres creen que soy más buena de lo que aparento. Tal vez los personajes de la tele y el teatro me dan una imagen de nena buena... Sé lo que me gusta y lo que no. Cuando estoy en pareja mantengo la pasión. Soy súper romántica y buena compañera.
–Lo que se dice... ¿gauchita?
–No utilizaría ese término. Pero cuido el fuego.
–¿Sos celosa?
–Lo suficiente para demostrar que me importa, que me interesa y que lo cuido. Pero como no me gusta que me quiten mi libertad, tampoco soy obsesiva con el otro.
–Sos linda y famosa, ¿se te acercaron jugadores?
–Se me acercan hombres en general. Hay de todo. No veo programas deportivos; tal vez alguno vino y no me di cuenta.
–¿En estos momentos estás conociendo a alguien?
–En mi círculo de gente tengo amigos con quienes me relaciono. Si me interesa alguien, voy y me acerco. Pero no hablo con ochenta flacos.
–¿Dejarías todo por alguien?
–Tiene que ser muy fuerte. Demasiado. Hoy ni siquiera me lo planteo. Nunca me pasó enamorarme perdidamente de alguien.
–¿Fuiste infiel?
–No.
–
–No lo sé. Pero si me hubiese enterado, no lo perdonaría. Me perseguiría todos los días. Cuando estoy en pareja entrego toda mi confianza, y así no podría seguir adelante.
–¿Vivirías un amor a distancia?
–Depende del nivel de amor. No cierro una puerta, porque no sé lo que me puede pasar. Por amor uno hace lo que sea. Hasta puede ser romántico. Hay que tomar riesgos.
Soledad se animó al juego propuesto por GENTE y posó con una tarjeta roja, como queriendo expulsar rumores. “Nunca me interesó hablar de los que forman parte de mi intimidad”, dice.
“Conocer, lo conocí. Pero no estoy de novia ni me voy a vivir a España. Nada que ver... No voy a decir que tengo una relación, cuando no es así. Con Gonzalo nos encontramos una vez en un boliche, y nada más”.
“Yo trato de conocer a los hombres. Es imposible vivir algo tranquila... Si me ven con alguien, dicen ‘está de novia’. Si estoy de novia... ‘se va a casar’. Y si me llego a casar me van a buscar hijos”.
