Este 2022 ha sido un año incierto para Gisele Bündchen y Tom Brady. Es que, el astro del fútbol americano y estrella global del deporte anunció su retirada a principios del año el 1 de febrero, para retractarse apenas mes y medio después. A sus 45 años, Brady decidía dejar atrás una completa carrera deportiva para centrarse en su vida empresarial y familiar, una decisión que pareció entusiasmar a la supermodelo brasileña de 42 años.
No obstante, el retorno al fútbol de su esposo no hizo más que traer problemas en su matrimonio. Desde hace semanas los medios estadounidenses hablan de un distanciamiento entre la pareja, casada desde hace más de 13 años. Pero es ahora cuando los peores presagios parecen confirmarse.
Según ha informó el portal neoyorquino Page Six en exclusiva, y han confirmado fuentes cercanas a la pareja a la cadena de televisión CNN y la revista People, tanto el quarterback de los Tampa Bay Buccaneers como la super modelo de Victoria’s Secret ya han contratado abogados matrimoniales para negociar un, parece, inminente divorcio. En ese sentido, según se señala, la pareja llevaría dos semanas viviendo separada.
Un matrimonio de 3 lustros
Respecto al divorcio, son más de 13 años los que Gisele Bündchen y Tom Brady pasaron juntos como marido y mujer, tienen dos hijos en común -más otro de Brady- y juntos han amasado una cuantiosa fortuna.
Según Reuters, precisamente, Bündchen tiene una fortuna que ronda los 400 millones de dólares, mientras que Brady, considerado este año por Forbes el noveno atleta mejor pagado, ha ganado solo este año casi 84 millones de dólares, 52 de ellos gracias a sus compromisos publicitarios.
Por otra parte, se sabe que al deportista no le faltarán ingresos si decidiese retirarse, ya que ha firmado un contrato con la cadena Fox como analista. Por el que, durante los próximos 10 años se embolsará 375 millones de dólares. Además, ambos tienen una cartera de activos en común por valor de 26 millones de dólares y, entre otras propiedades, una casa valorada en 17 millones de dólares que compraron hace menos de dos años en Indian Creek —lugar de esparcimiento de ricos y famosos en Florida—, un apartamento de en Nueva York, un rancho en Montana y una casa en Costa Rica, donde suelen pasar las vacaciones.
