Para él no existen los temas tabú. Contesta todas las preguntas –el sueño del periodista–. Tomás Fonzi, (26) habla de música y de la banda de rock que formó con sus amigos de Adrogué –Mono Tremendo–. “El Flaco Spinetta es mi modelo a seguir”, comenta. Respecto de la actuación confiesa su eterno miedo escénico: “En todas las funciones tengo la misma sensación de cagazo”. Admite haber probado marihuana, pero se refiere a la droga con suma prudencia: “Lo que yo opino es solamente mi punto de vista. Hay que tener cuidado con ese tema”.
Asimismo, asegura que el rótulo de galán le queda grande, sobre todo por su altura. “Igual, bastante bien me ha ido con mis recursos”. Hoy, Tomás vive con su novia, Leticia (26). Además, mientras se prepara para filmar una película sobre las adicciones, asegura que le encantaría ser tío. La honestidad brutal sigue... “Con las mujeres siempre fui un dormilón”. Y por si fuera poco, le queda tiempo para ser un crack en el snowboard...
–¿Con quién vamos a hablar? ¿Con el músico o el actor?
–Con Tomás Fonzi, simplemente.
–¿Sos un gran músico cuando actuás y un gran actor cuando tocás?
–Ni siquiera un gran... Dejémoslo en más o menos.
–Si te dan a elegir entre las dos...
–La música tiene mucho menor cuota de padecimiento. Con la actuación me pasa que sufro todo el tiempo. Estoy por salir en una obra y tengo miedo. “¿Quién me mandó a mí a meterme en ésta?”, me digo siempre. Pero después de una buena función me siento caminando en el aire. Y entonces me respondo: “¿Qué quién me mandó? ¡Era por esta sensación!”.
–¿Con qué actividad transpirás más de tu esencia?
–Ahora con la música me siento atravesando una crisis, en la búsqueda de algo que me represente un poco más. Como que no puedo definir mi estilo personal...
–¿Y con la actuación?
–¡Ja, ja! Me pasa lo mismo.
–Me animaría a decir que sos un galán. ¿Eso te genera presión con las mujeres?
–Siempre. Lo bueno es que nunca me la creí mucho. Si tuviera diez o quince centímetros más, tal vez te la discuto. De hecho, creo que bastante bien me ha ido con mis recursos, aunque soy un gran dormilón.
–¿Preguntarte la altura es como pretender que una mujer diga la edad?
–Mido 1.65. En realidad, 1.63, pero bueno... bancámela.
–¿Entonces cómo es la presión? Siempre hay que rendir...
–El “trabajo” siempre lo tenemos que hacer nosotros. Si ellas se dieran cuenta del poder que tienen, estaríamos fritos. Delante de un hombre que no sienta presión en cuanto al desempeño, yo me saco el sombrero... Ese, seguro, tiene un as debajo de la manga.
–¿Y con el snowboard cómo te va?
–Ese tema lo manejo bastante bien. En un momento de mi vida soñaba con viajar por el mundo persiguiendo la nieve. Entonces venía todas las temporadas y vivía arriba de la montaña. Ahora un poco se diluyó.
–Otra crisis...
–Ja, ja, vivo así.
–Compartí al menos algunos consejos...
–Walkman a pleno, y encontrar un buen cacho de nieve virgen. Después, hacer muchas “eses”. Yo soy muy clásico, incluso en este deporte. No me gustan demasiado las piruetas y los saltos.
–Volvamos a la actuación. Estás por filmar una película con Norma Aleandro.
–Trata de las adicciones. Mi papel es el de un adicto al paco, un estudiante de Física, hijo de una senadora. Pero no quiero adelantar mucho.
–¿Vos consumís marihuana?
–Creo que un porro bien utilizado, como podría ser un buen whisky, está bueno. Pero cuando empieza a ser la excusa para no hacer nada o para quitarte el remordimiento, me parece que ya es un problema.
–Cambiemos de tema. Quiero felicitarte, vas a ser tío.
–¿En serio? ¡Qué bueno! Ja, me parece que todavía es muy pronto para hablarlo. Es algo muy personal.
–¿Pero te gustaría?
–¡Ja, ja! Sí, sí, claro. Me llevo muy bien con los chicos.
–¿Conocés a tu cuñado mexicano?
–Obvio, con Gael nos llevamos fenomenal. Hace muchos años que lo veo eventualmente, y tenemos la mejor...
–Si no fueras Fonzi de apellido y tuvieses que elegir, ¿con quién te quedarías? ¿Con Natalie Portman o con Dolores Fonzi?
–Gael no es ningún tonto; entre las dos eligió a mi hermana. Pero como yo no tengo esa opción...
–Trabajó con grandes actores. ¿Quién te dejó más enseñanzas?
–¡Uf, qué difícil! Pero si hay un tipo que tiene cabeza y, encima de eso lo traslada a su vida y a su trabajo, es Ricardo Darín.
–¿Le robaste cosas?
–Sí, claro. Yo soy un gran conglomerado de plagios. De Darín admiro su sentido del humor. No me parece que haya nada más inteligente y que hable mejor de una persona que esa cualidad.
–¿Y a tu hermana?
–De Dolores admiro que todo le resbala... Me gustaría tener eso, pero no tanto, eh... 
En la ladera del Cerro Catedral, Tomás con su mejor estilo rocker. Es el guitarrista –su otra gran pasión– de la banda Mono Tremendo.
El snowboard lo puede. “En un momento de mi vida soñaba con viajar por el mundo persiguiendo la nieve”, cuenta Tomás. Además, dejó algunos consejos para los principiantes: nieve virgen, walkman y hacer muchas “eses”.
“Soy un gran conglomerado de plagios. De Darín admiro su sentido del humor. No me parece que haya nada más inteligente. Y de mi hermana, que todo le resbale”.
