“Fui al mismo colegio que Máxima y ahora tengo al príncipe Alé” – GENTE Online
 

“Fui al mismo colegio que Máxima y ahora tengo al príncipe Alé”

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En el teatro, a Silvina Escudero (25) le dicen “Paris Hilton”. “Porque es distinta, viajada, habla tres idiomas…”, se adelanta Fabio, su asistente, que antes de cada función de Vedettísima –la obra protagonizada por Carmen Barbieri– le abre paso entre la gente en la puerta del Liceo, Rivadavia y Paraná. Sil –así la llaman–, es bailarina, coreógrafa y profesora de danza clásica, zapateo americano y jazz. A fines de 2007 dejó Veterinaria (le faltan diez materias) en la Universidad del Salvador, y apostó al arte. Abrió una academia de baile: Ritmos and Dance Fusion, en San Isidro, con 60 alumnas. Y enseguida pegó el salto al teatro de revista.

–¿Soñabas con alguna profesión cuando eras chica?
–Mi familia es muy conservadora, y mis padres (“papá es despachante de aduana y mamá siempre trabajó con él”) querían un título universitario para mí. Por eso, cuando terminé el secundario me metí en Veterinaria. Yo iba feliz a la facultad, rendía muy bien, pero llegó un punto en que tuve que decidir, y opté por el arte.

–¿Cuándo descubriste esa veta?
–Mamá nos inculcó el baile, a mí y a mi hermana (Vanina, arquitecta, y también bailarina de Cherutti; en noviembre se casó con el cómico Waldo Navia). Empecé a estudiar clásico a los tres. En realidad, me pasé la vida estudiando: primaria y secundaria en el Northlands, el mismo que Máxima Zorreguieta. Es un colegio muy exigente, bilingüe, con jornada completa. Salía a las cinco, y a las cinco y media entraba a zapateo americano, a las siete a clásico, después a canto y comedia musical y en casa aterrizaba de noche. Los fines de semana aprendía tenis. También estudié volteo, que es hacer acrobacias arriba de un caballo, y soy cinturón azul de karate.

–¿Qué dijeron tus compañeras del Northlands cuando debutaste en teatro de revista?
–Me felicitaron. En los concerts del Northlands siempre hacía las coreos y una vez que me recibí, seguí siendo la coreógrafa de las comedias musicales de ex alumnas.

–¿Por qué dejaste la facultad?
–No hubo un hecho concreto. Siempre quise desarrollar mi parte artística, y luego de estar en la tele en Domínico, con Nicolás Repetto, y en La noche del Diez, con Maradona, me di cuenta de que quería vivir por y para el baile. Hasta hace dos años cursaba la facultad por la mañana y hacía shows, a veces hasta la madrugada, y trabajaba en una veterinaria en La Horqueta. El año pasado me enteré de la audición para Vedettísima, me presenté y ¡acá estoy!

–¿Qué dicen tus padres, después de haber apostado tanto a tu educación?
–Me apoyan, porque saben que amo bailar. También saben que voy a terminar la facultad algún día y que sueño con poner una clínica para animales… Recién empiezo en el mundo del showbizz y quiero ser primera vedette.

–¿Vivís sola?
–No, con mis padres, en un barrio privado en La Horqueta. Te dije que soy de una familia muy tradicional... Si mi novio se queda a dormir en casa, duerme en el cuarto de huéspedes.

–Una chica que estudió en un colegio de princesas, no puede mentir. Contame, ¿Matías Alé es tu novio?
–Bueno, te voy a dar una primicia. Hace un par de días, él me propuso formalmente que fuera su novia. Así que me educaron igual que a Máxima y ahora tengo a mi príncipe Alé. Nos conocimos en los ensayos de Vedettísima y siempre hubo onda. Durante el verano salimos a bailar, compartimos momentos. Pero hasta ahora no había sido mi novio. Hablamos mucho, nos contamos nuestras historias pasadas y cuando la temporada terminó, cada uno se fue de vacaciones a lugares distintos, y realmente nos extrañamos. Así que con Matías ahora decidimos apostar a lo que sentimos.

–¿Ya se quedó a dormir en la casa de tus padres?
–Sí, ayer, y durmió en el cuarto de huéspedes. Mi mamá le dejó un pijama acomodado sobre la cama. Mi hermana Vanina se fue de casa el mismo día que se casó por Iglesia y yo espero lo mismo para mí.

–¿Y Alé sabe todas esas cosas?
–Sí. Dice que la educación que tengo es una de las cosas que lo enamoraron de mí. Si realmente amás a alguien no necesitás probar la convivencia.

–¿Nunca planteaste: “Mamá, papá: me voy a dormir con mi novio”?
–Hasta el momento no. De suceder, supongo que estaría todo bien. Mis padres tienen su manera de ser tradicional, pero son súper copados. Mientras viva con ellos, hay determinadas reglas que me gusta seguir. Ya soy grande, y nada de lo que hago es por obligación. Estoy orgullosa de la educación que recibí.

–¿Por qué usás alianza?
–(Risas) Me la gané en el casamiento de mi hermana Vanina, ¡en serio! Hasta el momento no hay planes de boda con Matías… En el camarín de Vedettísima, antes de salir a escena. Tiene 25 años, curvas perfectas (90-60-92) y mucho estudio encima. “Estoy orgullosa de la educación exigente que recibí”, resalta Silvina.

En el camarín de Vedettísima, antes de salir a escena. Tiene 25 años, curvas perfectas (90-60-92) y mucho estudio encima. “Estoy orgullosa de la educación exigente que recibí”, resalta Silvina.

“Vivo con mis padres, en un barrio privado en La Horqueta. Mi familia es muy tradicional… Si mi novio se queda en casa, duerme en el cuarto de huéspedes”

“Vivo con mis padres, en un barrio privado en La Horqueta. Mi familia es muy tradicional… Si mi novio se queda en casa, duerme en el cuarto de huéspedes”

Hace poco más de una semana, Matías Alé –comparten elenco en Vedettísima– le pidió formalmente que fueran novios y le regaló una cachorra de raza vizsla. “Ya le presenté a Matu a mis padres”, contó ella.

Hace poco más de una semana, Matías Alé –comparten elenco en Vedettísima– le pidió formalmente que fueran novios y le regaló una cachorra de raza vizsla. “Ya le presenté a Matu a mis padres”, contó ella.

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