Puede ser, puede ser...
Deja asentada la posibilidad el sábado 21 de junio, apenas se detiene por primera vez entre los micrófonos que rodean su andar por la zona mixta del Mineirao, cuando pretendemos, mediante una pregunta, relacionar su gol con su cumpleaños número 27, a concretarse el martes 24. Pero sí, asegura: “Por suerte pudimos ganarlo al final y conseguir la clasificación. Sabemos que tenemos que seguir mejorando. Lo importante es que hay nivel para hacerlo y para llegar a donde queremos”, afirma el rosarino.
DE 0 A 9 AÑOS. Un muchacho nacido en 1987, con 3.6 kilos, en la clínica Italiana (colectividad de la que proviene su familia) de la ciudad de Rosario, Santa Fe; hijo de Celia Cuccitini y Jorge Messi –padres de origen modesto y trabajador– y hermano de María Sol, Matías y Rodrigo. Nos referimos al tal Lionel Andrés, cuya zurdita mágica, a los nueve meses, según testigos, comenzaba a serpentear y a los 5 años, a brillar en Grandoli, un club de barrio cercano a su hogar, para mudarla a Central Córdoba y las inferiores de Newell’s Old Boys (del ’94 al ’99; en ese período obtuvo la Copa Amistad 1995, en Perú). Parecía percibirse la cercanía de la gran oportunidad.
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–Puede ser, puede ser...
Repite, sin rematar la frase, cuando vuelve a parar su marcha en uno de los ocho codos habilitados a la decena de periodistas gráficos y radiales acreditados dentro del estadio más famoso de Belo Horizonte, cuando pretendemos, mediante la misma pregunta, relacionar su gol con su cumpleaños número 27, a concretarse el martes 24. Pero sí, concede... “Los dos partidos que nos tocaron –contra Bosnia-Herzegovina la semana pasada, y contra Irán, recién– fueron frente a equipos que se cerraron bien atrás. No encontrábamos los espacios. Hoy nos costó juntarnos con los otros tres de arriba. Así y todo, tuvimos situaciones”, arriesga el delantero.
DE 10 A 18 AÑOS. El delantero buscaba dar con algún club que invirtiera en su inconmensurable talento, después de que se le diagnosticara una deficiencia de la hormona de crecimiento. Entonces River Plate le abrió sus puertas, mostrándose interesado en contratarlo, hasta que volvió a cerrárselas, tras decidir no desembolsar el costo del tratamiento. La solución llegó desde España, cuando Carles Rexach, director técnico del F.C. Barcelona, lo vio patear y moverse, y decidió ficharlo y abonar los gastos requeridos. Pronto el pibe y su familia se trasladaron a Cataluña para empezar, a los 13, en sus inferiores. Luego de pasar por las categorías infantiles, cadetes, C y B, el 16 de noviembre de 2003 debutó en un amistoso del equipo mayor.
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–Puede ser, puede ser...
Conserva abierta la chance, al detenerse para sumergirse por tercera oportunidad en la requisitoria de prensa, cuando pretendemos, mediante la misma pregunta, relacionar su gol con su cumpleaños número 27, a concretarse el martes 24. Pero sí, analiza: “Tenemos que seguir mejorando. Somos los primeros que sabemos que el nivel de juego no es el que podemos dar. Si el partido que acabamos terminaba 0-0, por ahí nos complicábamos un poco. Lo importante era vencer, y lo conseguimos”, señala el indiscutido líder del Seleccionado argentino y el Barcelona.
DE 19 A 27 AÑOS. Líder del Barcelona que, en su década de Primera, jugó 425 partidos (oficiales) y convirtió 354 goles, logrando la friolera de 21 títulos (seis Ligas, dos Copas del Rey, seis Supercopas de España, tres Ligas de Campeones, dos Supercopas de Europa y dos Mundiales de Clubes), cuatro Balones de Oro y cierta lista de récords imposibles de detallar en una nota como ésta. Con la divisa de nuestro Seleccionado, por su parte, suma 88 partidos y 40 goles, atesorando, aparte, el Mundial Sub-20 Holanda 2005, la medalla dorada de los Juegos Olímpicos Pekín 2008, y...
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–Puede ser, puede ser...
Avanza veloz y pleno, antes de girar hacia el final del pasillo que lo trasladará a la segunda etapa de entrevistas, ahora de cara a los medios televisivos y sus luces, cuando pretendemos, mediante la misma pregunta, relacionar su gol con su cumpleaños número 27, a concretarse el martes 24. Pero sí, confiesa: “Un momento muy lindo el del gol. Compartirlo con la gente fue muuuuy lindo”, remata el Lionel Andrés Messi de 1,69 metro y 67 kilos. El mismo que encaramos por última vez:
–Tome, Lionel, el segundo pin con la bandera argentina. Le adelantamos, tras el partido contra Bosnia, que íbamos a entregarle uno por cada rival que dejáramos en el camino. Va el segundo.
–Ah, ¿vos? –levanta la vista, ríe y lo toma en su mano derecha–. Gracias.
–Lindo regalo se dio usted hoy, eh.
–Sí, la verdad, fue un lindo regalo para mis 27 años, jé.
Gesto de chupete, porte de ganador, Leo y la ceremonia del gol, ante sus afectos y el público que viajó especialmente. “Compartirlo con la gente fue muy lindo”, diría luego.
Se trató de un partido trabado, en el que el equipo persa tuvo varias posibilidades de gol, que nuestro arquero, Chiquito Romero, supo controlar. Hasta que la Pulga aportó su acostumbrada cuota y el estadio en Minas Gerais, y un país, Argentina, gritaron su tanto. El abrazo de los padres de Lionel, Celia y Jorge, y las lágrimas de los hermanos, María Sol, Matías y Rodrigo, corona un mediodía cargado de emoción.
A las risotadas, de cara al último entrenamiento.
