Las economías de Estados Unidos, la Unión Europea y China tendrán este año una economía en recesión, pero la peor parte se la llevarán los países con bajas defensas para este tipo de coletazos. En ese pelotón entra Argentina que se encuentra entre los cinco países más endeudados de Latinoamérica.
“Para todos los países este año será duro, en especial para los países con elevados niveles de deuda”, vaticinó la titular del FMI, Kristalina Georgieva, en una entrevista concedida a la cadena de noticias estadounidense CBS. Según su cálculo, “un tercio de la economía mundial se verá afectada por la recesión durante 2023”.
En octubre de 2022, el FMI recortó sus proyecciones de crecimiento cuando actualizó su informe de Perspectivas Económicas Mundiales para 2023. Pero ahora se estima que el organismo multilateral de crédito vuelva a utilizar la tijera y recorte sus pronósticos en el Foro Económico Mundial que se desarrollará a fin de mes en Davos, Suiza.
Recesión de los grandes y la guerra de Ucrania
Durante la entrevista, Georgieva explicó que “China, por primera vez en 40 años, crecerá a la par o por debajo del crecimiento de la economía mundial, como consecuencia de su política sanitaria contra el Covid-19” y que “la mitad de la Unión Europea estará en recesión ya este año”.
De esa situación no escapará Estados Unidos, aunque “son más resilientes” y “podrían evitar la recesión”. Para la jefa del FMI “la economía estadounidense es notablemente resistente y es probable que escape de lo peor de la recesión, gracias en parte a su sólido mercado laboral”.
El gigante asiático, durante los próximos meses, tendrá un escenario “difícil” debido “a las severas restricciones sanitarias y el impacto en el crecimiento chino sería negativo, el impacto en la región sería negativo y el impacto en el crecimiento global sería negativo”.
La guerra en Ucrania seguirá afectando la economía mundial, sin embargo, Georgieva señaló que el organismo está preparado para ayudar a para la recuperación del país invadido por Rusia y descartó que esté camino “a un colapso”.
Las bajas defensas de Argentina
La pérdida generalizada de la actividad económica que predice la funcionaria del FMI perturbará “a los países en desarrollo y a los países emergentes porque la suba de la tasa de interés en los Estados Unidos y la apreciación del dólar afectará a sus exportaciones”. A la vez que advirtió que “esta recesión será devastadora para los países altamente endeudados”.
En enero de 2022, Argentina llegó a un acuerdo con el FMI para refinanciar durante dos años y medio los vencimientos de capital y los intereses de los 44.000 millones de dólares que recibió el Gobierno de Mauricio Macri como rescate financiero en 2018. Pero el monto de los intereses de la deuda ha subido más de un 50 % en dólares desde marzo pasado, ya que se aplican sobrecargos cuando el saldo deudor de un país supera el límite equivalente a 187,5 % de la cuota en el organismo de crédito y éste se mantiene por cierto límite de tiempo.
En el acuerdo con el FMI, Argentina se comprometió a limitar y recortar en forma gradual la asistencia al Tesoro por parte del Banco Central, por lo que la búsqueda de financiación en el mercado doméstico se ha vuelto aún más fundamental.
El reto de estabilizar la economía del país está atado, en cierta medida, al cumplimiento de las metas fiscales y monetarias establecidas en el acuerdo sellado con el FMI y que serán aún más exigentes en 2023. Un enorme desafío para los últimos doce meses del gobierno de Alberto Fernández.
Según quedó plasmado en el Presupuesto 2023, el Tesoro espera seguir acudiendo el año próximo al mercado local de deuda y obtener allí financiación equivalente al 2,7 % del PIB.
