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Famosos en la pista

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RECIEN CASADOS. Formalizada la ceremonia, luego de haber escuchado Nessun Dorma, los novios recibieron los correspondientes saludos en su mesa. Una vez sentados, se empezó a servir el menú: sushi, fiambres, quesos, pastas, mariscos y gran variedad de brochettes. Luego, la pareja dio una sola vuelta por el salón y saludó a todos los invitados a su paso. ¿El detalle? La torta, que tenía cuatro pisos, era espectacular. ¿El ramo? Arrojado por Sofía, pasó cerca de la periodista Viviana Canosa, pero ésta no atinó a estirar el brazo para atraparlo.

SIGA EL BAILE. Media hora después de las dos de la madrugada empezó a sonar la música. Hubo lugar para el reggaeton –la que más bailó fue Tatiana, la nieta de Gerardo–, rock internacional, clásicos, mucho Frank Sinatra, bandas de jazz y blues y un minishow de tango. Sofovich permaneció calmo y muy conversador, siempre en su mesa. También tuvo lugar una barra de whisky y un sector para el juego, con máquinas tragamonedas y ruleta para aquellos a quienes no les gusta la pachanga. Ni Susana ni Mirtha ensayaron paso alguno a la hora del dancing, pero Jorge Rama sí lo hizo, sin alejarse de la diva de los teléfonos.

EL SHOW DE LOS PERSONAJES. Georgina Barbarossa y Miguel Angel Cherutti fueron los últimos en llegar (disculpados por sus labores teatrales) y en irse. Carlos Menem y Carmen Barbieri, que habían prometido estar, fueron los grandes ausentes, igual que Marcelo Tinelli, que después de haberse separado habló por teléfono con Sofovich y le explicó los motivos de su faltazo. Moria Casán no fue invitada por sus diferencias personales con el novio. Benjamín Vicuña pasó a buscar a Pampita a las cuatro de la mañana. Durante toda la noche, la diosa del staff de Pancho Dotto bailó con amigos. Marcela Tinayre desmintió los rumores de divorcio del brazo de Marcos Gastaldi. Y Mirtha hizo lo propio con los que involucraban a su nieta, Juanita Viale, y a su pareja, Gonzalo Valenzuela, recordando que a Juana no le gusta que lo llamen vulgarmente “Manguera”. De entrada, Mauricio Macri y Malala Groba, elegantísimos pero algo despistados, no encontraban su mesa, y pedían ayuda a todo el que se cruzaba por su camino, hasta que un alma generosa les explicó que podían sentarse donde quisieran, siempre y cuando encontraran un lugar.

Agustín, el mayor de los dos hijos varones de Sofía, llegó a la fiesta con todos sus compañeros de rugby, que no pararon de bailar. Tatiana, la nieta de Gerardo, lo hizo con su novio, Sebastián, y la hermana de él, Andrea (además de ser su cuñada, es su mejor amiga). El empresario Daniel Hadad y su esposa, Viviana Zocco, estuvieron de gran charla con Nancy Pazos, su marido, Diego Santilli, y el Negro Oscar González Oro. SIC. “Siempre digo que Sofía es el sol de mi otoño” (Gerardo Sofovich). “¿Viste? Ahí tenés... Para los que hablan de la crisis del séptimo año. Ellos, en lugar de separarse, se casaron” (Anita Tomaselli). “Me pone re contenta que se casen. Adoro a Sofía, porque hace feliz a mi abuelo, y eso es lo que más me importa” (Tatiana Sofovich). “Fue un honor para mí cantarle Nessun Dorma a Gerardo. Hasta yo me emocioné al verle la cara” (Fernando Soler).

FIN DE FIESTA. Después de haber despedido al último invitado, Gerardo y Sofía partieron rumbo al hogar de recién casados, el piso de seiscientos metros cuadrados que el productor tiene en el Palacio Alcorta, con pisicina incluida. Agotados por el festejo, se fueron rápido a descansar, porque el domingo él debía conducir el primer programa del regreso de La noche del domingo en Canal 9. ¿Detalles de la ansiada noche de bodas? Top secret... Pampita y Flor de la V, flanqueadas por sus maridos, Benjamín Vicuña y Pablo Goycochea. Los cuatro fueron los grandes animadores de la noche.

Pampita y Flor de la V, flanqueadas por sus maridos, Benjamín Vicuña y Pablo Goycochea. Los cuatro fueron los grandes animadores de la noche.

¡Pepepepepepé! Las chicas encabezan el trencito de la alegría, con Sofía en medio de sus invitadas.

¡Pepepepepepé! Las chicas encabezan el trencito de la alegría, con Sofía en medio de sus invitadas.

Sofía terminó agotada. Después de bailar con sus amigas durante toda la noche –con zapatillas para la ocasión– la flamante señora de Sofovich llegó a su nuevo hogar: un piso de seiscientos metros cuadrados que Gerardo tiene en el Palacio Alcorta. ¡Libreta de casamiento incluida! Después, la noche de bodas, lejos de los indiscretos flashes.

Sofía terminó agotada. Después de bailar con sus amigas durante toda la noche –con zapatillas para la ocasión– la flamante señora de Sofovich llegó a su nuevo hogar: un piso de seiscientos metros cuadrados que Gerardo tiene en el Palacio Alcorta. ¡Libreta de casamiento incluida! Después, la noche de bodas, lejos de los indiscretos flashes.

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