Viernes 11 de abril, 23:15. ¿Ella? Una sexy morocha de pelo lacio, piel bronceada, con minivestido y curvas peligrosas. ¿El? Un rubio de ojos claros y músculos marcados imposibles de ignorar. Difícil no reconocerlos. Son la modelo Carolina Baldini (35), ex de Diego Cholo Simeone (37), y Fabián (34), el guardavidas con quien se la ve desde febrero. Distendidos, respetan su lugar en la fila de la boletería en el Hoyts General Cinema Unicenter Shopping, en Martínez. El paga las entradas, compra un balde de pochoclo y la infaltable gaseosa. Ella le sonríe, cómplice. Como una premonición de la fuga que protagonizarían después de la medianoche, la dupla exhibe las entradas de una película de terror: El orfanato (ganadora recientemente de siete premios Goya).
Dos horas más tarde, la sala 9 queda vacía. Y, últimos, salen Carolina y Fabián. Al darse cuenta de que los flashes los esperan, pasan de la sorpresa a la desesperada partida del shopping. Carolina corre hasta atravesar el patio de comidas y alcanzar los sanitarios. Fabián avanza hasta el estacionamiento. Allí la espera y habla por teléfono hasta que, treinta minutos después, sale solo del predio y parte en remise. Otros veinte minutos pasan hasta que Carolina ingresa al subsuelo a toda carrera y huye en su camioneta Cherokee negra. Fue casi una hora en la que, definitivamente, lo que los unió fue el espanto.
¿HAY AMOR DESPUES DEL AMOR? A juzgar por la anécdota, Carolina todavía no se acostumbra a la exposición mediática. Ella conoció a Diego Simeone a los 19 años, mientras estrenaba su carrera como modelo en la agencia de Pancho Dotto y él, dos años mayor, triunfaba en el fútbol italiano. Dos años después se casaron –el 22 de julio de 1994– y Carolina renunció a su carrera para seguirlo a Europa, donde llegaron tres hijos: Giovanni (12), Gianluca (9) y Giuliano (5). “No reniego de haberlo seguido, porque me enriquecí como persona”, dice Carolina.
Los años pasaron, el matrimonio volvió y la revancha profesional de Baldini coincidió con el principio del fin. Corría febrero de este año cuando el DT de River Plate decía sentirse “el soltero más codiciado del país” y se publicaban las primeras fotos de Carolina con Fabián, profesor de Educación Física y guardavidas del balneario Imperio Costero de Mar de Ajó. Entonces se dijo que se conocían desde hacía un año, que el flechazo era fuerte y que el rubio deportista había decidido no hablar con la prensa para ganarse la confianza de la morocha, de quien era amigodesde hacía tiempo. “Si hablo van a salir a pegarme. Yo sigo con mi vida normal, como siempre”, le había dicho a GENTE.
Por lo pronto, ella aclara: “La mitad de mi vida fui a veranear a San Bernardo. Tengo un montón de amigos, pero no todos son rubios y de ojos celestes (en referencia a Fabián). Diego y toda mi familia lo conocen, mis hijos también. Por eso lo que me molestó fue cómo se nos relacionó”. Y ratifica que su matrimonio no mejora: “Estamos distanciados, tratando de encontrar lo que se perdió en la pareja… O no… Igualmente, somos muy compañeros. Podemos pasar toda una tarde tomando mate y charlando. No tenemos por qué agarrarnos de los pelos”.
PIDIENDO PISTA. Carolina se quedó en la casa familiar en Nordelta, con sus tres hijos. Y bajo las órdenes de su coach Mariela Anchipi –la nueva novia de Dady Brieva– ensaya tres horas diarias para la quinta edición de Bailando por un sueño. “Ahora es tiempo de pensar en mí”, dice, mientras la alianza descansa en la mesa de luz. Pero la fama tiene precio, aunque ella no lo lleve bien: “Sufrí un desgarro intercostal, me hice una ecografía y una resonancia magnética, y ya se hablaba de que estaba embarazada y no de Diego. Eso me pone mal”, confió telefónicamente al productor Javier Ferruggi y a Venturísimo, el programa que conduce Luis Ventura los domingos a las 9 por La Red (AM 910).
En este contexto, ¿cómo se prepara para enfrentar los escándalos en ShowMatch? “Hablando de frente, siempre y cuando las personas no tengan malas intenciones. Al lado de Diego aprendí un montón sobre lo que es la competencia sana. Por eso, siento que el desafío es conmigo. Voy a tratar de mejorar cada día, dar lo mejor e intentar cumplir el sueño”, aseguró en declaraciones radiales. “Diego me acompañará algún día y traerá a los chicos”, dijo. ¿Y Fabián? “También estará ahí para apoyarme, porque forma parte de mi círculo de amigos”, agregó. Entonces, la pregunta del millón: ¿A cuánto ascenderá el rating de ShowMatch si se da el duelo de titanes…?
La primera foto juntos se la tomaron este verano, en San Bernardo. Ahora, dos meses después, los sorprendieron en Buenos Aires saliendo del cine.
A la 1:15 de la madrugada del sábado, Carolina y Fabián salieron últimos de la sala de cine en la que fueron a ver El orfanato, una película de terror.
Al sentirse descubiertos, él intentó esconderse y esconderla con su campera. Fue imposible. Entonces, partieron separados y sin despedirse.
