“Estoy viviendo el mejor momento de mi vida” – GENTE Online
 

“Estoy viviendo el mejor momento de mi vida”

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Liz Solari (25) siempre fue una muñeca. Cara de nena linda, inocente, que bien puede mutar a femme fatale, ojos celestes, rubia, estilizados 85-59-89. ¿Qué más? Una muñeca Barbie made in Argentina. “Como todas las chicas, siempre soñé con parecerme a Barbie. A eso jugaba en mi infancia… ¡cuando no me involucraba en los juegos de mis hermanos! Ella era mi muñeca favorita y hoy me toca representarla, darle personalidad, aportarle un valor agregado sobre un escenario. Es increíble…”, cuenta Liz desde México, hasta donde la llevó esta aventura llamada Barbie Live! Un recorrido que empezó en el teatro Opera de Buenos Aires, continuó por el interior del país y le fue tan bien que –antes de su posible irrupción en la pantalla ¿de Canal 13?– los directivos estadounidenses que la contrataron la tentaron para una gira latinoamericana. Y el punto en el mapa fue México.
La mejor alumna que tiene Pancho Dotto por estos días se presentó junto a sus príncipes y princesas de Barbie Live! en el teatro San Rafael (equivalente a un Gran Rex, con capacidad para 1.700 espectadores) del Distrito Federal. Cincuenta funciones de miércoles a domingo, siempre a sala repleta. La vieron unas 85.000 personas y ya tiene varias ofertas para instalarse en el país que fue testigo de su infancia.
Son las once de la noche del último domingo de octubre y Liz acaba de saludar al público chilango por última vez, porque la próxima parada de la obra es Puebla. “Cuando decidí ponerme el vestido de Barbie no sabía qué iba a ocurrir. A medida que corrían los días en el Opera me fui enamorando del proyecto y me empezaron a pasar cosas que nunca hubiera soñado…”, cuenta Liz.

–¿Cómo ha sido el feedback con el público mexicano?
–Son diferentes a nosotros. Es un público muy familiar, con muchas niñas. Estoy sorprendida de la calidez con que nos recibieron. Llegaron todos con los disfraces de la obra, igual que en Argentina… Eso me hace sentir muy feliz. Yo viví algunos años en México cuando a mi papá le tocó entrenar aquí, en Guadalajara, pero nunca había estado en el DF. Me llamó mucho la atención que en algunos momentos de la obra la complicidad fuera incluso mayor que en Buenos Aires.

–¿Sentís que la devolución del teatro es diferente a la de la pasarela?
–Claro que lo noté. Me siento más conectada con el público, porque pongo el alma. Es algo que me nace desde adentro, con naturalidad. Estoy muy agradecida de tener este trabajo. Me costó conseguirlo, porque no buscaban a una persona conocida y tuve que audicionar como anónima. Me siento muy realizada.

–¿En qué lugar de tu carrera ponés esta obra?
–Estoy viviendo el mejor momento de mi vida. Nunca un trabajo me hizo tan feliz. Viví cosas increíbles en mi carrera, y todo sirvió para que una llegue a esto. Cuando hacés algo sentido, la gente se da cuenta y la conexión se percibe.

–Sos una defensora de Barbie, ¿creés que las mujeres tendrían que ser tan perfectas como ella?
–¡No! En la Argentina hay un problema cultural, donde se plantea lo estético como lo más importante en la vida de las personas. El mensaje de Barbie no es ése: está mal interpretado por la gente. Cuando era chica no tomé a la Barbie frívola, sino que me creaba el mundo de ella y Ken, la familia, sus hijitos…

–No parecés una chica pro-cirugía…
–No estoy en contra de la cirugía cuando es algo sano. Pero en nuestro país hay una obsesión por lo estético, y la gente dejó de cultivar la parte interior. En definitiva, es lo que queda cuando se cae la estantería y lo que hace que tu compañero se quede a tu lado.

–Después de traspasar la frontera argentina, ¿sentís que la pasarela te queda chica?
–Son cosas muy diferentes. El modelaje lo transité durante ocho años, y siempre me va a acompañar. Pero me encanta esto que me pasa, lo disfruto. También lo considero un puntapié para arrancar y seguir con la televisión, el cine o haciendo comedia musical en teatro, que me encanta.

–¿Te costó alejarte de tu novio, Diego Balut, justo ahora que está presentando su primer disco, Lógico?
–¡¿Podés creerlo?! Lo vi en The Roxy y en Villa Carlos Paz. Pero me tocó viajar a México justo cuando hizo su primer Gran Rex. Me pegó en el alma, porque estamos súper enamorados. Por suerte los dos nos sentimos muy proyectados en nuestras carreras y eso ayuda a bancar algunas cosas como la distancia. El es músico de alma y estoy feliz, porque está encaminadísimo en su vocación. Igual, quedó todo filmado y recién arranca (Diego fue modelo durante años, y ahora se lanzó como cantante), así que voy a poder verlo muchas veces.

–Volviendo a Barbie: además de Ken, no se le conoce ningún amante ni novio… ¿Vos también sos de esas idealistas que creen en el amor para toda la vida?
–Con Dieguito vamos a cumplir cinco años, y yo creo en el amor que se tiene que reinventar y alimentar todo el tiempo. Yo tengo el ejemplo de mis viejos, que después de 35 años siguen súper enamorados, pero también tendrán sus bajones y no dejan de lucharla.

–¿Y en estos días en México se acercó algún chilango ofreciéndole a la Barbie argentina ocupar el lugar de Ken?
–¡Olvidáte! Acá la gente es re amorosa, pero no hubo propuestas raras. Además, tengo una red de contención importante, con Pancho Dotto a la cabeza. Estamos muy enfocados en esto; nos juntamos con Televisa y tenemos propuestas para quedarnos, modelar, hacer televisión…

–¿Te ves viviendo otra vez en México, como en tu infancia?
–Sería toda una decisión, pero éste es un mercado muy importante y yo me siento parte de este país. Así que, si sale algo y Diego acepta continuar su carrera acá, por ahí hacemos las valijas...

La Barbie argentina ofreció cincuenta funciones a lleno total en el D.F. Aquí, Liz en el Paseo de la Reforma.

La Barbie argentina ofreció cincuenta funciones a lleno total en el D.F. Aquí, Liz en el Paseo de la Reforma.

Liz en su camarín del teatro San Rafael del Distrito Federal. El lugar tiene capacidad para 1.700 personas y Barbie Live! ofreció 50 funciones a lleno total. “Me sorprendió el público, por lo participativo. Y lo que más me gustó fue que todas las nenas llegaban con sus vestiditos. Eso fue muy tierno”, cuenta la Indiecita.

Liz en su camarín del teatro San Rafael del Distrito Federal. El lugar tiene capacidad para 1.700 personas y Barbie Live! ofreció 50 funciones a lleno total. “Me sorprendió el público, por lo participativo. Y lo que más me gustó fue que todas las nenas llegaban con sus vestiditos. Eso fue muy tierno”, cuenta la Indiecita.

La modelo aprovechó para conocer las bellezas del país. Su manager, Pancho Dotto, la acompañó hasta el final. Juntos recorrieron una de las ferias típicas del DF. Durante su infancia, Liz vivió en México, aunque no conocía el Distrito Federal. Aprovechó la postal del Palacio de Bellas Artes y viajó hasta los templos milenarios de Teotihuacán. En uno de sus pocos momentos de relax visitó las playas de Acapulco.

La modelo aprovechó para conocer las bellezas del país. Su manager, Pancho Dotto, la acompañó hasta el final. Juntos recorrieron una de las ferias típicas del DF. Durante su infancia, Liz vivió en México, aunque no conocía el Distrito Federal. Aprovechó la postal del Palacio de Bellas Artes y viajó hasta los templos milenarios de Teotihuacán. En uno de sus pocos momentos de relax visitó las playas de Acapulco.

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