“Estoy segura de que mi marido no lavó dinero ni tiene un hijo oculto” – GENTE Online
 

“Estoy segura de que mi marido no lavó dinero ni tiene un hijo oculto”

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Quedate tranquilo, que yo no me bajo de la gira. Para mí, ya pasó lo peor”, le decía Iliana Calabró a su productor en el camarín de La Bohemia, un coqueto teatro de la localidad bonaerense de Vedia. La pequeña casa de artes construida hace poco más de un año cuenta con 120 localidades, y allí colgaron el cartel de “entradas agotadas” por la llegada de la hija mayor de Juan Carlos Calabró, que por estos días se convirtió en “la mujer de Fabián Rossi”. La referencia es obvia: el marido de Iliana fue involucrado en una investigación por lavado de dinero de Periodismo Para Todos (PPT), el programa de Jorge Lanata, y desde hace siete días es una de las personas más buscadas por la prensa.

“Esta situación me sobrepasó. Estuve encerrada toda la semana, escondida como si fuera una rata, sin tener que ocultar nada. Lanata le puso a mi esposo el mote de ‘mafioso’, pero no mostró ninguna prueba seria”, dice Iliana (46), que hoy presenta su obra Mi mamá, mi hijo y mi cocina en este pueblo de ocho mil habitantes al noroeste de la provincia de Buenos Aires. Hoy, domingo, Iliana rompe el silencio con GENTE en el hotel Avenida, el sencillo albergue que la aloja en Vedia. “Resulta que ahora Rossi (48) tiene otra mujer, hijos en Panamá, lava dinero. Lo único que falta es que digan que mi papá es El Padrino...”, se ríe irónica la vedette, que nos pide seguir la charla después de la emisión de PPT. Así continuamos...

–¿Cómo te sentiste después de ver el último programa de Lanata?
–Mejor, aliviada. Lanata había dicho que Rossi estaba “hasta las bolas” y que el domingo iba a poner en el tapete todas las pruebas. Anoche no probó nada, y realmente eso me relaja.

–¿Le pediste explicaciones a Rossi cuando escuchaste que tenía una familia paralela?
–La verdad que me superó la situación y me quedé callada. Considero que las cosas en caliente no llevan a nada. Era momento de callar y de pensar; y para eso necesitaba estar sola. Le pedí que me dejara pensar tranquila en casa, para hacer una sincera elaboración que me sirvió para entender que Lanata había gestado una trama paralelamente: metió a mi familia para que su caso resonara.

–¿Creés que tu marido pueda tener otra mujer y un hijo en Panamá?
–Un hijo seguro que no, porque nadie sabe lo que es como padre. No te das una idea lo que ha sufrido esta semana alejado de Nicolás y Stéfano. El no soportaría un año sin ver un hijo; eso me queda súper claro.

–Por lo que decís, no descartás que haya tenido una amante.
–Y lo otro será algo que, en caso de probarse, yo tendré la decisión de cómo sigue la pareja y la última palabra. Obviamente, nosotros siempre vamos a consensuar todas las decisiones, y en ese caso él me respetará. Pero hasta ahora me parece que todo ha sido una operación armada para despertar interés.

–Lo decís como si siguieran un libreto.
–Es que ha sido una operación muy bien pergeñada, precisamente, para despertar interés. Esta historia tiene todos los condimentos para mantener a la opinión pública atenta, porque todos esos a quienes no les interesa una investigación, están atentos al culebrón de los Calabró. Pero a nosotros nos ensució la familia.

–¿Si Rossi fuera culpable lo defenderías igual?
–No, porque los culpables deben pagar. Pero pensá esto: mi marido no tiene necesidad de incurrir en un delito. Si nosotros siempre llevamos una buena vida... Un kamikaze puede hacerlo, pero nosotros no teníamos nada por ganar y sí mucho por perder.

–Vos decís que tienen una vida muy austera, pero tu marido maneja un Mercedes Benz.
–Mirá, el auto es mío, no de Rossi. Pero no lo uso: prefiero andar en taxi. Yo no tengo grandes lujos. Disfruto más de una cena con amigos que de un cóctel en un hotel cinco estrellas vestida como una muñequita. Quizá porque nunca me faltó nada, y no soy de gustos caros. ¿A Rossi? A él le gusta tomarse un rico champagne, quizá andar en un buen auto, pero te juro que disfruta más del asadito familiar.

–¿Tu padre, Juan Carlos, le creyó a Fabián?
–Hoy por hoy papá es el que más importa. Por suerte él está tranquilo y confía que con el tiempo la verdad salga a la luz. Esta semana tuvo una evaluación bárbara, quizá los mejores avances desde que comenzó con sus problemas de salud. (N. de la R.: Juan Carlos debe hacerse diálisis tres veces por semana).

–¿Por qué Rossi buscó hacer negocios con un tipo de dudosa fortuna como Leonardo Fariña?
–El no se acercó; asesoraba a una empresa y Fariña fue un cliente más. Fabián se convirtió en un asistente de lujo. Cuidaba a un cliente que podía generar buenos dividendos a su empresa. Y a nosotros no nos cambió el status de vida cuando apareció Fariña. Incluso yo le pedí a Rossi que se abriera de su lado, porque se estaba transformando en un “che pibe”.

–¿Cómo te cayó el raid mediático de tu hermana Marina?
–La verdad que me sentí dolida. Ella sembró la duda y le terminó creyendo a Lanata por encima de la persona que conoce desde los once años. En otras ocasiones yo he puesto la cara por ella y esperaba la misma reacción. No soy rencorosa, todo se me pasa.

–¿Le pediste que no hablara más?
–Sí. Entiendo que tuvo presiones, pero igual no la justifico. Me dolió que no entendiese la importancia que yo le ponía a que se retire de la escena, para que esta investigación fluyera lejos de los mediático y para el lado serio. Si no, se quedaba en el culebrón.

–¿Por qué dijiste que Lanata usó a tu hermana? ¿Qué sentido le das a esa declaración?
–Así lo siento. Lo hizo para desprestigiar más a mi esposo. El le recomendó que me abriera, que lo dejara a mi marido. ¿Para qué? Si yo le soltaba la mano, el caso iba a ser cosa juzgada, porque Rossi pasaba a ser “un garca” y era una forma de darles credibilidad a sus hipótesis después de que se le dieron vuelta los cachivaches de Fariña y Federico Elaskar.

–Los Calabró eran fanáticos de Jorge Lanata. ¿Qué piensan hoy?
–Para mí, hoy perdió toda la credibilidad. Si vos decís “Rossi está hasta las bolas”, y después la única prueba que mostrás es un mail de una persona que hace una operación para el titular de la empresa para la que trabaja... ¿dónde está el ilícito? Pero sigue sosteniendo su verdad y encima dice: “Los que no me creen son todos unos boludos”. Lanata nos manchó, nos cargó una cruz en la espalda con algo que no pudo comprobar... A Rossi lo banco a muerte.

El sábado al mediodía, Iliana en el balcón de su semipiso frente al Botánico. Ese día decidió no acompañar a su padre a diálisis, por el acoso de la prensa.

El sábado al mediodía, Iliana en el balcón de su semipiso frente al Botánico. Ese día decidió no acompañar a su padre a diálisis, por el acoso de la prensa.

La familia unida: Juan Carlos y Coca. Al centro, Marina con su hija Mía (4) en brazos y su ex, Martín Virasoro. A la derecha, Iliana y Rossi.

La familia unida: Juan Carlos y Coca. Al centro, Marina con su hija Mía (4) en brazos y su ex, Martín Virasoro. A la derecha, Iliana y Rossi.

El miércoles 27 de abril de 2011, Karina Jelinek y Leonardo Fariña se casaron por Civil. Fabián Rossi fue el encargado de todos los detalles de la fiesta. “Lo hizo porque Fariña era su cliente. Seguramente cobró por sus servicios”, dice Iliana. La fiesta fue en el Tattersall de Palermo, un día después.

El miércoles 27 de abril de 2011, Karina Jelinek y Leonardo Fariña se casaron por Civil. Fabián Rossi fue el encargado de todos los detalles de la fiesta. “Lo hizo porque Fariña era su cliente. Seguramente cobró por sus servicios”, dice Iliana. La fiesta fue en el Tattersall de Palermo, un día después.

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