“Estoy más feliz que cuando gané mi primer título” – GENTE Online
 

“Estoy más feliz que cuando gané mi primer título”

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“Papá, poné la pava y avisále a la familia que en una hora estoy en casa”, anticipó Juan Martín Del Potro en la tarde del sábado 6. Luego de cortar la comunicación telefónica, Daniel, padre del mejor tenista argentino del 2008, comenzó a correr como un loco por toda la casa. “Dani, ¿qué te pasa?”, preguntaron Patricia y Julieta, mamá y hermana del jugador de tenis, mientras se preparaban para ver el partido entre Argentina y Paraguay. “Me llamó Juan y me dijo que en un rato llega a la ciudad”. La respuesta de Daniel terminó por alterar a todos. Juan Martín del Potro estaba llegando a Tandil casi en secreto, y nadie tenía tiempo de preparar nada. Entonces, lo primero que se le ocurrió a la familia fue llamar a Miguel Calvo, periodista de una radio tandilense (FM 104.1) y amigo de la familia, para que diera la noticia al aire. “¡Queremos avisarles a todos que en media hora Juan Martín estará llegando a Tandil! ¡Invitamos a los vecinos a reunirse en la Ruta 226 y Espora con banderas argentinas, para darle el recibimiento que se merece!”, arengó, exultante, el locutor de turno.

Un rato más tarde, sin importar que se estuviera jugando el segundo tiempo de Argentina-Paraguay, más de 300 personas se acercaron para darle la bienvenida a este tenista que nació el 23 de septiembre de 1988, y que este año dejó de ser una promesa para convertirse en uno de los mejores del mundo, luego de ganar cuatro títulos consecutivos (Stuttgart, Kitzbühel, Los Angeles y Washington) y estar 23 partidos sin conocer la derrota. Hoy, Del Potro aparece en el puesto número 17 del ranking mundial de la ATP (cuando ganó su primer título estaba 65º) y seguramente será uno de los singlistas del equipo argentino en la inminente semifinal de la Copa Davis ante Rusia. Tantos pergaminos cosechados en los últimos meses hicieron que en pocos minutos el lugar de encuentro se colmara de autos, llevando tandilenses con banderas, globos celestes y blancos, camisetas de Boca (club del cual Juan es fanático), pirotecnia y distintos elementos de percusión. Y aunque era el Día del Bombero Voluntario, y en el cuartel sólo estaba el sereno, enseguida consiguieron una autobomba para pasearlo por las calles de la ciudad serrana.

Cuando el Honda Civic negro conducido por el propio tenista llegó al lugar, la fiesta fue completa. Patricia, su mamá, fue la primera en saludarlo: “Hola, hijo, bienvenido. Acá estamos todos los que te queremos”, le dijo emocionada antes del abrazo y del llanto, que no pararía en toda la tarde. Más audaz y menos sentimental, Julieta, la hermana dos años menor (a quien Juan le regaló el Mercedes Benz SLK 350 blanco que le entregaron como premio por su título en Alemania), subió con él a la autobomba de color amarillo y lo acompañó durante todo el recorrido. “La verdad, no esperaba algo así; estoy muy emocionado. Quiero darles las gracias a todos los que me prepararon este recibimiento. Es uno de los días más alegres de mi vida”, fueron las primeras palabras que el tímido Juan les dijo a quienes habían desafiado los 6 grados de sensación térmica para saludarlo.

Con cantitos futboleros, sus ex compañeros del Colegio San José, en el que Juan hizo desde el Jardín de Infantes hasta 5º año del secundario (terminó rindiendo libre), también estuvieron presentes. “Ahí está/lo tiene ahí/ésta es la Torre de Tandil” o “Vení, vení/bailá conmigo/que con Del Potro/la Copa Davis vamos a ganar”, fueron los que más sonaron durante el trayecto, que terminó en la sede del Club Independiente, donde comenzó a jugar a los 6 años, cuando un amigo le prestó una raqueta. Ahí mismo, en la puerta del lugar que lo vio nacer como deportista, Juan Martín dejó la frase del final: “Estoy viviendo un sueño. La verdad, es muy lindo lo que me está pasando. Y después de este recibimiento… ¡estoy más feliz que cuando gané mi primer título! Ojalá que lo pueda retribuir ganando la Copa Davis con todo el equipo”, dijo, se emocionó y se quebró. Una ovación de gritos, aplausos y bocinazos fue el corolario de una merecida bienvenida. Juan saluda a los tandilenses, entre ellos familiares y amigos, que le prepararon un recibimiento inolvidable. Atrás, Julieta, la hermana de 17 años que en el último cumple recibió como regalo de su hermano el Mercedes Benz SLK 350 que Juan ganó en el torneo de Stuttgart.

Juan saluda a los tandilenses, entre ellos familiares y amigos, que le prepararon un recibimiento inolvidable. Atrás, Julieta, la hermana de 17 años que en el último cumple recibió como regalo de su hermano el Mercedes Benz SLK 350 que Juan ganó en el torneo de Stuttgart.

En homenaje a los Bomberos de Tandil en su día, Juan también tuvo tiempo de ponerse el casco y bromear para las fotos.

En homenaje a los Bomberos de Tandil en su día, Juan también tuvo tiempo de ponerse el casco y bromear para las fotos.

La alegría de Juan lo dice todo. Sin dudas, ésta fue su mejor temporada deportiva. Además de los cuatro títulos, llegó a los cuartos de final del Abierto de los Estados Unidos, donde perdió con el escocés Andy Murray.

La alegría de Juan lo dice todo. Sin dudas, ésta fue su mejor temporada deportiva. Además de los cuatro títulos, llegó a los cuartos de final del Abierto de los Estados Unidos, donde perdió con el escocés Andy Murray.

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