Hacía un par de minutos, nomás, que David Nalbandian había despachado al chileno Fernando González -la revelación de 2002- sobre la carpeta sintética del Davidoff Swiss Indoor Championship en Basilea, Suiza, por 6-4, 6-3 y 6-2. Instantes desde que había cerrado el puño como a
ustero festejo por la enorme copa y el cheque de 133 mil dólares.
El suizo Heinz Gunthard -ex tenista y entrenador, hoy periodista- tomó el micrófono en el court y preguntó con helvética sobriedad, pero impresionado por el despliegue de Nalbandian (1,80 de altura, 78 kilogramos, diestro), de dónde provenían sus ganas para correr cada pelota como si fuera la última. El cordobés, sin contener la carcajada, apeló a una lógica casi tan contundente como su drive: "Y… tengo 20 años". Desmintámoslo ya. No es lo único que tiene.
El Tifón de Unquillo, tras un bajón post final del mítico Grand Slam de Wimbledon, recuperó juego y fibra. Y volvió a la victoria en una superficie esquiva para nuestras raquetas: desde 1983, cuando Guillermo Vilas venció en Richmond, ningún compatriota ganó sobre carpeta sintética. Aquí y ahora, es el number one de la Argentina, tras desplazar a Willy Cañas. Ganó dos títulos en el año (antes se alzó con Estoril). De 1.133.000 dólares que embolsó en toda su carrera, 896.682 los ganó este 2002. ¿Es todo? No, hay más.
La yapa puede llegar por estos días y en París: si gana el Master Series allí -y no suman Albert Costa ni Tommy Haas-, puede alcanzar a jugar el Torneo de Maestros en China, algo que un argentino no consigue desde 1983, cundo lo disputó José Luis Clerc. "Estoy listo para ser un top ten. Esperaba disfrutar mis vacaciones después de la próxima semana. Pero prefiero tener menos vacaciones y jugar en Shanghai", dijo con el trofeo suizo en la mano.
David sigue peleando contra los gigantes. Y la historia le dice que sí, que se puede
Nalbandian con la copa que ganó en Basilea, Suiza. Se transformó en el mejor argentino del ranking. Si repite en el Master Serie París, podría llegar al Torneo de Maestros en Shanghai.
