«Esto de los premios y los castigos no es otra cosa que un aumento encubierto» – GENTE Online
 

"Esto de los premios y los castigos no es otra cosa que un aumento encubierto"

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Lunes 3 de mayo. Nubes, humedad, frío. En la calle, y también en la casona
(Callao 225) de ADECUA (Asociación de Defensa de los Consumidores y Usuarios de
la Argentina), una ONG nacida hace ya una década. GENTE con su presidenta,
Sandra González.

-Hace frío, señora.
-Mucho, sí.

-Buen día para prender la estufa de gas…
-Es cierto. Pero no se olvide de que estamos en una crisis energética…

-Me enteré, sí.
-Pero usted, yo y todos nos enteramos demasiado tarde.

-¿Por qué?
-Porque el gobierno, que conoce el problema desde hace tiempo, lo reconoció
recién ahora. Demasiado tarde…

-¿Pudo hacerlo antes?
-Sí. Como lo hizo el gobierno de Brasil, por ejemplo, casi al asumir.

-¿Le gustan las palabras premios y castigos?
-No me gustan nada. ¡Nada! ¿Castigo a qué? ¿A usar un servicio que pagamos,
y a buen precio? ¿Y bajo qué condiciones?

-¿En qué sentido?
-Si tenemos que pagar más, debemos exigir claridad en las reglas.

-¿No la hay?
-Para nada. Primero dijeron "no entra el usuario residencial": la gente
común. Pero después, al leer la resolución, queda claro que no es así. Que hay
trampa. Le juro que cuando leí la última resolución (¿será la última?), se me
ulceró un ojo. De furia…

-Vamos a los límites. Mil metros cúbicos de gas por año y seiscientos
kilovatios por bimestre, ¿es mucho, poco, o más o menos?
-Es poquísimo. Va contra todo sentido común. Eso lo gasta cualquier familia
normal. ¡Hasta un matrimonio sin hijos! Y para colmo, el gobierno impone esos
límites cuando el invierno ya está encima. ¿Qué va a pasar en las casas en las
que hay bebés, o enfermos, o ancianos?

-¿Cómo define esta situación, señora?
-Claramente, es un aumento encubierto. Y para colmo, la medida ni siquiera
está reglamentada: todos los días dicen algo distinto, y todos los días cambian
las reglas del juego. Además, hay una enorme desproporción entre los premios y
los castigos…

-¿Cuál?
-Si gasta menos del 95 por ciento que el año pasado, el premio es del 10 por
ciento sobre la facturación. Pero si gasta más (aunque sea muy poco más…), ¡el
castigo es del 45 por ciento sobre el excedente! Eso, sin contar que todos
pagamos, entre IVA y otros impuestos, un 45 por ciento.

-¿Cuál es, a su juicio, el punto más grave de esta medida?
-Que se trata, lisa y llanamente, de un cambio de tarifas.

-¿No es facultad del gobierno?
-No sin antes convocar a audiencia pública. Aquí, el gobierno no convocó a
audiencia pública, no consultó a las asociaciones de consumidores para una
renegociación de los contratos, no reglamentó la medida, ¡y la puso en marcha el
primero de mayo! Ya está corriendo, y todavía la gente no entendió nada…

-¿Qué le preguntaría al gobierno?
-Qué va a pasar con los quince millones de argentinos que no tienen gas
natural. Que usan garrafa: un servicio que hace dos años aumentó el 200 por
ciento, y que consumen los sectores más pobres.

-¿A qué atribuye este fenómeno?
-A que no hay, en esta materia, políticas de Estado. Es cierto que los
argentinos tenemos que aprender a usar la energía racionalmente, sí. Es una de
las deudas pendientes que tenemos. Pero lograr que la gente comprenda su
responsabilidad exige, primero, fuertes campañas de educación y de toma de
conciencia. Pero jamás se hace una campaña. Las empresas nos mandan consejos,
¡pero junto con la factura! Conclusión: leemos la factura, no el consejo. Pura
improvisación, como siempre. Y no sólo de este gobierno: de todos, y a lo largo
de décadas.

-¿Qué otra cosa le preguntaría al gobierno?
-¿Qué va a hacer el Estado para ahorrar energía? ¿Va a apagar las luces de
los edificios públicos, que siempre están encendidas? ¿Va a prohibir los
espectáculos nocturnos? ¿Va a iluminar las autopistas al mínimo? ¿Les va a
prohibir a los comerciantes tener iluminadas sus vidrieras? ¿O sólo va a sufrir
-y a pagar- la gente común de clase media, que ya está devaluada? Además…

-¿Más todavía?
-Por supuesto. ¿Quién me prueba que gasté de más? ¿Quién controla a los que
controlan los medidores? ¿Cómo sé que no me cobran de más, si en este país los
organismos reguladores no funcionan, son casi inexistentes? ¿Por qué no hay una
tarifa social para los ancianos y los enfermos?

-¿Pudo hacerle estas preguntas a algún funcionario?
-Pedimos muchas audiencias, pero no nos llevan el apunte. Los funcionarios y
los dirigentes políticos son muy soberbios: no oyen ni dejan participar a nadie.
En otros países, los gobiernos se nutren de las ONG y hasta de la oposición,
pero aquí…

-¿Qué peligros se avecinan?
-Ayer, una mujer me dijo: "Si compro una garrafa, no como". Como hay miles,
millones en esa situación, recurrirán al kerosén o al brasero. Eso significa
monóxido de carbono: algo que no tiene color ni olor, y que todos los años
intoxica y hasta mata gente. Por otra parte, ¿quién nos asegura que nos den la
presión de gas correcta? Porque con la presión correcta, hornear un pollo tarda
una hora, pero con menos, ¡tres horas! En consecuencia, se gasta más. Y la
electricidad, lo mismo: ¿cómo sabemos si nos mandan 220 voltios, o menos? Si los
aparatos eléctricos se agotan o se queman, ¿quién se hace cargo? Además, estamos
hartos de las mentiras semánticas…

-¿Qué son las mentiras semánticas?
-El gobierno dice que esto no es una crisis: que es una emergencia. ¡Por
favor! Como si cambiar la terminología cambiara en algo la situación…

-¿Qué otros problemas le acerca la gente?
-Infinitos. Hace unos días, otra mujer me dijo: "Yo me voy a exceder en el
consumo, seguramente". Le pregunté por qué, y le ofrecí consejos. "Porque los
riñones no me funcionan, y tengo que hacer diálisis en mi casa. Si ahorro
energía, me muero. Así de sencillo". ¿Se da cuenta?

-Me doy. Frente a esta emergencia, ¿qué van a hacer ustedes, la gente de
ADECUA?
-Si el gobierno no quiere dialogar, pasaremos a la acción directa.

-¿Qué es la acción directa?
-La gente en la calle.

-¿Como Juan Carlos Blumberg?
-Sí. Aunque salvando las distancias, claro. Iremos con la gente y para la
gente. Si hubo una carpa docente, bien puede haber una carpa de consumidores.
Aunque ya no somos consumidores ni usuarios…

-¿Qué somos?
-Consumidos y usados. Pero cuidado…

-Cuidado, ¿por qué?
-Porque la gente está harta -¡harta!- de que le mientan.

…¿es lo que les espera a los argentinos a lo largo del invierno? Sandra González grafica el problema (o el drama) con una imagen más que elocuente.

…¿es lo que les espera a los argentinos a lo largo del invierno? Sandra González grafica el problema (o el drama) con una imagen más que elocuente.

Me pregunto: ¿quién controla a los que controlan los medidores? ¿Cómo sé que no me cobran de más, si en este país los organismos reguladores casi no existen?"">

"Me pregunto: ¿quién controla a los que controlan los medidores? ¿Cómo sé que no me cobran de más, si en este país los organismos reguladores casi no existen?"

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