Se quedó con las ganas de recorrer la pobreza de Calcuta y de admirar la belleza arquitectónica del Taj Mahal. Pero esos quince días en Goa le bastaron para disfrutar de la India más cálida y exótica. Se prometió volver el año que viene. Y quienes la conocen saben que lo hará.
Leticia Brédice (31) fue invitada como jurado para participar del Festival de Cine de la India. No bien le llegó la propuesta por parte del INCAA dio un rotundo “sí”. Más tarde, claro, debió atenerse a las consecuencias. Porque no eran pocas sus obligaciones en Buenos Aires: está con la dirección de Ravisnovia (su primera obra teatral, guión incluido, que presentará en abril), con una película que filmará bajo las órdenes de Santiago Loza, con la conducción de Bailando en la oscuridad (el programa que tiene en Radio de la Ciudad, 1110 AM, que va de lunes a viernes a las 0 horas), y con Indio (su hijo), que no es poco.
Primero, ordenó su agenda. Después, voló hasta Asia. Allí, en la costa occidental del subcontinente indio, a 400 kilómetros rumbo sur de Bombay, la ciudad que alberga a la industria cinematográfica más grande del mundo, paró durante quince días. Evaluó unas 52 películas de todos los orígenes, presentó Paloma y gorrión (uno de sus cortos solidarios) y convivió con los herederos de Gandhi. “Fue una experiencia tan fuerte que llevo tres días en Buenos Aires y todavía no caigo. Me cuesta adaptarme a esta otra realidad. A nivel profesional fue magnífico, porque el Festival arrancó con Volver, la última película de Almodóvar, y cerró con la proyección de Babel, la cinta del mexicano Alejandro González Iñárritu que protagoniza Brad Pitt. El evento tuvo una sección especial dedicada al cine argentino, donde se proyectaron Chile 672 (de Pablo Bardauil) y El buen destino (de Leonor Benedetto) entre otras…”.
–¿Y allá te conocían?
–Por la calle no saben ni quién es Maradona. Pero algunos de la industria del cine que vieron Nueve reinas me tenían muy presente. Lo importante es que pude hablar de nuestro séptimo arte, contar que acá es muy barato filmar y que tenemos los mejores profesionales para hacerlo. El mercado indio es muy importante para los argentinos, porque allá producen 1.500 películas al año. Nos vendría genial que decidieran hacer sus producciones acá.
–¿Y a nivel personal qué vivencias trajiste?
–Extrañé mucho a Indio y a Juampi (Sanguinetti, el músico, su pareja) que me acompañaron los primeros días, pero debieron regresar antes. Además, me hizo valorar aún más mi espíritu. Si bien la llegada de mi hijo fue un acontecimiento que me cambió la vida, este viaje fue un verdadero mimo al alma y una revalorización de la moral y los valores.
–¿Volviste más mística?
–Estuve en la tierra de Gandhi, un revolucionario pacífico, de la Madre Teresa de Calcuta, una Nobel de la Paz… Si cuando volvés de ahí no lográs sentirte distinto, mejor preguntáte qué te pasa.
De intercambio cultural en el Templo de la Mujer.
Primer plano: jugando con una pluma de un pavo real que le obsequiaron. Foto que le tomó Juan Pablo Sanguinetti, el papá de su hijo Indio, durante los días que compartieron en familia en Goa.
