“Este país me obsequió lo más preciado para una mujer: una historia de amor” – GENTE Online
 

“Este país me obsequió lo más preciado para una mujer: una historia de amor”

Actualidad
Actualidad

"Aíto, cuando llegue a la Argentina me encantaría recibir a todos los fans, pobrecitos, que seguramente me esperarán de madrugada en la puerta del hotel”, le pidió la reina de Barranquilla, desde Santiago, al cuñado. “Por supuesto”, contestó el hermano de su novio, quien, claro, al rato cumplió. Porque cuando eran las tres de la mañana del jueves 23, apenas desembarcó del jet privado que la trajo desde Chile, la estrella pudo cumplir su deseo, al mismo tiempo que recibía cierta sabrosa sorpresa: un kilo de dulce de leche.

–¡¿Para mí?! –abrió sus famosos ojos castaños la colombiana.
–Sí, Shakira, claro –le contestaron sus admiradores más incondicionales.
–¡Qué dulces!
–Como vos.
–¡Y además es Havanna, mi preferido! Siempre lo dije: aquí me siento como en el paraíso. ¿Y en qué paraíso puede faltar el dulce de leche?

Y ESTOY AQUI, QUERIENDOTE. Pronto entró a La Mansión del hotel Four Seasons para hospedarse en la suite Mozart, esa que alguna vez ocuparon Mick Jagger y Bono (180 metros cuadrados; baño único en Latinoamérica con un lavabo de mármol de Carrara y canillas de oro; menú de jabones y champúes franceses). También alquiló otras 31 habitaciones (las seis restantes de la majestuosa casona y 25 en la torre principal) para que se aloje su familia y la delegación del tour Fijación Oral 2006. ¿Exigencias de estrella? Pocas: agua mineral San Pellegrino (importada de Italia), frutas y verduras, y flores de colores claros. Aparte de almohadas de duvet. ¿Costumbre? Asomarse al balcón para darle –a la distancia– el besito de las buenas noches a cada uno de los seguidores que dormían en la vereda.

PRIMERA ESCALA, PRIMERA DAM
A. “Me adelantaron que eras una bella mujer, pero no pensé que tanto”, le lanzó Shakira a Cristina Fernández de Kirchner cuando ingresó al despacho presidencial. “Bueno, bella sos vos y además, una de las mujeres más talentosas del continente”, devolvió gentilezas la Primera Dama, que estaba acompañada por su marido, Néstor Kirchner. El encuentro, gestado por el secretario de Comunicación, José Albistur, tuvo como eje central a la fundación ALAS, América Latina en Acción Solidaria, que lucha por mejorar las condiciones de nutrición, salud y educación de los niños latinoamericanos. “Fue un encuentro muy interesante. Es bueno que las personas preocupadas por los temas sociales nos reunamos. La senadora tiene un gran compromiso”, dijo Shakira (que además preside la fundación Pies Descalzos) en los pasillos de la Rosada, lugar que nunca antes había visitado, ni siquiera durante el gobierno de su suegro, Fernándo de la Rúa. Allí, además de firmar autógrafos para los hijos del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, invitó a los funcionarios a presenciar el show. “No la imagino a Cristina saltando en Vélez”, la excusó alguien. Claro que la platea fue aprovechada por Florencia, la hija del matrimonio presidencial. Cristina, por su parte, le prometió a Shakira intentar estar el 12 de diciembre en Panamá, cuando Gabriel García Márquez sea nombrado presidente internacional de la fundación ALAS.

PARIENTES, CARNES Y PSICOLOGO.
Los De la Rúa juran que no hubo ni hay celos por el coqueteo de Shakira con los K. Es más, el ex presidente (que se declara fanático de su nuera) aprobó la visita del jueves a Balcarce 50. De regreso, luego de visitar en Barrio Parque –por motivos que no reveló– al terapeuta de su novio (Antonito no viajó a la Argentina, sino que “permaneció en México ultimando detalles del cercano nombramiento de García Márquez”, comentaron las voces oficiales), la cantante casi no salió de su suite. Aunque pareció que sí: la pasajera parecida a Shakira que se bronceaba alrededor de la pileta no era la diosa pop, pese a los interminables disparos de los fotógrafos. Pero sigamos… A las nueve de la noche, la familia De la Rúa (Fernando, Inés Pertiné y Aíto) llegó a La Mansión y se juntó con los Mebarak Ripoll (los padres de Shakira, Nidia y William, y su hermano Tonino) para comer en el segundo piso. En esta habitación con paredes y piso de mármoles italianos (un trabajo artesanal realizado en 1916, al estilo belle époque) eligieron un menú con carnes de corte nacional (“Cuando Shakira pisa la Argentina, su máximo antojo es el bife de lomo”, cuentan sus músicos) y ensaladas.

“MI SEGUNDA CASA, MI SEGUNDA FAMILIA”
. El viernes, día del primer gran show en el estadio de Vélez, para 35 mil personas, los pedidos de camarín no resultaron nada extravagantes: jugos de fruta, agua mineral, pollo y ensalada de frutas. Su debilidad por las bananas fritas y la comida árabe quedó para otra ocasión. Además, el viernes solicitó que sólo sus familiares (los suyos y los de Antonito) estuvieran en el área de camarines. Su pedido fue terminante. Ni siquiera el vicepresidente de la Nación, Daniel Scioli, pudo verla antes del recital. Pero sí en él, con sus rulos al viento, dentro de un top repleto de lentejuelas (que ostentaba ese abdomen marcado) y un pantalón negro. Todo el tiempo llamó “mi gente” al público argentino y hasta mostró sus pies descalzos, negros de tierra, por la pantalla gigante. “Siento una gran alegría por cantarles a ustedes, mi segunda familia, mi segunda casa”, aseguró el viernes entre hit y hit. Sin embargo, cuentan sus allegados, la felicidad del viernes mutó el sábado en emoción. No sólo porque ahora los espectadores eran 45 mil, sino también “porque los organizadores quitaron las sillas de las plateas Gold y la gente no paró de bailar y saltar ahí”, explicó el cubano Albert Menéndez, tecladista de la banda. “Este país me obsequió lo más grande que se le puede regalar a una mujer: una historia de amor… Una historia de amor que nació un enero… Una historia de amor que no tiene fin”, confió antes de repetir dieciséis éxitos de sus ocho discos de estudio. En medio de ellos, Inevitable, “que escribí en una playa de mi natal Colombia, bajo un cielo estrellado”, y que logró inspirar a los encendedores y a los celulares, conformando un paisaje lumínico inolvidable.

SOY TU FAN.
La historia cuenta que durante su infancia Shakira jugaba al poliladron con sus amigos. La banda se llamaba Aguila Halcón y, obviamente, ella era la jefa. Y sí, de allí nació entonces el nombre del Fans Club Oficial de Shakira en Argentina, cuyos integrantes se convirtieron en una suerte de homeless desde que ella pisó nuestro país. Tras dormir en el umbral del hotel, pasaron 40 horas en la puerta de la cancha de Vélez Sársfield, entre show y show. Pero el esfuerzo tuvo su premio. El sábado 24, cerca de las cinco de la tarde, el celular de Lautaro Barrientos (presidente de Aguila Halcón) sonó con Hips don’t lie y la pantalla reflejó “como 20 números”. “Hola, soy Tonino. Shakira quiere verte a ti y a tres fans más. A las ocho los llevaré al camarín”, dijo del otro lado el hermano de la cantante. Y comenzó el sudor de Lautaro. Cuando ingresó, se sacó las ganas de preguntarle: “Shakira, ¿por qué sos tan perfecta?”. Y la diva no supo qué contestar. Dicen que el gestor del encuentro fue Aíto de la Rúa, algo así como el alma pater de la gira y quien, además, se encargó de que el sábado pudieran saludarla Diego Torres, su hermana, Mariana, y su novia, Débora Bello. Los Torres le regalaron una pulsera de plata de 360 piedras de cubic, joya que la propia Mariana hace y vende con su nombre. “¡Qué hermoso! Gracias. Yo también, como ustedes, vengo de una familia de joyeros”, les comentó la anfitriona. Otro de los visitantes fue Daniel Scioli que, tras el intento fallido del viernes, esta vez logró, junto a su mujer, Karina Rabolini, conocer a la estrella.

Fueron sesenta horas las que Shakira pasó en nuestro país, cumpliendo con sus admiradores, y ellos homenajeándola con vigilias interminables. Antes de irse, prometió que no volverán a pasar tres años antes de que regrese a cantar…

–¿En serio, Shakira? –preguntó, obvio, un fan.
–En serio –respondió ella.
–¿Y para cuándo el retorno?
–Aunque no haré giras hasta después de 2007, pronto volveré.
–¿Para casarte con Antonio?
–Hoy por hoy, te diría que, aun sin papeles, ya me siento casada –rió, y su mano se perdió en la ruta a Ezeiza.

El show del sábado y una síntesis de la visita de la colombiana a Buenos Aires: la devoción de sus admiradores ante la reina pop del momento.

El show del sábado y una síntesis de la visita de la colombiana a Buenos Aires: la devoción de sus admiradores ante la reina pop del momento.

Recién llegada, Shakira saluda, tira besos y agradece desde <i>La Mansión del Four Seasons</i>. La cantante alquiló las siete habitaciones de la elegante casona y veinticinco de la torre central del hotel. Sus fans no se despegaron nunca de ella.

Recién llegada, Shakira saluda, tira besos y agradece desde La Mansión del Four Seasons. La cantante alquiló las siete habitaciones de la elegante casona y veinticinco de la torre central del hotel. Sus fans no se despegaron nunca de ella.

La cantante llegó a La Mansión, el jueves 23 a las tres de la mañana.  Desde adentro pidió que entraran algunos admiradores, quienes le regalaron un pote de dulce de leche Havanna.

La cantante llegó a La Mansión, el jueves 23 a las tres de la mañana. Desde adentro pidió que entraran algunos admiradores, quienes le regalaron un pote de dulce de leche Havanna.

Más información en Gente

 

Más Revista Gente

 

Vínculo copiado al portapapeles.

3/9

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

Ant Sig