Usa el plato de su almuerzo para ejemplificar qué moderado es en la vida. “Mirá cómo como”. Trescientos gramos de tuna cream enmarcados con huevo y medio, seis barritas de queso port salut y tres gajos de tomate confitado. “Madurar este perfil –casi estoico– llevó un largo y profundo trabajo personal”, dice Adrián Suar (44), el hombre de los dos golazos (Solamente vos y Farsantes) que le dieron esperanza de vida a la televisión 2013. Sí, hablamos de éxito. En su glosario personal, “ser genuino con lo que uno imagina, plasma y presenta”. Entre tanto, su pulgar señala el techo: “Siento que volví a estar en conexión con el de arriba”.
–¿Cuánto cuesta adiestrar el ego?
–¡Quince años de terapia! La clave es saber quién sos y enfrentar y transitar tus miserias y debilidades. Puedo manejar el personaje que la gente cree que soy, pero a solas siempre me preocupo por ser buena persona: conectado y con los pies firmes, para que el éxito no me arrastre a otra galaxia.
–Pero disfrutás de los elogios.
–Y... Me gusta ganar en todo (se ríe). Lo paso bárbaro cuando hablan bien de mí, pero un ratito. Tengo un mecanismo de defensa interno, como el termómetro de las piletas: llegado a cierto punto, dejo de escuchar. Los halagos son como el chocolate: un mordisco está bien, te da el subidón y ya. Yo raciono la cuota diaria.
–Vos sos gran parte del suceso de Solamente vos. Se te ve muy inspirado.
–Estaba desesperado por volver a meterme en las casas de los argentinos. Volví más maduro, más feliz, al máximo de lo que puedo dar. Estoy orgulloso de ser comediante, y un estudioso del género. Observé, trabajé para perfeccionarme y aprendí... En lo demás puedo hacer agua, pero la comedia –romántica o dramática– es la más afín a mi naturaleza.
–Hoy hay aplausos... Ahora, honestamente: ¿le temiste a la tele sin Tinelli?
–¡Yo no le tengo miedo ni al ridículo! (bromea). El Trece vivió muchos años sin el flaco, y es más, supo competirle. El tema era un desafío conmigo mismo: volver a colocar dos productos propios en el prime time y que respondan a la altura de un canal líder.
–¿Lo extrañaste?
–Mucho. Siempre quise que se quedara y siempre esperé su regreso.
–¿Por qué se fue de El Trece?
–Lo que Marcelo me explicó mirándome a los ojos fue: “Quiero tener un año sin televisión”. Si existió alguna otra razón, la desconozco.
Leé la nota completa en la última edición de Gente.
En un año que venía con pronóstico reservado para la televisión, al frente de Solamente vos (promedia 17 puntos de rating) y en la producción de Farsantes (15.5), logró coronar a El Trece líder del prime time.
1. Comer. Su almuerzo diario (entre las 13:30 y 15 las horas): 300 gramos de tuna cream, huevo y medio, seis barritas de queso port salut y tres gajos de tomate confit. Agua mineral, guiones y las planillas de rating. 2. Amar. Entre sus portarretratos más exhibidos: la foto con su compañero Pablo Codevilla y Diego Maradona, recuerdo de La noche del Diez (2005); y las de sus hijos, Tomás (hoy de 15) y Margarita (1 año y tres meses). 3. Rezar. El rezo para la Parnasá, en hebreo, que comienza diciendo: “Que sea tu deseo, Oh Dios, el librarme éste y todos los días de los hombres arrogantes y de la arrogancia, y de un hombre malo y de una mala compañía...”.
“Hay un antes y un después de Griselda en mi vida. Combina perfectamente reflexión, diálogo y humor. Finalmente encontré una mujer a quien poder llevar y que sabe llevarme. Casarse ya pasó de moda... Sólo lo haría si ella me lo pidiese”
