Me enamoré sólo dos o tres veces en mi vida. ¿Cómo me doy cuenta? Y… uno se siente distinto. Yo me pongo más histriónico”, define Adrián Suar (40). A su lado camina la persona que en este momento ocupa ese lugar, es decir, la que lo pone histriónico, más eléctrico que de costumbre. “En mi caso –aporta Griselda Siciliani, 30 años–, soy de enamorarme de lo que viene bien, no de lo que viene retorcido. De un hombre me enamoran el humor, la inteligencia y, recién después, el vínculo que se arme con esa persona…”.
En su primer verano juntos, la pareja apenas puede verse los lunes y martes, el breve margen que les permiten las obras de teatro que hoy protagonizan. Adrián encabeza en Mar del Plata, junto a Guillermo Francella, La cena de los tontos. Y 400 kilómetros hacia el norte, Griselda protagoniza (con Fernán Mirás), una obra que ella definió como un desafío dentro de su carrera: La forma de las cosas, en el Multiteatro de Buenos Aires. “Esta obra significa un cambio como profesional. Lo malo es que con Adrián tenemos que vernos sólo dos días a la semana… Pero también está bueno que nos extrañemos”, reflexiona la actriz.
Además del gran presente sobre las tablas, la pareja tiene un motivo más para descorchar champagne. El jueves 12 de febrero se cumple un año desde que fueron a comer sushi por primera vez junto a Toto (10), el hijo de Adrián y Araceli González. Aquella fue la presentación oficial entre Tomás y Griselda, la novia de papá, todo retratado por los flashes de GENTE. ¿Casualidad del destino? Una semana antes se habían conocido las primeras imágenes del romance entre su exmujer, Araceli, y Fabián Mazzei. Hoy, las aguas están calmas. Adrián y Griselda pasan su primera tarde de verano en la playa, más precisamente en el parador La Reserva. ¿Y qué dicen en la intimidad, sobre la arena? “El casamiento no es algo que hoy esté en nuestros planes”, suele aclarar ella. “Me gustaría tener otro hijo… y creo que Griselda puede ser la persona indicada”, agrega él. Habrá que esperar… 
Todos los lunes, Adrián viaja a Buenos Aires para ver a su pareja y continuar con sus tareas en Canal 13. Pero esta vez fue Griselda quien recorrió los 400 kilómetros que los separan. La pareja gozó de una tarde de sol en La Reserva.
“Me enamoré sólo dos o tres veces en mi vida. ¿Cómo me doy cuenta? Y… Uno se siente distinto. Yo me pongo más histriónico” (Adrián)
“En mi caso, soy de enamorarme de lo que viene bien, no de lo que viene retorcido. De un hombre me enamora el humor, la inteligencia y, después, el vínculo que se arme con esa persona” (Griselda)
