Esta vuelta se demoró más de la cuenta. Pasaron seis años desde su último gran concierto en el Foro Sol de México. Cuando bajaron aquel telón, Los Fabulosos Cadillacs sumaban 11 discos y más de 1.200 recitales. Todo en 15 años de vida. Fue “adiós, hasta luego”, sin peleas ni escándalos. Esta vuelta se empezó a gestar hace tiempo. El primer reencuentro sucedió para homenajear a El Salmón en el disco Calamaro querido. Entonces, los fans de los Cadillacs comenzaron a soñar con una inminente reunión… Después dieron un show sorpresivo en el Planetario, el primer día de julio. Pero la vuelta todavía no era “oficial”.
En rigor de verdad, el regreso sucedió en México, el 5 de noviembre último. Y fue bajando por el continente, montado en un tour llamado El Ritmo de la Luz, con el auspicio de Personal y Sony Ericsson. El viernes 12 y el sábado 13 de diciembre, Los Fabulosos Cadillacs volvieron a tocar en casa. En Buenos Aires, en el estadio de River Plate. No más viejos, sino añejados. Con todos los hits de su carrera. Más la participación de Mimí Maura en Vasos vacíos. Y dos apariciones sorprendentes, con mucho futuro: Astor Cianciarulo (11 años, hijo de Flavio) en batería y Florián Fernández Capello (12 años, hijo de Vicentico).
La vuelta no es circunstancial. Vicentico Fernández Capello, Flavio Cianciarulo, Sergio Rotman, Mario Siperman, Fernando Ricciardi y Daniel Lozano hoy vuelven a planear un futuro juntos. Por lo pronto, la gira sigue. Y ya tiene futuro europeo. Por eso, larga –y fabulosa– vida para los Cadillacs. 
El Monumental vivió dos noches a full para celebrar el regreso de los Cadillacs.
Por el espacio vip de Personal y Sony Ericsson desfilaron las celebrities.
Los integrantes del grupo recibieron el disco de platino por las ventas de La luz del ritmo, su última producción.
