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“Estar en pareja me hace sentir más fuerte”

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Hay algo mejor que un domingo de invierno para dos enamorados?, coinciden la diputada nacional por el PRO Gabriela Michetti (45) y el empresario Juan Tonelli (41). Mimos y miradas, un rico menú y una atractiva conversación. ¿El reloj? El accesorio más inútil.

El domingo 4 de julio la tentación fue más fuerte que la estricta privacidad que venían manteniendo desde hacía dos meses: recorrieron de la mano las otoñales calles porteñas. Después ella lo invitó a comer una pizza en Morelia, un restaurante en Villa Crespo. Allí, entre caricias y confesiones, pasaron 90 minutos.

El primero en saber de esta historia de amor fue Lautaro, el hijo de Gabriela, de 16 años, quien ya conoció al novio de mamá. El segundo, el líder político: Mauricio Macri. Hubo abrazos y felicitaciones. Gaby no tiene secretos con Juan y se muestra tal cual es: varias veces pudieron hablar sobre el accidente automovilístico que sufrió en 1994, que le provocó lesiones irreversibles en las vértebras lumbares... y el difícil después. Y le demuestra todos los días que, a pesar de todo, puede mirar “el vaso medio lleno y no medio vacío”, porque mantiene vivo el lema de su adolescencia misionera: <>“La mayor felicidad es dar, aunque muchos no lo sepan”.

“Sólo hay una necesidad: amar. Quien lo descubre, se transforma”, escribió Anthony de Mello, el autor que nunca falta en la mesa de luz del empresario. Juan y Gabriela, según sus allegados, están irreconocibles.

MUCHO MAS QUE DOS. Se cruzaron por primera vez hace seis años, pero la relación se volvió fluida hace pocos meses, cuando empezaron a hablar de amor. Trascendió que la presentación estuvo a cargo de Eugenio Burzaco, el jefe de la Policía Metropolitana, y los encuentros se volvieron asiduos de noche, gracias a una excelente anfitriona PRO, Paula Bertol, que suele organizar comidas en su casa. Para ambos, fue trascendental la coincidencia en la formación religiosa.

Pese a las afinidades, no era fácil acercase a Gabriela Michetti, quien nunca ocultó sus dificultades para superar su separación del periodista Eduardo Cura, el padre de su hijo. Además, el matrimonio ejemplar de sus padres Martha Illia y Mario Michetti, que nunca abandonaron una ciudad tradicional como Laprida, también tenía su peso.

Pero cuando Cupido aparece, enceguece. En efecto, primaron las coincidencias. Por ejemplo, que ambos sean profesionales de anchos libros y largas noches de estudio. Gabriela Michetti es licenciada en Relaciones Internacionales, egresada de la Universidad del Salvador. Juan Tonelli terminó la carrera de Administración de Empresas en la UBA e hizo tres postgrados: en Comercialización en la UBA, en Ciencias de la Salud en el American College of Health Sciences, en Texas; y en Política en el Instituto Nacional de Capacitación de Dirigentes Políticos, organismo dependiente del Ministerio del Interior. Además, ella fue columnista radial y él periodista de temas de salud.

El siguió su carrera empresarial en Medical Brokers, una de las principales consultoras en sistemas de salud, y actualmente es director ejecutivo de la Cámara Argentina de Productores de Especialidades Medicinales de Venta Libre, si bien nunca abandonó su pasión por la gráfica (es director de la revista Joy).

También influyó el hecho de que ambos estuvieran solos desde hace tiempo (Juan está separado desde 2008 y es un padre muy presente: tiene una nena de 9 años y dos varones de 5 y 7, que son su prioridad). Por si fuera poco, él gana aplausos tocando el piano y Gabriela lo acompaña con la guitarra. Escuchan las baladas de Norah Jones, Diana Krall, Jack Johnson, las siempre conmovedoras piezas de Bach y Mozart y los locales Mercedes Sosa, Goyeneche, Rubén Juárez y Piazzolla.

Además de milagros en los balances de las librerías, la espiritualidad en la vida pública está modificando el quehacer político. Tonelli está convencido de que la fe es capaz de mover montañas. En efecto, organiza encuentros litúrgicos y desayunos de oración en los que han participado desde Francisco de Narváez hasta Adalberto Rodríguez Giavarini. Y Gabriela Michetti, obvio. Así es que ahora, en la intimidad, también comparten meditaciones sobre temas existenciales y espirituales. Además del inquieto jesuita De Mello, Juan siempre tiene a mano los textos del benedictino alemán Anselm Grün y un par de biografías de grandes personajes épicos como Hernán Cortés o Alejandro Magno.

Un capítulo aparte en la historia de Juan tiene que ver con el deporte: fue campeón argentino de squash y luego asumió el rol de entrenador del equipo nacional (e hizo buenos negocios desde su empresa Ruptura: ¿se acuerdan de la pelota con cámara que podía filmar un partido de fútbol completo?).

AMOR VIRTUAL... Gabriela Michetti es twittera fanática, pero no como estrategia política, sino por gusto. “Tengo miles de amigos (más de 27 mil) con la mejor onda”, declara entusiasmada. Entre ellos, claro, está Juan. Y en su Facebook dice: “En este momento de mi vida me encanta ver muchas veces Notting Hill”, en referencia a la película con Julia Roberts y Hugh Grant. El también apuesta a la comunicación 2.0: desde hace cuatro años tiene un blog (El Pellizco) donde escribe “ideas y emociones que me rescataron”. Además, en su Facebook, Gabriela está entre sus cinco “amigos” preferidos.

...AMOR REAL. Ambos coinciden en priorizar las responsabilidades... y en lamentar tener poco tiempo para estar juntos. Gabriela tiene arduas jornadas de labor parlamentaria, largas reuniones de campaña y no delega las responsabilidades de mamá. Por eso Juan suele ir a cenar al PH de Balvanera, en el que lo espera siempre el aroma de una buena salsa casera. Los sábados, la diputada tiene agenda completa: recorre las comunas en el marco de la campaña hacia las elecciones para la jefatura de Gobierno porteño en 2011 (ya pasó por Mataderos y Liniers). Pero intenta que los domingos sean de atención exclusiva para Juan.“tiempo al tiempo”: prefieren ir de a poco y no hacer planes. Ella, sin embargo, nunca ocultó su deseo de volver a enamorarse (“Soy de las mujeres a las que les gusta estar en pareja. No me siento totalmente fuerte estando sola”, afirmó tiempo atrás) y de tener más hijos.

“Me gustan los morochos de ojos marrones”, dijo Michetti hace unos años. Su príncipe azul se acerca bastante a ese modelo...

La diputada y el empresario almuerzan sin ocultarse en la terraza de un bar de Villa Crespo. Gabriela y Juan eran grandes amigos; ahora van por más.

La diputada y el empresario almuerzan sin ocultarse en la terraza de un bar de Villa Crespo. Gabriela y Juan eran grandes amigos; ahora van por más.

Se cruzaron por primera vez hace seis años, pero recién hace poco más de un mes que son novios. Los habría presentado Eugenio Burzaco, el jefe de la Policía Metropolitana.

Se cruzaron por primera vez hace seis años, pero recién hace poco más de un mes que son novios. Los habría presentado Eugenio Burzaco, el jefe de la Policía Metropolitana.

<i>“Me gustan los morochos de ojos marrones”</i>, declaró una vez Michetti. Con el pelo cano, Juan reúne sólo una de estas características. Igual, eso no parece importarle a ella.

“Me gustan los morochos de ojos marrones”, declaró una vez Michetti. Con el pelo cano, Juan reúne sólo una de estas características. Igual, eso no parece importarle a ella.

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