“Estamos intentando recuperar lo que se perdió” – GENTE Online
 

“Estamos intentando recuperar lo que se perdió”

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Llegaron a Bariloche en el primer vuelo del sábado 6 de septiembre, podría decirse, con la intención de sacarle provecho a la tormenta. Pero no a la mediática sino a la de nieve, que en cantidad cayó los últimos días sobre el Cerro Catedral. Sin embargo, quienes los conocen sostienen que no, que el viaje del DT de River (Diego Simeone, 38, de receso por los partidos del Seleccionado) y su mujer (Carolina Baldini, 35) tuvo un objetivo central: reconstruir eso que hace un tiempo parece haberse quebrado en su pareja. Lo cierto es que, recién arribados, no bien dejaron los bolsos en el centro de la ciudad (se habla del hotel Panamericano, aunque sus empleados no están autorizados a confirmarlo), partieron raudos hacia el Cerro Catedral: Simeone, con campera negra inflada que no disimulaba su apego al fashion. Baldini, con gorro de lana rojo y campera al tono. De entrada, tomaron clases de esquí en la pista para principiantes. Luego de dejar a sus hijos en la escuela de esquí, subieron al primer nivel, esquiaron tranquilos, almorzaron, descendieron y regresaron a su hotel en familia. Baño de por medio, salieron a recorrer el centro. Miraron ropa para la nieve, recorrieron la feria artesanal ubicada a espaldas del Centro Cívico y bajaron hacia el lago Nahuel Huapi. Pero los estudiantes en viaje de egresados reconocieron al técnico, y ellos desaparecieron de la vista pública. No volvieron a dejarse ver hasta el domingo...

Él sin ella. ¿Qué era de la vida de Simeone antes de llegar a Bariloche? La relación entre Diego y River pasa por un buen momento. Porque después de haber atravesado cuatro años de sequía, le dio al club el título 33. Sin embargo, no todo es color de rosa. Algunas actitudes del técnico molestaron a sus dirigidos, a los dirigentes y hasta a los empleados del club. Resquemor uno: sus dirigidos. Muchos no le perdonan la forma en que trató el tema de Ariel Ortega. Porque aunque para el técnico El Burrito era “la manzana podrida del cajón”, para muchos fue una de las piezas clave para ganar el Clausura 2008. ¿Pero por qué separó a Ortega del plantel, realmente? Además de su adicción al alcohol, el reproche que le lanzó meses atrás el Burrito tras un mal partido del equipo: “Vos no podés mandarnos al frente haciendo los gestos que hacés desde el banco. Parecés más un actor de cine que un técnico de fútbol”. De allí que al comenzar el torneo Apertura Simeone provocó a sus futbolistas: “Nuestro mayor desafío será que nadie sienta la ausencia de Ariel. Tenemos que ganar el título, para que no digan que el anterior lo ganó Orteguita”.

Resquemor dos: los dirigentes. Tanto la oposición como el oficialismo están en la misma situación que los jugadores. Varios no se lo bancan, aunque argumentan que el título sirvió para “zafar una temporada complicada”. Sin embargo, jamás le van a perdonar que el día posterior a que River quedara eliminado ante San Lorenzo en la Copa Libertadores haya ido a hacer una producción de fotos. “Tampoco se entiende que vaya al programa de Tinelli para que se burlen de él... ¿Pero sabés cuál es el principal problema de Simeone? –se pregunta un dirigente–: ¡Que está enamorado de su esposa! Y por lo que hablamos, va a hacer cualquier cosa para recuperarla. El siente culpa porque cree que ella no pudo continuar con su carrera como modelo por seguirlo”.

Resquemor tres: los empleados del club. “Está bien que no estemos acostumbrados a un técnico que usa Armani, pero que nos mire por arriba del hombro o que su esposa entre al vestuario como si entrara a la cocina de su casa, o pasen y no saluden, no nos gusta. ¿Si están tan distanciados? No sé: los jueves puede vérselos a los dos esperando que sus hijos salgan de la escuela de River. Y después, tomados de la mano, caminando hacia la playa de estacionamiento como si fueran cualquier matrimonio de recién casados”.

Ella sin él. “Con el Cholo o sin el Cholo, quiero ser feliz”, dijo hace algunos días Carolina Baldini sobre su ¿marido? ¿ex? ¿novio? ¿amigovio?, apenas aparecieron las fotos, esas nuevas fotos, con Fabián Orlovsky, el misterioso bañero que conoció hace años en San Bernardo mientras veraneaba con la familia de su esposo. Nos referimos a los primeros días de agosto –fecha en que ya se hablaba de divorcio y se vinculaba a Diego con la modelo Julieta Espina–, cuando Carolina, ya eliminada de Bailando por un sueño y sin proyectos inmediatos a la vista, decidió tomarse unos días con sus hijos, Giuliano (5), Gianluca (10) y Giovanni (13), y un par de amigas en las cálidas aguas de la Riviera Maya, en México. Casualidad o no, tres de esos días el mismo He-Man, que trabaja a 45 kilómetros del lugar, en Playa del Carmen, “viajó a saludarme y charlar”.

Claro que la morocha no pasó desapercibida y el lente de la pocket de un cordobés indiscreto registró el momento. Ella sostuvo que lo vio desde un primer momento. “¿Pero qué iba a hacer?”. Ya era tarde. Teléfono: “Diego, te quería avisar que vino a visitarme Fabián y nos sacaron unas fotos”, le dijo a Simeone desde México. ¿Respuesta? “¡Así es imposible, la misma c... de siempre…!”. Luego, él fue a buscarla al programa de Susana Giménez, donde Baldini dio las primeras explicaciones públicas del caso. El gesto del Cholo se pareció bastante a un “te creo” o, al menos, a un “todavía te banco…”. Siempre lejos de cámaras. Es más: para ser precisos, no había fotos juntos desde que River salió campeón del Clausura, el domingo 8 de junio... Bueno, hasta ahora.

El domingo, tras descansar bastante y desayunar fuerte, la pareja tomó clases de esquí durante todo el día. Inseparables, sonrientes, regresaron a su hotel, en busca de los chicos. Quienes los reconocieron no olvidarán sus recorridas de la mano, los abrazos, la complicidad de su mini luna de miel. “Con Diego estamos tratando de recuperar lo que se perdió”, dicen que Carolina repite hoy ante los íntimos. Parece que con el Cholo van por buen camino. Juntos y solos por las calles del Centro Cívico. Diego y Carolina transitan una etapa de reencuentro en el Sur argentino.

Juntos y solos por las calles del Centro Cívico. Diego y Carolina transitan una etapa de reencuentro en el Sur argentino.

Visitaron la feria artesanal, consultaron precios, se relajaron como desde hacía tiempo no habían podido hacerlo. Porque en el anterior descanso de Simeone, tras el título de River, Baldini aún participaba en <i>Bailando por un sueño</i>.

Visitaron la feria artesanal, consultaron precios, se relajaron como desde hacía tiempo no habían podido hacerlo. Porque en el anterior descanso de Simeone, tras el título de River, Baldini aún participaba en Bailando por un sueño.

El legendario San Bernardo con el que se fotografían los turistas en Bariloche no faltó a la cita. Simeone y Baldini lo acariciaron en un descanso de su caminata de atardecer.

El legendario San Bernardo con el que se fotografían los turistas en Bariloche no faltó a la cita. Simeone y Baldini lo acariciaron en un descanso de su caminata de atardecer.

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