Twickenham es historia. La gesta de Los Pumas en suelo británico ya es parte del pasado glorioso del rugby argentino. En el futuro, las crónicas deportivas dirán que “el sábado 11 de noviembre de 2006, el Seleccionado argentino venció a Inglaterra por primera vez en su propia casa”. ¿El score? 25 a 18. Los canales de televisión repetirán hasta el hartazgo el try y los kicks certeros de Federico El Ninja Todeschini. Y las imágenes de los festejos, por supuesto. Con Agustín Pichot en el centro del campo, rodeado por sus compañeros, improvisando una emotiva arenga que anticipó los títulos que imprimirían los diarios argentinos horas después: “La historia la escribimos nosotros. Este momento no se muere nunca”, dijo. Quizás también sobreviva al paso del tiempo la imagen de los jugadores dando su merecida vuelta olímpica. Cantando frente a ochenta mil fanáticos ingleses aquello de “Despacito, despacito, despacito/ les rompimos el c…”. ¿Cómo olvidarlo?
Palabras mayores. Agustín Pichot tiene 32 años. Es medio scrum y capitán de Los Pumas. Luego de la victoria de Twickenham, los medios británicos lo consagraron como “man of the match”. Juan Martín Hernández tiene 23 años. Es el full back de la Selección argentina y uno de los jugadores más codiciados en todo el mundo. Ahora están en Italia, el nuevo destino del plantel. Posan frente al Coliseo romano, construido en el siglo I por los emperadores de la dinastía Flavia. Pero ésa es otra historia…
–Todo el rugby argentino habló de la frase “la historia la escribimos nosotros”…
Agustín: (Interrumpe) Que nadie se confunda: reconozco que hubo grandes seleccionados en la historia del rugby argentino. Los respeto y siento que los que hoy conformamos Los Pumas recogimos su legado. Pero el presente es nuestro y triunfos como el de Twickenham van a quedar en la historia.
–¿Qué sentís como capitán del equipo?
Agustín: Un orgullo enorme. Porque le gritamos al mundo que el rugby argentino merece un lugar en los campeonatos internacionales de categoría.
–¿Tiene futuro este equipo exitoso de Los Pumas?
Agustín: Adentro del plantel hay un grupo de jugadores jóvenes que se hace llamar “la Sub 23”. Son el futuro puma: Juan Fernández Lobbe, Gonza Tiessi, Pato Albacete… Nos meten presión a los veteranos. ¡Pareciera que nos quieren jubilar!
Juan Martín: (Ríe) Tenemos que aprovechar la experiencia de los que están hace tiempo en el equipo. Y aportar nuestra juventud.
–Finalmente, ¿Los Pumas dejaron de ser el equipo de los “batacazos”?
Agustín: No tengo dudas. En mis primeros años de Seleccionado viví esos triunfos inesperados. Eran éxitos aislados, con festejos esporádicos. Pero si vos querés ser un equipo grande, tenés que ganarte el respeto de las potencias. Y te aseguro que hoy ninguna selección sale a divertirse contra Los Pumas.
La ovalada no se mancha. Falta un poeta en el rugby argentino. Diego Maradona se hubiese hecho un picnic con los permanentes cortocircuitos que se repiten entre Los Pumas y la dirigencia de la UAR. Diría que a alguien “se le escapó la tortuga”. Que hay “cabezas de termo”. Y que lo único sano en el deporte son los jugadores. Después del triunfo en Twickenham, Mario Ledesma se lamentó: “Los dirigentes ni siquiera pasaron por el vestuario para saludarnos”. Y en Buenos Aires suspendieron momentáneamente el debate eterno entre profesionalismo y amateurismo para evaluar sanciones… ¡No les corten las piernas! Horas antes del test match contra Italia, el entrenador Marcelo Loffreda recibió la noticia de que Patricio Noriega se sumaría al cuerpo técnico. “Estoy desilusionado. Todo esto sólo genera desconcierto y confusión”, declaró. Y amenazó con renunciar.
Grandes hitos. La historia moderna de Los Pumas está plagada de éxitos: l El triunfo ante Australia en Ferro, de 1997 l El quinto puesto en el Mundial de Gales 99 l Las victorias consecutivas ante Irlanda y Escocia en las islas l El empate contra los British Lions en Gales l El triunfo frente a Gales en el estadio Millenium, en el 2000 l La victoria ante Francia en Marsella, en 2004… Y la reciente victoria ante Inglaterra en la catedral del rugby, que catapultó a la Argentina hasta el sexto puesto en el ranking mundial de la IRB. Este mismo equipo llenó dos veces el estadio de River Plate y convirtió a sus jugadores en personajes admirados. ¡Eso también es historia!
Juan Martín Hernández y Agustín Pichot, protagonistas de la gesta argentina en Londres, posaron para GENTE frente al Coliseo romano. “A este equipo le sobra garra”, dicen.
La celebración argentina en el césped de Twickenham. Los ochenta mil hinchas ingleses ya habían abandonado el estadio.
Juan Martín y Agustín , dos generaciones de Los Pumas.
