“Estamos embobados y enamorados de Esperanza” – GENTE Online
 

“Estamos embobados y enamorados de Esperanza”

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Allí, en el moisés que está al pie de la cama de su casa en Vicente López, Sabrina Rojas (33) y Luciano Castro (38) ven dormir a esa beba de cachetes colorados que nació pesando casi cuatro kilos y con la que venían soñando desde hacía tres años: Casi desde que surgió el amor entre ellos, cuando se conocieron –diciembre de 2009– ensayando la obra Valientes, a comienzos de la temporada marplatense.

Vivimos un embarazo hermoso, sin náuseas, pero con muchos antojos: ¡engordé veinte kilos! –le contaba Sabrina a una amiga semanas atrás –. Los primeros meses me dio por lo salado: hamburguesas, papas fritas... y los últimos, por los dulces, en especial las tortas que hace mi mamá. Por suerte, ya no tengo más antojos”. Muy poco después llegó Esperanza. Fue por cesárea, en la tarde del sábado 15 de junio, y Luciano se animó a presenciar el parto. Al día siguiente tuvo un particular Día del Padre en la suite 921 del Sanatorio de los Arcos. No sólo con la beba sino también con Mateo (11), hijo de su anterior matrimonio. “Los dos querían que yo tuviera una nena –contó la flamante mamá–. Ahora, los tres estamos embobados y enamoradísimos de Esperanza”.

El martes 18, tras recibir el alta, los Castro en pleno se refugiaron en su casa. Pese a que la beba ya tiene su cuarto armado, los primeros meses va a dormir con los papás. “Hace un par de años que buscábamos un hijo, y aunque el parto fue por cesárea, resultó genial. ¡Esperanza se prendió enseguida a la teta! –confió Sabrina–. Por ahora todo marcha muy bien, y desde los primeros días Luciano demostró que es un padrazo. Además, con su experiencia, me ayudó a bañarla, a cambiarla, y hasta elige su ropa. Mateo, que ya tiene otro hermano por parte de su mamá, no está nada celoso. Sólo quiere levantarla en sus brazos. La verdad, los dos se bancan mis nervios y mi ansiedad. Estoy súper revolucionada pero feliz. Gracias a Dios la gorda se porta bárbaro... si bien todavía no pudimos dormir una noche completa. Cuando pide teta, Luciano se levanta y me alcanza a nuestra hijita”.

El lunes 24 fue un día más que especial para Sabrina, Esperanza y Luciano: el de la primera salida de la beba. Claro está, fue por la obligada visita al pediatra, quien la encontró perfecta. Por la noche todos juntos vieron el capítulo final de Sos mi hombre, la novela que Castro protagonizó con Celeste Cid. Aunque, a no dudarlo, el papel que más lo completa hoy es el de orgulloso papá.

Luciano tiene experiencia: es padre de un hijo de 11 años. Por eso, en los primeros días ayudó a Sabrina a bañar y cambiar a la beba. En la foto, los tres saliendo de la casa rumbo al primer control médico.

Luciano tiene experiencia: es padre de un hijo de 11 años. Por eso, en los primeros días ayudó a Sabrina a bañar y cambiar a la beba. En la foto, los tres saliendo de la casa rumbo al primer control médico.

Aunque Esperanza ya tiene preparado su cuarto, por ahora dormirá con sus padres. La mamá engordó veinte kilos durante el embarazo, pero ya empezó a recuperar la silueta.

Aunque Esperanza ya tiene preparado su cuarto, por ahora dormirá con sus padres. La mamá engordó veinte kilos durante el embarazo, pero ya empezó a recuperar la silueta.

“Hace un par de años que buscábamos un hijo, y aunque el parto fue por cesárea, resultó genial. ¡Esperanza se prendió enseguida se prendió enseguida a la teta! a la teta!

“Hace un par de años que buscábamos un hijo, y aunque el parto fue por cesárea, resultó genial. ¡Esperanza se prendió enseguida se prendió enseguida a la teta! a la teta!"

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