“Esta película no es un hijo, pero ya forma parte de nuestra familia” – GENTE Online
 

“Esta película no es un hijo, pero ya forma parte de nuestra familia”

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Llegan por separado, aunque igual de acelerados, a Medrano 1314, el centro de operaciones de Matanza Cine, la productora fundada por ambos en 2002. “¡Hooooola, muchachos! Disculpen, ya vuelvo”, se presenta y continúa su marcha Martina Gusman (29; del 28 de octubre de 1978). “¡Holaaaaa! En un toque estoy”, arremete segundos después que su esposa Pablo Trapero (36; del 4 de octubre de 1971), sin tiempo para frenarse. A los cinco minutos se disculparán a dúo, y nosotros nos disculparemos por haberlos hecho sentirse obligados a disculparse. Ocurre que los teléfonos no dejan de sonar y el correo electrónico de sus computadoras, de recibir mails; en media hora deben volar hacia la caribeña isla de Saint Barth, en plan de promoción, y sin embargo ahí posan, juegan, bromean frente a los bocetos del afiche de su nueva película, Leonera. Ah, un detalle: justamente su nuevo filme –que Martina protagoniza y Pablo dirige– acaba de ser elegido por el jurado del 61º Festival de Cannes, entre 1.600 del planeta y junto a otros 18, para ingresar en la competencia oficial, entre el 14 y el 25 de mayo, por la Palma de Oro.

–Casi nada...
Pablo:
Increíble. Setenta y dos horas después de sacar del laboratorio la copia de 35 milímetros doblada al inglés y enviarla por courier a Francia, el delegado general del certamen, Thierry Frémaux, me escribió confesándome que lo había emocionado. Le agradecí y dejé el tema ahí. Pronto, las buenas noticias se sucedieron. Hubo una excelente repercusión en las funciones privadas, se confirmó a AdVitam como distribuidor galo y llegó el ansiado llamado de Christian Jeune (director del Departamento de Filmes de Cannes), asegurándome un lugar. Me felicitó y me pasó con Frémaux, no sin antes decirme: “Le adelanté mi emoción cuando la vi”.
Martina: Tanto como nos emocionó la nominación.
Pablo: Un hecho inédito, puesto que además de Leonera ingresó La mujer sin cabeza, de Lucrecia (Martel). Nunca en la historia de Cannes dos propuestas argentinas compitieron en el rubro principal. Llamé a Lucrecia y andaba de viaje. Nos encontraremos en la Costa Azul. Un doblete histórico.
Martina: Impresiona encontrar el nombre de Pablo entre los de Clint Eastwood, Steven Soderbergh, Walter Salles (que a la vez integró el equipo de Leonera), los hermanos belgas Jean-Pierre y Luc Dardenne... Bueno, en realidad no me impresiona tanto. Para mí él es el mejor director del cine nacional. Y eso que admiro a varios. Demandante, intenso, pero el mejor.

–¿Lo dice como señora o como actriz principal y productora ejecutiva de su última cinta?
–Como te guste. Menos como madre. Mateo (6), por el momento, en lugar de las de su padre prefiere Monster, Inc., Buscando a Nemo, o las de superhéroes.

–¿Y usted con quién pelea más? ¿Con la señora, con la actriz principal o con la productora ejecutiva?
Pablo:
Vamos piloteándolo (risas). La rompe en cámara. Una cosa seria Marti, que comenzó a estudiar actuación de chica y hasta cursó con el genio de Carlos Gandolfo. Nos cruzamos en 2000, durante el proceso del mediometraje Naikor, la estación de servicio. A los quince días convivíamos y a los dieciocho nos tatuamos un escorpión en su hombro y mi brazo derecho: la primera alianza. A partir de ahí jamás nos separamos.

–No contestaron quién maneja los presupuestos en el set y quién en casa. Delátense.
Martina:
En casa, yo. En el set, mitad y mitad (carcajada).

–Además de sumergirse en un caso policial, la película trata sobre el embarazo y la crianza de un niño tras las rejas. ¿Ustedes consideran a Leonera como un hijo?
Martina:
Quizá no tanto pero, seguro, ya forma parte de nuestra familia.
Pablo: Sucede que lo último que ve el público requiere un proceso que te nutre de manera cotidiana. Me resultaría imposible dejar de nombrar a gente que nos acompaña desde siempre: Agustina Llambí Campbell, coordinadora de Producción; el intérprete y sonidista Federico Esquerro; Guillermo Nieto, director de Fotografía; Marisa Urruti, diseñadora de vestuario y actriz en mis cinco largos: Mundo grúa, El bonaerense, Nacido y criado, Familia rodante y, lógico, Leonera.

–Diseñadora, actriz y ¡suegra de Trapero! ¿Verdad, Gusman?
Martina:
Verdad. Mamá se lleva bárbaro con mi marido, y me encanta.

–¿Ya le encargó que le busque la ropa para caminar la red carpet que conduce al legendario palacio ubicado en La Croisette?
–Seguro. Le tiré varias marcas. Claro, hablamos del debut en la alfombra roja.
Pablo: Exacto, porque yo anduve en 2002 pero sobre la azul, en la sección Una cierta mirada.

–Sin ánimo exitista, se sabe que un filme seleccionado en Cannes no sólo puede ganar sino que, de superar las diversas instancias exigidas, tiende a convertirse en candidato al Oscar. ¿Pensaron en la posibilidad?
Martina:
No aún. Preferimos disfrutar lo que nos tocó.
Pablo: Que, te repito, es histórico.

En medio de los bocetos del último largometraje. Allí, dentro de Matanza Cine, su productora de Palermo, Martina y Pablo recibieron la gran noticia. “Nos puso chochos”, admiten.

En medio de los bocetos del último largometraje. Allí, dentro de Matanza Cine, su productora de Palermo, Martina y Pablo recibieron la gran noticia. “Nos puso chochos”, admiten.

“La rompe en cámara. Una cosa seria Marti, que comenzó a estudiar actuación de chica y hasta cursó con el genio de Carlos Gandolfo. Nos cruzamos en 2000 y a partir de ahí jamás nos separamos”

“La rompe en cámara. Una cosa seria Marti, que comenzó a estudiar actuación de chica y hasta cursó con el genio de Carlos Gandolfo. Nos cruzamos en 2000 y a partir de ahí jamás nos separamos”

“Impresiona encontrar el  nombre de Pablo entre los de Clint Eastwood, Steven Soderbergh...

“Impresiona encontrar el nombre de Pablo entre los de Clint Eastwood, Steven Soderbergh... "

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