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“Esta fiesta superó todos nuestros sueños”

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La jornada duró exactamente 24 horas. No, no es una obviedad. Porque eran las nueve de la mañana del viernes 6 de agosto cuando Alejandro Vannelli (61) y Ernesto Larresse (60) se levantaron, presurosos, para vivir ese día inolvidable. Ya estaban casados oficialmente desde hacía una semana, pero faltaba celebrarlo. Y tanto festejaron que recién a las nueve de la mañana, pero del sábado 7, ingresaron a la suite triplex del hotel Faena. El propio Alan les regaló la noche de bodas, como para ponerle el moño a todo.

Maravillados por los candelabros y el jacuzzi de mármol, entendieron que el objetivo –casarse y ser libres– se había consumado. “Esta fiesta superó todos nuestros sueños. Porque en realidad nunca tuvimos tiempo de ilusionarnos con tanto. La cantidad de amor y felicidad que recibimos nos va a quedar para toda la vida”, resumió Vannelli. Esas 24 horas resultaron una película perfectamente guionada, con sabrosos detalles. Reconstruirlos desde el alma suena casi como volver a vivirlos.

El Civil ya había congregado a una multitud de medios, que transmitieron la ceremonia en vivo. Y la fiesta, celebrada en Espacio Darwin de Palermo (organizada por Grupo Mass), resultó espectacular. Hubo red carpet para dar la bienvenida a los 500 invitados, que recibieron en la entrada pins con leyendas tales como “Sos o te hacés”, “Gay friendly”, “Quiero probar”, “Busco novia/o” y “Me quiero casar”.

Los primeros en llegar fueron los familiares más cercanos. De a poco comenzaron a aparecer los rostros famosos del cine y la televisión: Cecilia Roth, Gonzalo Heredia, Cathy Fulop, Julieta Cardinali, Carolina Papaleo... Hay que recordar que Vannelli es uno de los representantes artísticos más importantes del país y que Ernesto tiene una dilatada carrera como actor (muchas telenovelas, por caso). La avanzada estuvo a cargo de Cecilia Rossetto y Virgina Lago (a las 21.30). Los más rezagados, ya entrada la madrugada, fueron Diego Ramos (venía de hacer una función de 39 escalones) y Alejandro Fantino. En la recepción se podía firmar el libro de los novios o bien dejar en los sobres regalo en cash.

DECO MULTICOLOR. Del techo de la recepción colgaban veinte arañas de colores y una docena de árboles dorados. Había, además, gigantografías de los novios del día del casamiento civil. Ya en el salón, Gloria César trabajó para resaltar la bandera del orgullo gay (rojo: vida; rosa: sexualidad; naranja: curación; amarillo: luz de sol; verde: naturaleza; turquesa: magia; azul: serenidad; y violeta: espíritu).

Había un escenario de 15 metros y una pantalla de 12 (se proyectaron fotos de la pareja y hubo saludos de famosos que no pudieron asistir, como Mike Amigorena). En el techo, 14 bolas de espejos y unas 500 inmensas flores de papel (by Gerardo Acevedo). La mesa principal estaba preparada para doce comensales, pero vaya si tardó en ocuparse.

“¡Es que recién nos pudimos sentar a las tres de la mañana! Nos venían a abrazar a cada rato”, cuenta Vannelli. A esa altura, los novios ya habían trajinado bastante. A la una de la mañana del mismo viernes 6, cuando ya estaban descansando, los había despertado el timbre: era el auto, un Jaguar del 51 –con el que los recién casados harían la entrada triunfal–, que acababa de arribar y debía ser guardado en la cochera. Con pocas horas de sueño, a las nueve estaban en pie. Y Ernesto, a las diez, ya se hallaba en Retiro para recibir a gente amiga que vino de Córdoba: los empleados de Casa Shanti, la posada que tienen en las sierras.

Al regreso hubo tiempo de tomar unos mates, conversar un rato y pasar por Espacio Darwin para saludar a los organizadores. Allí comieron unas pizzas y, mientras el teléfono no paraba de sonar, chequearon los últimos detalles, hicieron notas para la tele (los entrevistaron de Chile y Colombia) y recibieron los trajes de manos de su creador, Tito de Matices, el sastre de los famosos. Pensaban salir a las 21, ya cambiados, pero adelantaron los planes. “Ni pudimos despedirnos de nuestros gatos”, se lamentaron.

ENTRADA TRIUNFAL. Minutos antes de las once, Martín y Tati Sarapura, los djs de la fiesta, hicieron sonar el himno de Gloria Gaynor, I am what I am (Soy lo que soy). Fue una elección de los novios, que se veían representados en el título. Entraron de la mano, para bailar felices en medio de la pista.

Después, en reemplazo del clásico vals, el tema Cheek to cheek los hizo deslizar por el salón. Hubo aplausos, lágrimas, abrazos y un desfile de rostros conocidos. No faltaron, por supuesto, miembros de la Federación de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (LGBT). Y hasta las Madres de Plaza de Mayo tuvieron presencia, con Tati Almeida.

Noralih Gago (con su personaje de Concha del Río) abrió la noche con los gags del café concert. Poco después, una big band llenó el ambiente de jazz con swing. Más tarde se lució la troupe del Club 69, encabezada por Madame La Cacho y sus bailarines. En la pista, Mónica Antonópulos (para muchos la más sexy de la fiesta) se llevó todas las miradas; también Eleonora Wexler, apretada in red, y Muriel Santana.

EL MENU. Tuvo la firma de los Guillén. El cóctel incluyó bocaditos fríos y calientes, bruschettas, fajitas, pernil fileteado a la vista, crepes de espinacas y paquetitos caprese. Los amantes del sushi degustaron las delicias de Osaka. Y, de plato principal, fricasé de lomo con hongos y papas rústicas, más terrine de fromage.

El postre: volcán de dulce de leche con helado de banana. Una de las vedettes: la torta de tres pisos, con las caricaturas de Vannelli y Larrese en cerámica (regalo de Javier Iturrioz). A los costados, cintitas de colores con anillos. ¿Regalos? La mayoría, en dinero efectivo. Pero sobresalió una foto de ellos, enmarcada y firmada por... la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

SIN LUNA. Faltó la honey moon que, por las agendas de los novios, debió suspenderse. Vannelli contó que tomaron el fin de semana en Puerto Madero como un paseo. Allí, la gente los reconocía por la calle y los felicitaba. “Y sentí que todos, de alguna forma, fueron felices con nosotros, y que bailaron en la misma pista, alegres, sin distinciones. ¡Misión cumplida!”.

Los novios, Alejandro y Ernesto, cortaron la torta rodeados de la troupe de Club 69. Los invitados tiraron de las cintitas multicolores: todas tenían anillos. Alzaron la copa por la ley del matrimonio igualitario.

Los novios, Alejandro y Ernesto, cortaron la torta rodeados de la troupe de Club 69. Los invitados tiraron de las cintitas multicolores: todas tenían anillos. Alzaron la copa por la ley del matrimonio igualitario.

Los novios con Gonzalo Heredia, Leonora Balcarce, Julieta Cardinali y Cathy.

Los novios con Gonzalo Heredia, Leonora Balcarce, Julieta Cardinali y Cathy.

Para muchos, Mónica Antonópulos fue la más linda de la fiesta. Muy sexy, bailó toda la noche en el medio de la pista con un minivestido retro de Vevu. Siempre cerca, su novio Coraje Avalos, actor y primo de los De la Rúa.

Para muchos, Mónica Antonópulos fue la más linda de la fiesta. Muy sexy, bailó toda la noche en el medio de la pista con un minivestido retro de Vevu. Siempre cerca, su novio Coraje Avalos, actor y primo de los De la Rúa.

En vez del clásico vals, Vannelli y Larresse prefirieron bailar el tema <i>I am what I am</i>, el himno de Gloria Gaynor.

En vez del clásico vals, Vannelli y Larresse prefirieron bailar el tema I am what I am, el himno de Gloria Gaynor.

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