«Esta crisis es peor que la del 89, pero vamos a sacar al país adelante» – GENTE Online
 

"Esta crisis es peor que la del 89, pero vamos a sacar al país adelante"

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El "hermano Eduardo" -como lo llaman todos aquí en La Rioja-, ubicado detrás del fotógrafo, bromea mientras el flash ilumina el living de la residencia de la gobernación:
-Carlos, poné cara de presidente….

La respuesta sale disparada a la velocidad del click de la cámara:
-Pero si yo nací con cara de presidente.

Exultante, confiado, seguro. Así se deja ver Carlos Menem a una semana de las elecciones. Es Viernes Santo, y el día a puro sol está cerca de terminar. El candidato por el Frente por la Lealtad comenzó la jornada temprano, en Anillaco, siguió en la capital provincial con un arroz con mariscos al mediodía y a solas con Eduardo Bauzá, luego continuó en los links del La Rioja Golf Club, y culminó con empanadas de vigilia en la residencia. Allí, minutos después de las ocho de la noche, Menem distendido arrancó la entrevista con GENTE.

-A una semana de las elecciones, ¿le gusta el nivel de la campaña?
-No. La impotencia de mis adversarios políticos los lleva a expresarse en una forma verdaderamente deleznable. Hay alguna candidata que tiene un desequilibrio mental. Las cosas que dijo no tienen nombre, pero ya está.

-¿Se refiere a Elisa Carrió, quien señaló que aquellos que lo voten a usted tienen un h… de p… adentro.
-¡Es una barbaridad! ¡Insulta gratuitamente a quienes me votarán! Esa mujer va a recibir el repudio de todos. Es una mitómana. ¿Adónde están las cajas? ¿Adónde están las pruebas? ¿Qué consiguió con eso? Produjo una corrida bancaria impresionante, y es la responsable de la situación en que han quedado los bancos en la República Argentina. Yo la tengo querellada, y no la puedo llevar a juicio porque se ampara en los fueros.

-¿Y qué opinión tiene de los otros candidatos justicialistas, Néstor Kirchner y Adolfo Rodríguez Saá?
-No quiero entrar en el juego de calificarlos, como ellos hacen conmigo. Le dejo al electorado esa tarea, para que lo hagan con su voto.

-El ascenso de las últimas semanas de Ricardo López Murphy, ¿lo ha sorprendido?
-No. Los votos del doctor López Murphy son básicamente del radicalismo, y de algún sector de la ex Alianza, ya que él, recordemos, fue aliancista también. De todos modos, no le van a alcanzar.

-Supongamos que el domingo gana. ¿Cree que gobernará con una oposición feroz dentro de su propio partido, con un justicialismo fracturado como dijo Aníbal Fernández, o tras las elecciones se unirán?
-El que dice eso, no conoce al justicialismo. Después de las elecciones, el partido se va a reagrupar detrás del ganador. Ya muchos están reflexionando y retornan a las filas de mi sector. Lo que ocurre es que Aníbal Fernández, junto con su jefe, es corresponsable de este divorcio electoral. Manioraron para apartarme de este proceso, pero no lo consiguieron. Y como las cosas no se dan como ellos querían, buscan dividir al partido.

-Si gana, el 25 de mayo Duhalde le tendrá que colocar la banda. ¿Cómo imagina ese momento?
-Yo espero que se dé, que no se quiebre esta tradición de 150 años. La Constitución marca esa prerrogativa, y ellos la pueden cumplir o no.

-¿Cuando dice que el justicialismo volverá a reagruparse, también incluye una vuelta atrás en su relación con Duhalde?
-Le voy a responder con una definición de Maquiavelo: "La política es el arte de lo posible". Con eso le contesto... déjelo así.

-Usted gobernó diez años, ¿no se siente responsable por el estado en que hoy está el país?
-No. Yo no puedo ser responsable de la irresponsabilidad de quienes me sucedieron en el gobierno el 10 de diciembre de 1999. Mi responsabilidad, en todo caso, pasa por el exceso en el gasto público durante mi segundo mandato. Pero ese gasto público se debió a la necesidad de crear las estructuras para que la Argentina despegara. Y crecimos el 60 % del PBI en los 10 años de nuestro gobierno, algo inédito. Si habremos hecho las cosas bien que fue el único gobierno, de 1928 en adelante, que cumplió con el mandato que se había impuesto.

-¿Esta situación es comparable a la de 1989?
-Esta es mucho más difícil. Esta crisis es peor que la del 89. Pero si pudimos superar aquella situación, tengo la certeza de que vamos a superar esta también. ¿Cómo? Con mucho liderazgo y poniendo nuevamente a la Argentina en el ámbito de la gobernabilidad. Por eso vamos a ganar.

-¿Cuál será el eje de su gobierno en los primeros 100 días, esos que todos dicen son fundamentales?
-Vamos a trabajar fundamentalmente en lo que hace a lo social, y en lo que tiene que ver con la protección de las personas y de sus propiedades. Vamos a poner énfasis en combatir el hambre y brindar salud. Y, por supuesto, no puede ser que en la Argentina estemos viviendo una situación totalmente caótica. Me dicen que es difícil, porque están los piqueteros, que está la delincuencia, gente que está en la violencia. Aquí hay que aplicar la ley, la Constitución. "¿Y va a reprimir?", me preguntan. Y… si aplicar la Ley significa represión, es porque no nos queda otra salida. No puede ser que en la Argentina se sigan cortando las calles, las rutas; que los que no trabajan no dejen trabajar a los demás; que algunos aparezcan con capuchas y con palos. Esa imagen se transmite al resto del mundo.

-¿Los planes sociales que implementó el actual gobierno continuarían durante su gestión?
-Sí, van a continuar. Y poco a poco vamos a ir creando puestos de trabajo, con un vastísimo plan de obras públicas. Hemos hablado de 10 mil kilómetros de carreteras, 500 mil viviendas, pequeñas obras a partir de los municipios. Todo esto, claro, a medida que avancemos en un acuerdo con nuestros acreedores y un cambio en el sistema impositivo. Así vamos a recaudar más e iremos formando una masa crítica de dinero, para aplicarla en planes de desarrollo.

-¿Cómo serán ese cambio impositivo y la renegociación de la deuda?
-A grandes rasgos, bajaremos un poco los impuestos, eliminaremos los que son distorsivos, aliviaremos la presión fiscal y seremos inflexibles con el pago. Y en la renegociación de la deuda externa no vamos a pedir quita, sino una prórroga mayor a los cinco años y una menor tasa de interés. Eso nos dará los recursos. A los 100 días, se van a notar mejoras.

-Quisiera volver sobre el tema de la seguridad. Levantó polvareda cuando dijo que sacaría a las Fuerzas Armadas a la calle para combatir la delincuencia.
-No sé quiénes son los que crearon esta polémica, porque cuando le preguntan a la gente, el 70 % está de acuerdo con este tipo de medida. La gente quiere vivir en paz, la gente quiere seguridad. ¿Quiénes están en la protesta? Y... los progres que tenemos en la República Argentina, que hacen mucho daño. Fíjese que en Brasil, Lula sacó a las Fuerzas Armadas a la calle y nadie dice nada. Claro, Lula es un hombre de izquierda y por eso no critican, aunque está haciendo un gobierno de centro.

-A propósito de Lula, ¿cómo imagina la relación con él?
-Espero que bien. Yo respeto la voluntad del pueblo brasileño, y deberé velar para que las relaciones entre ambos países sigan bien, como hasta ahora.

-¿Argentina debe seguir en el Mercosur o intentará llegar al ALCA?
-Las dos posiciones. El Mercosur hay que reprogramarlo también, para mantener un saludable equilibrio entre los cuatro miembros. Y procurar avanzar en el tema del ALCA con la mayor velocidad posible. El presidente de los Estados Unidos tiene el fast track, la vía rápida, y a partir de eso podemos compartir tareas, con todos los países de Latinoamérica, para que pronto se cumpla uno de los grandes sueños del general Perón. El quería una zona de libre comercio desde el Artico hasta el Antártico, y tenemos que aprovecharla para crecer.

-Kirchner ha dicho que Lavagna será su ministro de Economía. ¿Ya eligió el suyo?
-No interesa, porque lo que elige el pueblo no es un ministro, sino al Presidente. Yo le podría decir que mi ministro de economía será Mandrake, pero es poco serio que un candidato a presidente trate de treparse a la figura de un ministro para obtener algún par de votos. Además, Lavagna es uno de los responsables del estado en que se encuentra el país. Yo tengo varios nombres para ese cargo: Pablo Rojo, Jorge Avila, Rogelio Frigerio (nieto), Carlos Melconián... y otros más.

-Desde su punto de vista, ¿cómo quedó la Argentina tras el cambio de voto y la abstención sobre el tema de los derechos humanos en Cuba?
-Nosotros hemos sido víctimas de las dictaduras, así que es inconcebible que apoyemos a un dictador. Y nadie puede discutir, con argumentos válidos, que el comandante Fidel Castro no es un dictador. Hace 40 años que está ahí, sin permitir una oposición. Y ahora, este hecho de ejecutar a disidentes, es lamentable. Nuestra conducta ha sido y debe ser siempre condenar a Cuba.

-Sobre la guerra en Irak usted señaló que la ONU debía decidir y no un país unilateralmente, como finalmente ocurrió. Ahora, los ojos de los Estados Unidos están sobre Siria, que es la tierra de sus ancestros. ¿Qué posición habría que adoptar allí?
-La de siempre: si es cierto que existen armas químicas y de destrucción masiva, habrá que pedirle a Siria que las elimine. A nosotros, los Estados Unidos, con respecto al misil Cóndor, nos pidió que lo dejemos de fabricar. En principio, dijimos que íbamos a continuar haciéndolo. Pero en un viaje que hice a los Estados Unidos me mostraron una foto de los restos de un misil usado en la guerra entre Irán e Irak, fabricado en la Argentina con tecnología alemana y recursos, entre otros, de Irán. Ante esa evidencia, dejamos de construir ese tipo de armamento. Por supuesto, que Siria sea la tierra de mis ancestros nos afecta a mí y a mi familia. Pero esperemos que la sangre no llegue al río.

-Volvamos al 27 de abril. ¿Tiene miedo de que haya fraude?
-El que habló de fraude fue el presidente interino. A la salida del Vaticano dijo que no lo descartaba. Y ahora el juez Blanco, de La Plata, dice que como viene la mano quizás no haya tiempo de entregar el mando el 25 de mayo. Y eso es, más o menos, lo que ha estado expresando el presidente interino, así que no descarto que algún inconveniente tengamos.

-Por último, las encuestas lo ubican primero, pero sin lograr un triunfo en primera vuelta. ¿Cree en los sondeos preelectorales?
-No, son todos muy relativos. Ahora me dan como ganador, pero al principio decían que era perdedor nato. Mora y Araujo, que siempre nos ubicaba terceros o cuartos, nos da primeros con tres puntos de ventaja. Pero la diferencia real es mucho mayor. En La Matanza, por ejemplo, estamos 15 puntos arriba. Así que, más allá de encuestas, den por seguro que gano en la primera vuelta.

Es lo que derrocha Menem antes de las elecciones. En la residencia del gobernador de La Rioja, donde vive cuando está en su provincia natal, dijo que está feliz por la noticia de que será padre

Es lo que derrocha Menem antes de las elecciones. En la residencia del gobernador de La Rioja, donde vive cuando está en su provincia natal, dijo que está feliz por la noticia de que será padre

Durante la entrevista, en el amplio living de la residencia del gobernador, Menem usó una campera de cuero. Luego, para las fotos, se la quitó. Como siempre, en su muñeca izquierda lució el reloj que perteneció a su hijo Carlos Facundo, a quien recordó emocionado.

Durante la entrevista, en el amplio living de la residencia del gobernador, Menem usó una campera de cuero. Luego, para las fotos, se la quitó. Como siempre, en su muñeca izquierda lució el reloj que perteneció a su hijo Carlos Facundo, a quien recordó emocionado.

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