“Es fácil tener muchas mujeres; lo difícil es tener una” – GENTE Online
 

“Es fácil tener muchas mujeres; lo difícil es tener una”

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Tranqui, que llego –responde relajado, a las 16.10 del miércoles 15 de julio: datos para que el lector recuerde. En breve revelaremos el porqué...

–Cuidado, que lo aguarda un complicado camino de montaña. Si se retrasa, no nos culpe, eh.
–En serio, preguntá sereno que llego –advierte desde su celular el caballero de 1,84 m, 70 kilos y ojos medios castaños–verdosos, a punto de dejar en auto el centro invernal de Las Leñas y virar hacia Maipú, Mendoza, distante 405 kilómetros.

–Revélenos cómo lo esperan allí, en la casa de sus padres (Elsa y Ricardo –Pilucho–).
–Con un asadito sobre la parrilla, mis hermanas mayores, Graciela y Lilet, y mis cuñados y sobrinos sentados al costado de la mesa, y el televisor encendido en Telefe.

–¿Lo divierte ver el cierre del ciclo? ¿Lo aborda cierta nostalgia? Confiésese.
–Hay muchas ganas de verlo. Se trata de un momento relevante en lo personal. Por eso deseo compartirlo con los míos, a las 22.30, o después de Justo a tiempo (imposta la voz).

Sí: termina Los exitosos Pells y Michael Amigorena (del 30 de marzo de 1972) cumple la palabra empeñada semanas atrás cuando, previo a tomarse un avión y completar el triplete Nueva York–Las Leñas–Maipú, posó frente a GENTE en el Hipódromo de Palermo. “Toco y me voy”, había dicho finalizados las grabaciones y los recitales de su grupo, Ambulancia, en el ND/Ateneo. “Llené la valija y partí agotado”, memora, y “volví bronceado, descansado y feliz”, agrega el cuyano, quien grabó 160 capítulos de los 120 que en principio formarían parte de la ficción humorística de Underground y Endemol, donde interpretaba a los gemelos Martín y Gonzalo... “Aparte de involucrarme en el proyecto desde bastante antes del envío inicial, que salió el 5 de noviembre”, añade pitando un delgado habano, protestando por la escasa participación del jamón en su tostado, tomando un sorbo de espumante café cortado y sosteniendo –detalla a la distancia– la doble página de Espectáculos de La Nación que muestra la promo en cuestión.

–Un gran paso en su historial, entendemos: el público masivo comenzó a registrarlo.
–Mirá, en la calle se notó a los quince días de aire. Hasta ese momento, de cada diez personas, dos encontraban en mí una cara conocida. Luego, ponele ocho de cada diez. El ciclo explotó y apareció el reconocimiento, lo que en nada me cambió, precisamente. Salgo cuando siento que puedo bancarme tranqui que se me acerquen. Si no, me quedo en mi departamento alquilado de Almagro y quizá encienda mi viejo televisor de 21 pulgadas, que casi no uso. A menos que camine por la Gran Manzana y una señora me pida posar frente la Estatua de la Libertad, como sucedió (ríe). Allá también me metí en un cine a ver Tetro, la película que filmé a las órdenes de Francis Ford Coppola. Salí rápido, atento a que nadie me descubriera. La fama (larga una carcajada).

–Remóntenos a su génesis en la pantalla chica...
–¿Querés que te cuente que moría por El Zorro, Los Dukes de Hazzard, Las calles de San Francisco, el Pato Lucas y el Gato Silvestre, Droopy y Butch, El Increíble Hulk, Los Tres Chiflados y Las Manos Mágicas?

–¿Y qué le representaba ayer y representa hoy la tele?
–Un acceso comercial, instructivo, destructivo. Un acceso que necesita de exceso de disciplina. Y yo siempre fui disciplinado, porque me gusta ser indisciplinado. Lógico, si pretendo no hacer nada, primero debo laburar duro.

–¿Buscó triunfar o le daba lo mismo?
–Obvio, lo busqué muchísimo. Desde aquel papelito en La familia Benvenuto, allá por 1992, cuando aparecí vestido de cadete, lo he intentado. Al margen, sabía que en algún momento surgiría la posibilidad de mostrar lo mío. Okay, llegó de la mano de los Pells, a mis 37. Pero... Mejor. A un pibe de 20 no le hubiera resultado normal. Le faltan kilómetros. Necesitás digerirlo. Yo gané un Mundial y necesito levantar el pie del acelerador, despejarme. De allí que dejé de lado varias ofertas. Apenas acepté grabar la apertura de Susana y los comerciales de Sobe Rush, la nueva bebida energética de Pepsico (se relame). Me encantó el producto y su estética, pintoresca, moderna, divertida, diferente, original: dos palabras, las ultimas, detrás de las que camina mi carrera. ¡Incluso bailo en el aviso!

–Disculpe que retomemos. ¿Le informaron que a los Mundiales suelen separarlos cuatro temporadas. ¿Regresará recién en 2013?
–Buena idea. Sin embargo, no creo. Tal vez en 2010, depende de las propuestas. Entretanto, con Ambulancia (la banda de pop, rock y teatro que conforma junto a sus colegas Muriel Santa Ana, Luciano Bonanno, Julián Vilar y Víctor Malagrino) tocaremos todos los viernes de agosto, a las 23.30, en La Trastienda Club, la previa del cidí y del dividí que lanzaremos.

–¿No terminará abandonando su nutrida trayectoria para dedicarse a la música?
–Olvidate. Hace poco, cinco, seis años, que me mantengo gracias a mi profesión. Me gustaría seguir abasteciéndome de ella, aunque no es un sueño. El sueño de mi vida ya lo cumplí: ser actor. Ahora me resta elegir y disfrutar. Lo que me permite no desmotivarme es no planificar.

–¿Ni siquiera en el amor?
–Exacto.

–¿Anda solo Mike Amigorena?
–Ando solo (sintetiza serio).

–¿Tamaño suceso equivale a un incremento en los acercamientos femeninos?
–Suponés bien. Igual, que haya más oportunidades no significa que haya estado con más mujeres a partir del programa. Es fácil tener muchas mujeres; lo difícil es tener una sola... “Diferente, original: detrás de esas dos palabras camina mi carrera”, pregona quien al momento apenas planea tocar música en agosto y encarar un unipersonal en 2010.

“Diferente, original: detrás de esas dos palabras camina mi carrera”, pregona quien al momento apenas planea tocar música en agosto y encarar un unipersonal en 2010.

“Antes de los Pells, de cada diez personas, dos encontraban en mí una cara conocida. Luego, ponele ocho de cada diez. Apareció el reconocimiento, lo que en nada me cambió, precisamente”

“Antes de los Pells, de cada diez personas, dos encontraban en mí una cara conocida. Luego, ponele ocho de cada diez. Apareció el reconocimiento, lo que en nada me cambió, precisamente”

“¿Qué me energiza a mí? Admito que la música –contesta el versátil mendocino–. Adoro a David Bowie y todo lo internacional. Hasta el rapero Snoop Dogg suena en el ringtone de mi celular”.

“¿Qué me energiza a mí? Admito que la música –contesta el versátil mendocino–. Adoro a David Bowie y todo lo internacional. Hasta el rapero Snoop Dogg suena en el ringtone de mi celular”.

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