«Es casi imposible que dos modelos puedan ser amigas: todas somos muy competitivas» – GENTE Online
 

"Es casi imposible que dos modelos puedan ser amigas: todas somos muy competitivas"

Actualidad
Actualidad

En diciembre del año pasado, los productores de El garage la convocaron para conducir el programa, sucediendo a Ursula Vargues y Gisella Van Lacke. A Rocío (22) le interesó la idea, porque los autos siempre la apasionaron: “Soy fierrera de alma y me ocupo de casi todas las cosas de mi auto. Aunque mi papá me recuerda algunos detalles que le tengo que hacer a mi Mini Cooper, como el service a los 5.000 kilómetros”, confiesa la diosa de Multitalent Agency.

–¿Y en estos momentos tenés a alguien que te ayude en esas tareas?
–(Se ríe) Estoy de novia desde hace un año y dos meses con Eric (Engstfeld, 24 años). Tiene una empresa de productos químicos…

–Nunca con un mecánico o un corredor de autos…
–Nunca... Con Eric nos enganchamos enseguida, y a los ocho meses ya nos fuimos a vivir juntos. La pasamos tan bien que este verano no fui a trabajar a Punta del Este. Preferí un mes de paz. Sabía que en febrero tenía que volver y comenzar con la conducción de El garage, y a ensayar para bailar en el programa de Tinelli. Por eso fuimos con Eric a Tailandia y China.

–¿Quién de los dos es el que toma el volante?
–Las cosas de la casa las decidimos entre los dos. La convivencia es difícil, porque tenés que ceder y tolerar mucho. Yo la vengo piloteando muy bien. Pero con los autos somos celosos: ninguno maneja el del otro, aunque somos excelentes copilotos.

–¿Hace mucho que se conocen?
–Unos seis años. Siempre hubo mucho histeriqueo, porque cuando nos veíamos los dos estabamos de novios. Recién el año pasado, cuando nos encontramos en Punta del Este y estábamos solos, decidimos empezar una relación.

–En una de las notas que diste decías que te querías casar y ser madre joven. ¿Seguís pensando lo mismo o pusiste un pie en el freno?
–No, pensándolo en frío, todavía no me quiero casar ni ser madre. Hay muchos proyectos personales que quiero cumplir. Casarme o tener un hijo en estos momentos sería una traba enorme.

–¿Cuándo vamos a tener un disco tuyo?
–La verdad es que no lo sé. Mi manager y yo estamos hablando con diferentes discográficas, pero todos quieren que cante música pop y muy comercial, y yo me siento más cómoda cantando blues o jazz. Por ahora no tengo apuro. Sigo componiendo mis canciones y pintando flores.

–¿Vas a vivir un año de adrenalina, a puro baile?
–Sí, y eso me encanta. Por ahora estoy ensayando con mi coach de Bailando por un sueño 4, y el primer ritmo que voy a hacer es música disco. En dos semanas se suma Nicolás, mi soñador de Puerto Madryn. Lo único que sé es que voy a competir con Nina Pelozo, Lía Salgado, Soledad Solaro, Nazarena Vélez, Carolina Oltra, Paula Robles, Liz Solari y Flavia Palmiero. Me parece tan extraño competir con Flavia…

–¿Por?
–Porque cuando yo era chica era su fan. Me encantaba. Nunca me perdía La ola verde.

–¿Por ella o por Nicolás Cabré?
–¡Ay, no…! (se muerde el labio, porque ella saltó a la fama después del romance que tuvo con el actor). Este desafío es para mí un trabajo, y me encanta, porque me voy a perfeccionar en el baile, y estaré en un programa con 30 puntos de rating. Pero te aseguro que no me voy a pelear con el jurado, porque en el último tiempo decidí manejar mi vida más tranquila, con un perfil más bajo.

–¿Perfil bajo? ¡Si sos una de las modelos más mediáticas!
–Ocurre que todas las propuestas que me llegan me interesan. Y ahora estoy evaluando trabajar en Chicas, la serie que va a realizar Damián Szifrón para mitad de año en Telefe.

–¿Te gustaría parecerte a alguien del medio?
–Me encantaría ser como Natalia Oreiro. Ella lleva su carrera de una manera magnífica, porque canta, actúa en telenovelas, hace cine y vive la naturaleza. Yo tengo otro perfil, pero me encanta su personalidad.

–¿Qué cambios encontrás en tu vida cuando mirás por el espejo retrovisor y ves el camino que has recorrido hasta ahora?
–Cuando fui tapa de GENTE por primera vez quería hacer todo, estar en todas partes, me sentía única. Después me di cuenta de que muchas veces conviene decir que no, y no estar siempre dispuesta. El vértigo del mundo fashion casi me hace perder el control. Pero por suerte mi familia y unas amigas me ayudaron a parar. Ahora medito más las cosas.

–Pero seguís seduciendo como el primer día…
–Soy provocadora por naturaleza. Me gusta verme linda, vestirme bien y eso tiene que ver con mi naturaleza. Pero ahora decidí no exponerme tanto.

–Al estar en pareja, ¿no perdés el instinto de conquista?
–Y, un poco se pierde... Uno se relaja y deja de preocuparse por conquistar al hombre que tenés al lado, pero siempre hay que darle una vuelta de tuerca y volver a despertar la pasión.

–Muchos hombres compiten por tener el auto último modelo. Creen que así pueden seducir a las chicas. ¿Alguna vez te llamó la atención algún hombre por su auto?
–No, nunca.

–¿La competencia en el mundo de las modelos es tan feroz como dicen?
–Sí, es fortísima, porque nosotras trabajamos con nuestra imagen, y es un poco frívolo trabajar con algo que es cuerpo, cara y pelo. Todo el tiempo siento la competencia. Aunque hasta ahora ninguna modelo me rompió un taco en un desfile, soy muy perceptiva y sensible ante las energías negativas, y me doy cuenta cuando alguna me tiene envidia. ¡Lo sentí más de una vez! En el mundo de las modelos, si no estás bien anímicamente, no resistís.

–¿No te desgasta mostrarte siempre como la chica perfecta y seguir estando en un ambiente tan competitivo?
–Yo disfruto mucho mi trabajo, pero la gente de afuera no sabe que hacer fotos también es un sacrificio. Te tenés que levantar a las siete de la mañana para maquillarte, peinarte y a veces hasta morirte de frío. Yo lo llevo bastante bien, y no me agarran ataques de estrés, ni de pánico, como a otras…

–¿Lo decís por alguna modelo en especial?
–No…

–¿Por qué creés que tienen mala onda con vos?
–Porque me tienen celos, supongo. Pero desde los 14 años (a esa edad empecé en esto), luché para estar donde estoy; y aunque yo nunca tuve un entredicho con nadie, la mala onda vibra. Así como tengo muy buena onda con algunas modelos, con otras ni me hablo. Me tiene sin cuidado, porque a mis amigas las tengo afuera del ambiente. A mi laburo no voy a buscar amigas. Es casi imposible que dos modelos puedan ser amigas: todas somos muy competitivas. Por eso ni lo intento.

–Comenzaste tu carrera siendo morocha y ahora sos una rubia fatal. ¿Cómo te sentís más cómoda?
–Me siento más sexy siendo rubia. Estoy trabajando mucho más ahora: parece ser que a los argentinos los ratonean más las rubias.

–Vos te agrandaste la delantera hace un año y medio. ¿Le harías algún otro retoque de chapa y pintura a tu cuerpo?
–No. Estoy muy conforme con mi físico. Mi único complejo era que tenía poca lola, aunque demasiada cola, cosa que me gustaba. Ahora… bueno, me las arreglé y estoy proporcionada: 90-58-90.

–Y te sentís más segura…
–Sí, ahora estoy más segura y me siento más mujer. Aunque muchas nenas y muchos hombres me dicen que soy como una Barbie.

–¿Y eso te divierte?
–Sí, porque suelo sentirme una muñequita. Siempre me están peinando, maquillando y mimando, pero ya no me la creo. Soy una mujer explosiva y no me pesa no ser una modelo de alta costura y no hacer pasarela, porque con estas curvas tuve más tapas que una modelo flaca y alta. Este año ya hice tres campañas y me va muy bien. Te voy a contar un secreto que puede resultar vanidoso: cuando me miro al espejo, me gusto mucho.

Se siente segura de sí misma, deslumbrante con su cabellera rubia y sus medidas clásicas (90-58-90). Admite que le gusta seducir y que no puede dejar de hacerlo, aunque vive en pareja.

Se siente segura de sí misma, deslumbrante con su cabellera rubia y sus medidas clásicas (90-58-90). Admite que le gusta seducir y que no puede dejar de hacerlo, aunque vive en pareja.

“Soy una mujer explosiva, y no me pesa no ser una modelo de  alta costura y no hacer pasarela, porque  con estas curvas hice  más tapas que una modelo flaca y alta”

“Soy una mujer explosiva, y no me pesa no ser una modelo de alta costura y no hacer pasarela, porque con estas curvas hice más tapas que una modelo flaca y alta”

“A mi laburo no voy a buscar amigas… Siento la competencia todo el tiempo. Aunque hasta ahora ninguna modelo  me haya roto un taco en un desfile, yo  soy muy sensible  a las energías negativas y percibo cuando alguna  me tiene envidia”.

“A mi laburo no voy a buscar amigas… Siento la competencia todo el tiempo. Aunque hasta ahora ninguna modelo me haya roto un taco en un desfile, yo soy muy sensible a las energías negativas y percibo cuando alguna me tiene envidia”.

Más información en Gente

 

Más Revista Gente

 

Vínculo copiado al portapapeles.

3/9

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

Ant Sig