Entrevista exclusiva con el «paciente cero» de coronavirus en el país: “Pasé del miedo a valorar todo lo que tenía antes de enfermarme” – GENTE Online
 

Entrevista exclusiva con el "paciente cero" de coronavirus en el país: “Pasé del miedo a valorar todo lo que tenía antes de enfermarme”

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Se llama Claudio Ariel P., tiene 43 años y, proveniente de Italia, fue el primer caso de coronavirus registrado en la Argentina. Si bien fue dado de alta el viernes 13 de marzo en el sanatorio Agote, donde estuvo internado durante 12 días, permanece aislado a la espera de un segundo estudio. Desde el aislamiento que vive en su domicilio de Puerto Madero habló en exclusiva con GENTE.

Claudio Ariel P. (43) es soltero y no tiene hijos. Nació al sur del Conurbano, en Guernica, brinda su ayuda en el Merendero Sonrisas, y hoy vive en Puerto Madero…, pero aislado. “Fue muy difícil enterarme de que tenía COVID-19, porque soy una persona que disfruta estar con sus amigos y lleva una vida saludable. Por eso hasta pedí entrenar en mi aislamiento, cuenta el paciente cero de Argentina, quien además tiene una PyME que provee insumos a la industria marroquinera, por lo cual mientras espera que se cumpla su período de cuarentena, atiende online a sus clientes.

CONTAGIO Y PRIMEROS SÍNTOMAS. “Es muy difícil determinar dónde me contagié el coronavirus. Yo creo que fue en Milán, donde asistí a una exposición de cueros sintéticos. Quería ver las tendencias de la moda europea para traer al país y mostrarles a mis clientes argentinos, que son fabricantes de carteras y zapatos. Durante los cuatro días allá se decretó el alto riesgo en esa ciudad; luego viajé a Nápoles, donde estuve dos días. Allí sólo tuve contacto con mi amigo Alan. Paseamos por la ciudad, comimos juntos, fuimos a ver un partido de la Champions League... Alan no había tenido COVID-19 y tampoco tuvo hasta la fecha ningún síntoma, cuenta por teléfono, desde el living de su casa. –¿Cuáles fueron tus primeros síntomas? –Los noté en Milán: transpiración y tos seca. Duraron sólo dos días. No fue nada fuera de una tos leve, habitual, como la que todos tenemos. Cuando viajé a Nápoles, esos síntomas ya no estaban. Por ese motivo, y considerando que todavía no estaba tan presente el tema, no me acerqué a ningún centro médico en Europa. –¿En el viaje sentiste algún malestar? –Durante el vuelo, nada: dormí 12 de las 14 horas... Cuando me desperté tenía la remera transpirada y eso me llamó la atención. Ahí tal vez tuve mi primer llamado de atención. En ese momento algo no me gustó.

Todo el tratamiento y traslados fueron cuidadosos y nada se salió del protocolo

CHEQUEO Y RESULTADO: COVID-19 POSITIVO. “Al llegar a Buenos Aires le pedí a mi hermano que me llevara directo a la clínica Swiss Medical, porque me desperté en el avión con la remera transpirada –memora Claudio, recordando los pasos de una de sus horas más preocupantes–. Yo ya me había interiorizado del COVID-19, y sabiendo que venía de una zona decretada ‘de riesgo’, decidí prevenir”. –¿Cómo fuiste tratado? ¿Cumplieron con el protocolo que se exige? –Desde que llegué a Swiss Medical Center sentí un trato especial: durante las inspecciones iniciales, la etapa de diagnóstico, durante el diagnóstico propiamente dicho y durante el tratamiento; es decir, en todo momento. Los médicos y enfermeros fueron cuidadosos, amables y muy profesionales. Luego me trasladaron al Agote, donde me internaron. Allí me controlaban cada tres horas el oxígeno en sangre, la presión y la fiebre. Esos controles dieron bien el 100% de las veces, todos los días que estuve internado. –¿Cómo se te ocurrió hacer el video pidiendo sushi que se viralizó? –La verdad, me sentía tan bien física y anímicamente que me dieron ganas de comer algo distinto al menú de la clínica. La pregunta fue dentro de un contexto de humor y con respeto. Hice el video para el grupo de WhatsApp de mis amigos y se terminó viralizando. De alguna manera intentaba llevar tranquilidad a mis seres queridos, que lógicamente estuvieron muy preocupados. Es mi personalidad y siempre mantuve la calma y el humor e intenté que mi gente esté tranquila. Además, dentro de mi habitación me puse a entrenar con dos mancuernas y en una colchoneta también hacía abdominales que me recomendó mi profe, Germán Martínez.

Dentro de su habitación me puse a entrenar con dos mancuernas y en una colchoneta también hacía abdominales que le recomendó su profe, Germán Martínez.
El primer resultado que indicaba que tenía COVID-19

–¿Qué tipo de análisis y estudios te hicieron? –El primer estudio fue un test rápido de fauces, que dio negativo. También me realizaron el panel viral, y dio negativo. Luego me practicaron un hisopado, que se envió al Instituto Malbrán. Dio positivo, motivo por el cual se determinó mi internación para control evolutivo y epidemiológico. –¿Cómo fue el momento en que te trasladaron? –Los dos traslados que tuve se hicieron cumpliendo los protocolos. El primero desde Swiss Medical al Agote, y el segundo desde éste a mi domicilio. Fueron muy profesionales y con personas muy amables. –¿Qué tipo de alimentación te dieron? –Los primeros días no fue muy rica. Entiendo que por protocolo seguramente la dieta era estricta y limitada. Luego, durante mi internación, y a medida que notaron que toleraba la alimentación, lo contrario: todos los días me llamaba una nutricionista para preguntarme qué quería comer. Tenía un menú con varias opciones: carnes, pastas, pollo, pescado. –¿En la cuarentena tuviste miedo? –Sí. Pero pasé de tener miedo a valorar todo lo que tenía antes de enfermarme.

En la intimidad de su departamento de Puerto Madero nos mostró como vive su Cuarentena.

EL ALTA MÉDICA Y EL PREJUICIO. Ya no tengo síntomas, ni tampoco contagio. No obstante, estoy a disposición y atento a ver qué medidas siguen recomendando el Ministerio de Salud y los especialistas –cuenta Claudio Ariel–. Y continúa en un monólogo–. Entiendo que esto será día a día. Igual, hasta el momento no estuve con nadie. Espero indicaciones de cómo sigue el protocolo, que por cuestiones lógicas cambia todo el tiempo, en base a la evolución del COVID-19 en nuestro país, en la región y en el mundo. Por ahora sigo mi vida habitual, pero desde casa. Estaré en mi domicilio y realizando mis actividades laborales por teléfono y vía PC. Quiero agradecer al equipo médico del Swiss Medical Center y Sanatorio Agote que me atendieron. Y a mi familia, por la contención el y apoyo desde el primer momento. Mis hermanos Martín y Hernán no tuvieron ningún síntoma, pero se mantuvieron en cuarentena por haber estado en contacto conmigo. Sin el apoyo y el respeto de todos ellos se me hubiese hecho mucho más difícil pasar estos días”, afirma. –¿Qué tipo de recaudos tenés que tomar a partir de ahora? –Todos los que recomienda el Ministerio de Salud, que a esta altura son de público conocimiento. Las medidas de higiene son las más importantes, y evitar tocarse los ojos, nariz y boca. –¿Temés que tus relaciones sociales cambien? –No tendrían por qué cambiar. Desde el primer minuto en que llegué al país me manejé de manera correcta, siguiendo los protocolos y las indicaciones. Con responsabilidad y conciencia social. También me he puesto a disposición para todo lo que fuese necesario. La última prueba de COVID-19 ya dio negativo, por lo cual estoy curado 100% y con alta médica.

Claudio Ariel P.

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