Enfrenta la tragedia y lucha por recuperar su pareja – GENTE Online
 

Enfrenta la tragedia y lucha por recuperar su pareja

Actualidad
Actualidad

El amor de sus hijos ayuda a calmar el dolor. Ambar (8) y Silvestre (3) la acarician, proponen juegos y hasta logran hacerla reír”, son las palabras con las que alguien muy íntimo de la familia intenta retratar la escena cotidiana a cinco días del más cruel episodio por el que una madre podría atravesar. A 41,5 kilómetros y con la sensación de protección que le da el perimetral del Golf Club Argentino, Juana Viale (29) lucha por recuperarse mientras recibe la visita diaria de su médico clínico y su inseparable terapeuta psicológica. “Juanita da paseos cortos por la casa y ya ha comenzado con un plan de alimentación para recuperar fuerzas y nutrientes”, asegura la misma fuente. Incondicional, y a horas de recomenzar su labor en Un año para recordar por Telefe, Gonzalo Valenzuela (33) no se distrae un instante de la atención a su mujer. El actor no sólo se sumó a Juana en la terapia para mitigar tanto pesar por la pérdida de Ringo, cuyo nacimiento estaba programado para el 16 de junio, sino que además está totalmente decidido a retomar las sesiones con la coach matrimonial que hace algunas semanas habría comenzado a guiarlos en el objetivo de la reconciliación. La pareja pasa todo el tiempo posible a solas, y “mi amor” es la frase que se antepone a cualquier comentario que cruzan frente a testigos.

CRONICA DEL DOLOR. Martes 24 de mayo, Del Viso. Alrededor de las 13 horas y luego de haber sorteado exitosamente unos exámenes respecto a su embarazo, Juana rompió bolsa. La idea del inicio de un trabajo de parto era impensable para la actriz, quien esperaba dar a luz tres semanas más tarde. Versiones confirmadas aseguran que su partera, Sandra Laporta le habría indicado antibióticos, previo a las contracciones que ya se habían intensificado cerca de las 22:30. Durante ese lapso, Juana y Gonzalo habrían intercambiado opiniones: ella seguía con su idea de un parto domiciliario, y él mantenía la firme postura de acudir a una clínica. El cuadro se complicó entrada la madrugada. “Comenzó a sentir la panza muy dura y se asustó al no percibir los movimientos del bebé”, relató gente del entorno más cercano. Recordemos que Silvestre, hijo de ambos, nació tras un embarazo de riesgo por fisura de bolsa, que obligó a una internación que se prolongó varios meses.

Desesperado, el chileno recurrió a Laporta, la partera en quien Juana había depositado entera confianza, por haber sido quien atendió el parto del hijo de su amiga Agustina de Alzaga. “La experiencia de Agustina había sido excelente. Es por eso que Juanita había estado investigando acerca de la posibilidad de tener a su bebé en su propia cama”, detalló un allegado al clan. La profesional, especialista en partos humanizados o domiciliarios, fue además quien recibió a Mora, hija de la actriz Carla Conte. Tan estrecha sería la relación que entablaron paciente y profesional, que cuando en cierta oportunidad Laporta anunció que se tomaría algunos días de vacaciones, Juana se habría manifestado esperanzada en que pudiera estar presente para la fecha pautada para el nacimiento.

Minutos después de la 1:30 de la madrugada, Sandra recibió la llamada de Gonzalo justo en el momento en que tomaba la ruta rumbo a Chascomús, donde pasaría el feriado patrio. La profesional no dudó en emprender el regreso. “Te espero en la guardia del sanatorio”, dijo la mujer antes de cortar la comunicación. Inmediatamente, el actor ayudó a su pareja a subir al auto y alrededor de las 3 de la madrugada fueron recibidos por el obstetra, doctor Guillermo Lodeiro Martínez, en el Sanatorio de la Trinidad, del barrio de Palermo. Laporta ya estaba allí para contener a su paciente que, según revelan fuentes internas, presentaba 14 horas de bolsa rota y meconio –sustancia compuesta por células muertas y secreciones del estómago e hígado que reviste el intestino del recién nacido–, lo que habría determinado el sufrimiento fetal.

Advertido por Valenzuela, Nacho Viale, hermano de Juana, se hizo presente en el lugar para comenzar el inicio de los trámites de internación y hasta habría firmado la autorización de la cirugía. A las 3.10, la actriz entró al quirófano en silla de ruedas, con la incondicional compañía de Gonzalo. “Tranquila, mi amor, todo va a estar bien”, susurraba el actor sin soltar la mano de su mujer, quien para ese entonces tenía cuatro centímetros de dilatación. El monitoreo ya arrojaba resultados desalentadores. Cinco minutos después dio inicio la cesárea de urgencia, bajo la mirada desolada de un papá que presenciaba la lucha del equipo médico por hallar señales de vida en su bebé. Cuarenta fueron los minutos en los que los profesionales intentaron reanimar a Ringo, de 2,800 kilos, hasta verse en la obligación de emitir el más cruel de los anuncios. El dolor se convirtió en silencio extremo. La pareja permaneció, a solas, casi cuarenta minutos con su hijo muerto en brazos.

Según versiones de los afectos más cercanos, Juana permaneció inmutable, como perdida, y Gonzalo descargó su ira contra una de las paredes del pasillo antes de estallar en llanto. “No existieron planteos de culpa ni cualquier otra cosa que no fuese amor, abrazos y aliento”, aseguró un amigo de ambos.

Entrada la mañana, las autoridades del sanatorio emitieron el primer parte, mediante el cual informaron que “la paciente ingresó con dolor abdominal y un embarazo detenido de 36 semanas, por lo que se recurrió a una cesárea de urgencia, constatando el fallecimiento fetal”.

Durante las horas posteriores, el sexto piso del sanatorio ya estaba restringido por un fuerte operativo de seguridad. Fuera de la habitación, un agente transmitía por handy los movimientos de cada una de las visitas. Dentro, Juana, contenida por dos amigas y su madrina, habría permanecido sedada y sólo balbuceaba comentarios sobre asuntos cotidianos irrelevantes, como la atención a sus cuñadas, huéspedes en la casa del country.

Gonzalo intentaba sortear la tristeza en compañía de amigos como Juan Santa Cruz y Benjamín Vicuña. Además, varios fueron los que dicen haber escuchado al actor discutir con Nacho Viale y defender su derecho no sólo a quedarse con su mujer, sino también a decidir sobre el destino de su hijo. Finalmente, el vínculo con su cuñado se recompondría con el transcurso de las horas, a fuerza del dolor.

CONTENCION DE FAMILIA. Miércoles 25. El piloto del vuelo 417 de Air France dio el aviso de llegada. Marcela Tinayre abrió su teléfono y recibió la trágica noticia. En París, los relojes marcaban las 12.15 del día cuando la madre de Juana escuchó la voz de Nacho implorando comunicación inminente. Tinayre y su marido, Marcos Gastaldi, habían decidido pasar unos días en París antes de volar a Mónaco para presenciar la carrera de Fórmula 1 en la que Federico, hermano del empresario, tendría intereses comerciales como representante de Renault. Minutos después, y sin salir del aeropuerto, el matrimonio intentaba comprar pasajes vía Madrid para acelerar el retorno, que tomaría un día y medio.

Dos horas después, en su piso del barrio de Palermo, Mirtha Legrand amanecía con la desgraciada novedad. Hasta ese momento ninguno de sus empleados se había atrevido a interrumpir su sueño tras el expreso pedido familiar. Aún en robe de chambre, Chiquita sintonizó radios, televisores y se conectó a Internet al instante en que telefoneaba a su nieto, envuelta en llanto y registrando un bajón de presión que enfrentó con medicación. “Abuela, te prohíbo que vengas. Juana ya está asistida, y queremos evitar un desastre mediático”, sentenció Nacho. “Está devastada. Ya venía muy golpeada, a lo que se sumó no haber podido concretar su regreso a la televisión. Lo que pasó terminó de derrumbarla”, aseguran en el entorno de la diva. Tres fueron las visitas que recibió ese día: su hermana Goldie, Nené, su cuñada, y Lucía Galán, quien pasó directamente desde Aeroparque luego de su llegada desde La Rioja.

Mientras, en la residencia de Del Viso, la niñera de Juana preparaba a Ambar para que la llevara su papá, Juan De Benedictis, y a Silvestre, quien quedaría en custodia del matrimonio de Carolina Pampita Ardohain y Benjamín Vicuña, amigo y compatriota del actor. Avisada por Gonzalo, su hermana Luz Francisca Valenzuela viajó desde Chile y días después lo hicieron Mariana, la tercera hermana, y la tía de los tres, quienes hicieron base en la casa del country.
Esa misma tarde, a bordo de su moto, Ignacio Viale –el padre– se hizo presente en el sanatorio y poco más tarde lo harían sus hijos Manuela y Matías, medio hermanos de Juanita. Por su parte, Valeria Gastaldi decidió suspender las presentaciones de su nuevo disco. “Sólo pensamos en contener y respetar a Juana. Es muy duro. Nadie suponía que algo así podía suceder, porque todo marchaba muy bien”, declaró la cantante.

DE REGRESO A CASA. Jueves 26: un nuevo parte médico dio cuenta de una evolución favorable de Juana, con parámetros clínicos normales y estables durante las primeras 24 horas de postoperatorio. Al final se reiteraba el agradecimiento familiar y el pedido de respeto a la privacidad. A las 15.30 horas, escoltado celosamente por la moto de Nacho, su nieto, el auto de Mirtha hizo su arribo al sanatorio, lo que desató una revolución mediática que incluyó golpes entre fotógrafos y agentes de seguridad y el destrozo de la cabina del parking. “Vivimos un horror”, dijo Chiquita de regreso en su casa, antes de meterse en la cama sin probar bocado.

Viernes 27, a las 8.45 horas. Mirtha despertó por la llamada de Marcela, quien arribó al país y sin escalas acudió al sanatorio. A las 18.10 horas comenzó a planearse el “operativo salida”. Las variantes para que Juana dejara el sanatorio fueron tantas como especulaciones sobre el movimiento de la prensa. A las 20.00 horas, Valenzuela logró distraer al periodismo escondido en la parte trasera del auto conducido por Vicuña. El destino: Golf Club Argentino, donde sus hermanas y amigos organizaron una comida de contención afectiva.

Sábado 28, a las 23 horas: segura de la ausencia de fotógrafos y cámaras de programas en vivo, Juana dejó la clínica en compañía de Gonzalo y, haciendo escala en su departamento de Barrio Parque, tomó rumbo a Del Viso. Horas antes, el último parte anunciaba que la paciente ya deambulaba y se alimentaba normalmente.

Si bien hoy la actriz descansa en la residencia familiar, fuentes aseguran que alternaría la estadía instalándose algunos días en su departamento porteño. Los estudios médicos continuarían y la abuela habría insistido: “Es mejor que Juana esté cerca de todo y de todos”.

El domingo por la tarde, y mientras se esperan los resultados de las investigaciones de necropsia, el cuerpo de Ringo habría sido cremado en un cementerio privado de Pilar. El informe oficial sobre las causas del fallecimiento del pequeño sería revelado en un mes.

Ese mismo día, Ambar y Silvestre amanecieron junto a mamá y prepararon con ella su regreso a la rutina diaria. Marcela fue la encargada de acompañar a su nieta al colegio en el barrio de Núñez, el lunes por la mañana, y recibirlos en su casa una vez finalizada la jornada escolar. Los íntimos precisan que los niños y sus papás mantuvieron una larga charla, que habría terminado en un conmovedor abrazo grupal. El pasado miércoles 25 debió ser atendida de urgencia, al complicarse su embarazo de 36 semanas. Hoy apuesta a la terapia psicológica y al amor de sus pequeños Ambar (8) y Silvestre (3).

El pasado miércoles 25 debió ser atendida de urgencia, al complicarse su embarazo de 36 semanas. Hoy apuesta a la terapia psicológica y al amor de sus pequeños Ambar (8) y Silvestre (3).

 Pese a la crisis por infidelidad, la pareja buscaba la reconciliación, concentrados ambos en el bienestar de sus hijos. Así se los vió en la última foto antes de la internación de Juana, almorzando juntos Gonzalo Valenzuela, siempre padrazo con Silvestre, jamás  se alejó de su rol.

Pese a la crisis por infidelidad, la pareja buscaba la reconciliación, concentrados ambos en el bienestar de sus hijos. Así se los vió en la última foto antes de la internación de Juana, almorzando juntos Gonzalo Valenzuela, siempre padrazo con Silvestre, jamás se alejó de su rol.

Mirtha Legrand visitó a su nieta en medio del dolor y ofreció su residencia de Del Viso para la recuperación.

Mirtha Legrand visitó a su nieta en medio del dolor y ofreció su residencia de Del Viso para la recuperación.

Más información en Gente

 

Más Revista Gente

 

Vínculo copiado al portapapeles.

3/9

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

Ant Sig