“Encontré al hombre que me sabe cuidar, malcriar y mimar” – GENTE Online
 

“Encontré al hombre que me sabe cuidar, malcriar y mimar”

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Quienes conocen su intimidad dicen que se la ve muy feliz, como pocas veces. Sin embargo, Isabel Macedo (33) prefiere no revelar detalles de su vida privada. Como si la exposición de haber estado diez años junto a Facundo Arana la hubiera saturado. Entonces, digamos nosotros quién es el dueño de su corazón: Se llama Pablo Giancaterino, tiene 37 años, fue novio de Verónica Lozano, es abogado y, desde su estudio, en Buenos Aires, defiende los intereses de los bonistas argentinos en Nueva York. Cuando escucha las primeras preguntas que intentan ahondar en el tema, la cara de Isabel cambia y frunce el ceño. “Siento que éste no es un lugar para contar mi vida íntima; no me siento cómoda. Cuando en diciembre vi publicadas en las revistas las fotos que me sacaron con mi novio, sentí como una invasión a mi mundo privado”, confiesa en el lobby del Sheraton la malvada de Don Juan y su bella dama.

–Hace más de una década que la gente se entera de parte de tu vida a través de los medios. ¿No aprendiste a convivir con eso?
–No. Y creo que es algo que nunca voy a aceptar. Nunca quise mostrar esa parte de mi vida, y tampoco me gusta la gente que lo hace. Después de esas minivacaciones que tuve en Punta del Este, volví a Buenos Aires, y cuando llegué al canal para seguir grabando la tira me encontré con las fotos de las revistas pegadas en la pared…

–Fotos en las que aparecías, por primera vez, junto a tu novio... ¿Quién las había pegado?
–Mis compañeros, pero de buena onda, como para hacerme un chiste. De repente me encontré en bikini, en un momento íntimo… Fue algo bastante incómodo.

–¿Y cómo hacés para convivir con esa carga? Por tu trabajo, siempre vas a ser noticia...
–No sé. Trato de no enroscarme demasiado, para que no me haga mal. Pero no quiero que se sepa con quién estoy, ni cuándo, ni dónde… Bastante difícil es estar bien en pareja como para salir a contarlo y que lo publiquen.

–Sin dar nombres ni comprometer a nadie, alguna vez dijiste que esperabas encontrar al hombre que te supiera “cuidar, malcriar y mimar siempre”. ¿Lo encontraste?
–(Isabel hace un largo silencio)

–¿Entonces?
–Perdón, estaba pensando si quería contestarte o no. Sí: encontré a un hombre que me sabe cuidar, malcriar y mimar. Soy una afortunada. Pero prefiero que hablemos de otra cosa...

–Dale. Contame cómo estás viviendo ser parte de una novela que hace más de un año que es un éxito y roza los 15 puntos de rating cada tarde de verano.
–Feliz, porque no es normal estar en un éxito. Hace trece meses que estamos grabando, algo inusual en una tira. ¿Hasta cuándo grabamos? Como la novela se estiró muchas veces, firmamos contrato hasta el 27 de febrero.

–¿Ya estás pensando qué vas a hacer después?
–Sí. Hace poco vinieron unos productores del exterior y me dejaron unos libros de una serie de esas que se ven mucho acá, por temporadas, todo en inglés. Estoy muy entusiasmada, porque son esas series que a los actores argentinos nos parece imposible llegar.

–¿Cómo estás de salud? Porque había rumores de que en este último tiempo tuviste ataques de pánico, además de un problema en el hígado…
–Eso es otra cosa que no entiendo. La semana pasada abrí una revista (que no es GENTE) ¡y leí que yo estaba enferma de no sé qué cosa! La verdad, ni me había enterado. Pero no: estoy perfecta. ¿Vos cómo me ves?

–Más que bien. De hecho, no puedo creer que en los veinte minutos que llevamos de charla te hayas comido cuatro churros con dulce de leche.
–¿Viste? Recién pasó una señora y dijo: “Mirá, ella también come churros como yo” (ríe).

–¿Las mujeres te piden consejos para verse bien?
–No... Pero hace unos meses mi personaje de la novela tuvo un hijo. Y una tarde, mientras caminaba por la calle, me crucé con dos señoras y una me paró y me dijo: “¡Mirá cómo quedaste después del embarazo! ¡Estás re flaca!”. Y yo intentaba explicarle que en realidad ese embarazo había sido ficticio y que en la panza tenía una almohada. Pero la mujer, sin escucharme, le decía a su amiga: “¿Viste, Marta? Así tendría que haber quedado yo…” (ríe).

–Hablando de embarazos: ¿supiste que María Susini, la actual pareja de Facundo Arana, habría perdido el suyo?
–No, la verdad que no. De ser así, lo siento muchísimo... Pero es algo de lo que no quiero opinar.

–¿Y vos? ¿Soñás con tener hijos, o es algo que no te preocupa?
–Sí, pero éste no es el momento, ni pienso en eso. Hoy mi vida pasa por otro lugar. Claro que en algún momento sueño con todo eso, como cualquier mujer. Me encantaría que me pase de todo; quiero ser lo más normal posible, para disfrutar de mi vida. En Personal Beach Peralta Ramos, Isabel se robó las miradas masculinas. Los más chicos todavía la reconocen como Delfina, la mala que interpretó hace dos años en Floricienta.

En Personal Beach Peralta Ramos, Isabel se robó las miradas masculinas. Los más chicos todavía la reconocen como Delfina, la mala que interpretó hace dos años en Floricienta.

Desde hace unos meses, Isabel está en pareja con Pablo Giancaterino, abogado de 37 años, a quien conoció en una fiesta en Buenos Aires. Los presentaron amigos en común.

Desde hace unos meses, Isabel está en pareja con Pablo Giancaterino, abogado de 37 años, a quien conoció en una fiesta en Buenos Aires. Los presentaron amigos en común.

Tras un año de grabaciones, Isabel viajó a Mar del Plata. Y, desde la Personal Beach Peralta Ramos, anticipa: “En febrero, cuando finalice mi contrato, me tomo un avión a cualquier lugar del mundo”.

Tras un año de grabaciones, Isabel viajó a Mar del Plata. Y, desde la Personal Beach Peralta Ramos, anticipa: “En febrero, cuando finalice mi contrato, me tomo un avión a cualquier lugar del mundo”.

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