“En unos años puedo llegar a ser la sucesora de Moria Casán” – GENTE Online
 

“En unos años puedo llegar a ser la sucesora de Moria Casán”

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Ahí está Evangelina Carrozzo (25), reina del Carnaval de Gualeguaychú, que allá por mayo de este año sorprendió en la Cumbre de Viena a 60 jefes de Estado que la observaban patitiesos cuando irrumpió en bikini con un cartel que decía: “No a las papeleras contaminantes”. Bah, a decir verdad, digamos que ya no es la misma. Ahora luce una impactante delantera de 95 centímetros, bisturí mediante, bastante más atractiva que aquella del pasado, que apenas alcanzaba a 85. Claro que también hubo otros cambios en su vida: fue convocada nada menos que por Marcelo Tinelli para participar en Bailando por un sueño 3, y eso le dio aún más popularidad. “Me fascina bailar. Y además me están pagando por eso. Es un privilegio. ¿Qué más puedo pedir?”.

–¿Y ahora qué le dicen cuando viene de frente?
–Sé que genero buenos comentarios. Por eso quiero agradecerle al doctor Jorge Guerrisi, que es cirujano plástico y amigo de Rubén, mi hermano, y me regaló la operación. Antes tenía 85, ahora 95. Cambió la cosa.

–La someto a una pequeña prueba. Dígame, usted que es ambientalista y del Litoral: ¿con qué hay que encarnar para pescar un buen dorado?
–Ni idea. No soy de pescar. Bah, alguna que otra mojarrita sí. No más que eso.

–En ésta no puede fallar: ¿cómo prepara usted mejor el surubí: a la plancha, en milanesa o a la parrilla?
–Me mataste, porque mucho no cocino. Pero me encantan las empanadas de surubí. Eso sí, no me pidas que las haga, porque no sé. La cocinera es Elba, mi mamá, que además prepara pastas y postres riquísimos. ¿Sabés? Amo Gualeguaychú, mi tierra. Y en el verano voy a estar en el Carnaval. No me lo pierdo por nada. Aunque tenga que dejar propuestas de trabajo en el camino.

–Gerardo Sofovich le ofreció participar de sus espectáculos. ¿Es cierto que le dijo que no?
–Le dije que no por lo del Carnaval de mi pueblo. Me propuso participar en la temporada de verano de sus obras en Mar del Plata o Villa Carlos Paz. Me pareció excelente, y la oferta, muy tentadora. Pero repito: quiero estar en el Carnaval de mi tierra.

–¿Nada le puede hacer cambiar su decisión?
–Eeehhh… Tendría que ser algo recontrahipertentador. Cuidado, que lo de Gerardo me sedujo mucho. Pero quiero que me entiendan: no me hago la despreciativa ni la inalcanzable. Lo que pasa es que Gualeguaychú me mueve mucho. Es la tierra donde nací, y eso en el interior se respeta… ¡y cómo! ¿Se entiende?

–Si lo miramos desde lo económico, no, pero desde el sentimiento, sí. Dígame, ¿le gustaría ser vedette?
–Me encantaría, claro… Tuve varias propuestas, pero ninguna igualó a la de Sofovich. Dicen que el tren pasa una sola vez. Ojalá que vuelva a pasar para mí. Creo que Gerardo me entendió. Después de marzo quedo libre. Espero recibir ofertas, y ojalá sean muchas.

–¿La sorprendió que la convocaran para Bailando por un sueño 3?
–Claro, me fascinó. Me divierto bailando y además hago una obra de bien. Es ideal.

–Dejemos los formalismos de lado, y cuénteme quién es la más bruja de todas sus compañeras.
–¡Ni loca! Me llevo muy bien con todas. Yuyito me protege como una mamá, suaviza las situaciones, siempre está atenta para ayudarme. La quiero mucho. Beatriz Salomón también es divina, tiene una onda bárbara. Y otro sol es Carla Conte, una diosa, siempre está contenta y de buen ánimo.

–Todo bien, Evangelina. Pero, ¿ninguna le tiró un poquito de mala onda? No me mienta…
–Hasta ahora todas se portaron muy bien... No tenemos mucho contacto, pero cuando estamos juntas, nadie me ignora. Todas me saludan bien, con un beso no falso. Yo sé bien quién soy, me siento segura, creo que eso es lo que transmito, y me respetan.

–¿Estudió danza o actuación?
–No, nada de eso. Simplemente me fascina bailar, mover el cuerpo. Estaba estudiando Licenciatura en Nutrición, cursé hasta segundo año. Tengo que retomar el año que viene. Pero reconozco que la carrera artística me tienta demasiado.

–¿Y desde cuándo se interesó por el tema de la contaminación?
–A partir del año pasado, participando de las marchas, y en los últimos tiempos, cuando tomaba sol en Ñandubaysal, el balneario de Gualeguaychú que está frente a la costa uruguaya y veía cómo en Fray Bentos avanzaba la construcción de la papelera Botnia. Imaginaba cómo iban a contaminar el ambiente y me amargaba. Siempre pensé que algo podía hacer, por mi familia: tengo cuatro hermanos, varios sobrinos… No quiero que ellos sufran las consecuencias ambientales por la instalación de una fabrica. Y…

–Y la tentaron para protestar en bikini en la Cumbre de Viena ante 60 presidentes del mundo.
–Tal cual. La gente de Greenpeace se acercó y no lo dudé un instante. “Tenemos que convencer a la Reina del Carnaval de Gualeguaychú”, dijeron. Y me convencieron.

–¿Tuvo miedo de desnudarse ante tan altas autoridades?
–Para nada, te juro que no. Estaba muy convencida de lo que hacía.

–¿O es más difícil pararse frente a jurados como Gerardo Sofovich, Moria Casán, Jorge Lafauci o Reina Reech?
–Seguro, porque son muy exigentes, pero también muy profesionales. Cada cual en lo suyo. Reina y Moria saben mucho de técnica, Lafauci se cansó de ver espectáculos, y Sofovich es un símbolo del teatro y la revista. Tuvo a todas las grandes, y eso es una gran ventaja.

–¿Les tira flores porque les tiene miedo?
–Miedo no, respeto.

–Algunos participantes se quejaron porque dicen que tuvieron conceptos hirientes contra ellos.
–A mí nunca me dijeron nada hiriente. Yo escucho, cierro los ojos y le doy para adelante.

–¿Con qué sueña alguien que ayuda a otro a soñar?
–Con formar una familia junto a Martín, mi novio, que también es de Gualeguaychú.

–Su soñador, Javier Rojas, es uruguayo, y está a favor de la instalación de las papeleras en su país. ¿Cómo manejan eso?
–Con respeto y adultez. Charlamos sobre el tema en muy buenos términos. No hay problemas entre nosotros.

–¿Y sueña también con una carrera en el mundo del espectáculo?
–Por supuesto, aprendiendo de las grandes, como Moria Casán, que es una estrella. Me gustaría seguir sus pasos como vedette. Siento que en unos años puedo llegar a ser su sucesora. No sé. Ojalá se me dé…

Nacida en Gualeguaychú, confiesa que tuvo varias propuestas para ponerse las plumas, pero ninguna igualó a la de Sofovich. “<i>Le dije que no a Gerardo, porque si aceptaba no iba a poder participar en el verano del Carnaval de mi tierra</i>”.

Nacida en Gualeguaychú, confiesa que tuvo varias propuestas para ponerse las plumas, pero ninguna igualó a la de Sofovich. “Le dije que no a Gerardo, porque si aceptaba no iba a poder participar en el verano del Carnaval de mi tierra”.

“<i>Antes de operarme las lolas nadie sabía si yo estaba de frente o de espalda. Con las siliconas pasé de 85 a 95 de busto. Y sé que ahora genero buenos comentarios</i>”

Antes de operarme las lolas nadie sabía si yo estaba de frente o de espalda. Con las siliconas pasé de 85 a 95 de busto. Y sé que ahora genero buenos comentarios

Recibió la corona en Gualeguaychú, su tierra, en el verano de 2006, y ya se está preparando para la versión 2007. Hace un mes, (al centro) Evangelina se animó a un “topless artístico” para la tapa de la revista española Interviú. “<i>Lo hice por la onda transgresora de la revista, no porque me hayan pagado mucho dinero</i>”, asegura.

Recibió la corona en Gualeguaychú, su tierra, en el verano de 2006, y ya se está preparando para la versión 2007. Hace un mes, (al centro) Evangelina se animó a un “topless artístico” para la tapa de la revista española Interviú. “Lo hice por la onda transgresora de la revista, no porque me hayan pagado mucho dinero”, asegura.

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