Despliega su metro setenta con sensualidad, dando largos pasos y llamando la atención de los curiosos, que se acercan para ver a La Sueca en plena producción fotográfica. “Tengo ganas de ser la chica del verano”, lanza, como si fuera una pequeña pretensión, Alexandra Larsson (27), que espera brillar –desde el 20 de diciembre– en la comedia del verano de Carlos Paz, Mansión imposible, donde compartirá tablas con Pedro Alfonso, Emilio Disi, Freddy Villarreal, Mariano Iúdica, Iliana Calabró y Virginia Gallardo. “Voy a ser la amante de Disi, el dueño de la mansión, y también haré mi personaje de La Sueca”, cuenta la modelo, que integra el staff de Periodismo Para Todos (PPT) por El Trece.
–¿En la vida real saldrías con un señor muy mayor?
–Nooo. Nunca. Esto es para una obra de teatro y es mi papel como actriz. En mi vida privada siempre salí con chicos más o menos de mi edad.
–¿Qué tal con Maxi López o Mauro Icardi? En el sketch de PPT apareciste con sus nombres tatuados.
–No sé. No son mi estilo. ¡A mí los rubios mucho no me gustan! Ja, ja, ja. Me atraen más los morochos.
–¿Y Nico Cabré, ahora que está solo? También mostraste un tattoo de él en el programa.
–Tampoco es mi estilo. Bah, no sé, porque no lo conozco. No alcanza con que un chico sea lindo. Hay que conocer a la persona, ver si hay química, si hay piel, si te hace reír. Además, uno no elige de quién enamorarse.
–¿Tendrías prejuicios por su “prontuario” de salir con chicas hermosas y dejarlas?
–No conozco su historia. Sé que Cabré se peleó con su actual mujer, que no duró mucho, pero nada más. Uno no puede saber lo que pasó en la relación, es tema de la pareja. Lo que dije en el programa de “Lanato” fue parte de un guión, y yo cumplo con mi rol de actriz. Lo mismo con lo de Wanda... No son mis opiniones.
–¿Qué pensás de estas separaciones?
–No me gusta hablar de los demás. Cada uno hace lo que quiere. Estoy atenta de lo que pasa con mis compañeros y con la gente que trabaja en lo mismo que yo, pero no me gusta meterme en sus vidas.
DURA DE CAZAR. Desde que se separó de José Luis Fernández (26, hoy jugador de Godoy Cruz) “hace un año y medio”, detalla, está sola. “Cuando nos separamos, él se iba a vivir a Portugal por trabajo, y no funcionó”.
–¿Te considerás botinera?
–No. De hecho, mi primer novio en la Argentina trabajaba en Telefónica y estudiaba; y el otro –José– era jugador de fútbol. Pero no salí con él por eso, sino que se dio porque compartíamos un grupo de amigos.
–¿No quisiste irte con él, como hacen muchas?
–Fueron más cosas, pero igualmente no funcionó por la distancia. Estoy en este país por mi carrera. Tendría que estar muy enamorada y segura de que es el amor de mi vida para irme. Le agradezco a Dios todos los días por lo que estoy viviendo. Me costó mucho llegar y no lo dejaría por cualquiera. No es fácil estar lejos de la familia, y si lo hago, es por mi sueño...
–¿Cuál es?
–Mejorar como artista y crecer en ese camino. Este año hago mi primera temporada de teatro de comedia. Ya había hecho un musical, pero no es lo mismo. Ojalá algún día llegue a estar en una novela o una ficción, o en una película. Ahora deseo triunfar como actriz. Y obviamente seguir con el modelaje, que me encanta. En Suecia había hecho unas gráficas cuando era chica, pero recién en Argentina pude vivir de esto. Antes trabajaba de moza en el restaurante de mi familia. ¡Nada que ver!
–¿Te operarías para triunfar en el ambiente?
–Acá las chicas se operan mucho, hasta la cola. En Europa no es común. Me parece raro. Creo que queda mucho más lindo lo natural. De donde soy y en mi cultura, la gente no suele cambiarse el cuerpo. A lo sumo se hacen las lolas. Yo estoy feliz con mi físico. Veré el día de mañana si me quiero operar, pero tendría que estar muy segura. Mientras tanto, prefiero ser como soy... ¡y en todo caso dedicarle un poco más de tiempo al gimnasio! Para triunfar, creo en el trabajo.
POST PANICO. Justamente el trabajo, que tanto le da, la llevó a sufrir ataques de pánico la temporada pasada.
–¿Tenés miedo de que te vuelva a pasar?
–Cuando empezaron los ataques no sabía de qué se trataba. Nunca me había pasado algo así: temblaba, se me acalambraban los brazos, me bajaba la presión y no me entraba el aire. Me pasó por la cantidad de cambios que viví: me separé de mi novio, me hice más conocida, me salieron miles de trabajos y estaba feliz. Tanto que no reparé en mi salud; no dormía ni comía bien. Estaba contenta, pero pasada de rosca, y el cuerpo me dijo “basta”. Comprendí que hay que saber decir que no y cuidarse uno mismo. Ya lo traté, con médicos de acá y en mi país. Fui al psicólogo y me puse a hacer todo para estar mejor: alimentarme, descansar... Ahora estoy bárbara, pero me mantengo atenta y me cuido para que no se repita.
–¿Vas a participar en el Bailando 2014?
–Todavía no me dijeron nada, pero si me preguntan, me encantaría estar. ¡¿A quién no le agradaría participar del programa más importante del país?! A mí me sirvió muchísimo para mi carrera. En la calle me siguen diciendo “la Sueca de Tinelli”.
Súper sexy con sus 85-59-90, orgullosa de mantenerse “sin cirugías”, dice esta escandinava que en 2008 llegó al país para estudiar español. Y, por suerte, se quedó entre nosotros.
“Acá las chicas se operan mucho, hasta la cola... Me llama la atención; en Europa no es común. Me parece hasta raro. Creo que queda mucho más lindo lo natural”
“Estoy en Argentina por mi carrera. Me costó mucho llegar y no la dejaría por cualquiera. Tendría que estar muy enamorada para irme”
