En qué nos cambiará la vida el acuerdo con los acreedores privados – GENTE Online
 

En qué nos cambiará la vida el acuerdo con los acreedores privados

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En Dubai, ciudad distante en kilómetros y costumbres, comenzó
a jugarse buena parte de nuestro futuro. Roberto Lavagna, nuestro ministro
de Economía, dio el puntapié inicial para negociar con los tenedores
de bonos de la deuda argentina en default. La propuesta –fuerte: una
quita del 75 por ciento de lo que debían cobrar– está en
el campo de los acreedores. Abel Viglione, economista de FIEL (Fundación
de Investigaciones Económicas Latinoamericanas) desmenuza lo que acaba
de suceder en los lejanos Emiratos Arabes.

–¿Qué porción de la deuda externa argentina se
comenzó a negociar hoy?

–Hoy, la deuda total es de 172 mil millones de dólares. Y se discuten
alrededor de 103 mil millones de pesos, la deuda en default emitida antes
del 31 de diciembre del 2001, que tiene una tasa de interés que va
entre el 5,5 y el 11,8% anual.

–La Argentina ofreció una quita del 75 por ciento. Y los acreedores
respondieron, con epítetos más o menos fuertes, que no.

–Es lógico que la Argentina inicie la renegociación pidiendo
una quita exorbitante. Pero digamos que todos esperaban una quita de entre
el 35 y el 45 por ciento, un número de aceptación segura. El
75 por ciento es muy elevado. Y el problema de la Argentina es que tiene emitidos
125 bonos distintos bajo ocho jurisdicciones diferentes. Y que hay casos que
deberán ser tratados muy especialmente, como Japón e Italia.
Son acreedores que compraron deuda a valor facial –lo que decía
el papel–, y quienes lo hicieron en el segundo semestre del 2001 no cobraron
ni siquiera una renta, nada.

–¿Había otra opción realista?
–Y… podíamos decir que la deuda es perpetua, y pagar el 4
o 5 por ciento de interés anual de por vida, que es la solución
de la esquina. O renegociar como Rusia o Ecuador, que ofrecieron quitas de
entre el 35 y el 50 por ciento, aunque la deuda, en esos casos, era mucho
menor.

–¿Este es un póquer donde los jugadores se semblantean
para luego mostrar las cartas, o las posiciones pueden ser irreductibles?

–Las posiciones no son irreductibles porque falta fijar la tasa de interés
que se va a pagar. Por lo tanto, no se sabe cuál será la quita
verdadera. Y falta saber cómo será el pago de los intereses
vencidos entre enero del 2002 y el momento del arreglo.

–La Argentina ya dijo que a esos 15 mil millones de intereses no los
va a pagar.

–Esos intereses, que se llaman PDI, en ninguna de las otras negociaciones
se dejaron de pagar. Y este sería el primer caso en que la quita llegaría
al 75 por ciento más la quita de los intereses. Por eso, aunque anunciaron
que no los van a pagar, puede haber arreglo.

–Más allá del factor negociador, ¿hay una razón
técnica por la que se pide una quita tan alta?

–Lavagna tiene en mente que nuestro país no será receptor
de ingresos desde el exterior por varios años. Entonces, quiere maximizar
la quita. Es lógico, pero tiene que buscar un punto de equilibrio para
que en un período prudente, de tres o cuatro años, alguien ingrese
capitales frescos.

–¿En cuánto fortaleció a la posición argentina
el haber acordado antes con el Fondo Monetario?

–En nada. Sólo en que le permitió hacer la presentación
en Dubai de un ofrecimiento de refinanciación de deuda. El FMI es un
organismo auditor y asesor, y en el caso argentino, utilizó primero
la figura de ser acreedor-auditor-asesor. Dijeron: “Primero me pagan
a mí la deuda al 4,5 por ciento de interés anual, y al Banco
Mundial y al BID, para no crearnos problemas, y después arréglense
ustedes los argentinos como puedan”. Pero, si no hubiese habido acuerdo,
no se podía hacer la presentación de la oferta.

–¿Qué significa que la deuda emitida después
del default, por ejemplo los distintos tipos de BODEN, no entrará en
el plan de reestructuración?

–Los ahorristas tuvieron tres canjes: uno, dos y tres. Son BODEN 2012
y otros, y deuda reconocida por el Estado con posterioridad al primero de
enero del 2002, que el Gobierno decidió excluir totalmente de la refinanciación;
con lo cual a los ahorristas que retiraron esos bonos a cambio de sus depósitos
no le van a hacer quita. Ya se los castigó una vez…

–Se habla de los tenedores de bonos de la deuda argentina como de
una entidad abstracta. ¿Quiénes son?

–Son alrededor de 500 ó 600 mil personas e instituciones, de las
cuales una tercera parte deben ser argentinos. Pero los mayores tenedores
de deuda son los cuatro millones de argentinos que aportan al sistema de jubilación
privada, con lo cual hay que avisarles que, si la quita es del 75 por ciento,
acaban de perder el 50 por ciento de sus ahorros. La cartera de las AFJP tienen
un 70 por ciento en bonos, si se les hacen un 75 por ciento de descuento,
se lleva la mitad de los ahorros.

–¿¡Cómo!?
–Las AFJP, que son fondos de inversión institucionales, no tendrán
un tratamiento distinto del resto. El dinero no es de las AFJP, es de los
aportantes, por lo tanto los aportantes son los que van a sufrir la quita.
Además, la negociación se hace por bonos, y no por tenedor.

–¿Qué responsabilidad les cabe a quienes creían
que un país en recesión y crisis terminal podía llegar
a cancelar estos bonos al ciento por ciento con una tasa altísima para
el mercado mundial? O fueron muy ingenuos o tan codiciosos, que se cegaron…

–El que compró un bono de la Argentina sabía que, como
pagaba una tasa mayor, tenía un riesgo mayor. Los japoneses lo sabían,
porque compraron bonos al 9 por ciento de tasa de interés en yenes,
cuando ellos depositan al uno por ciento. Los italianos también. Sabían
que había riesgo. Pero el riesgo que podían calcular no implicaba
una quita tan grande.

–Supongamos que esta negociación termina con un apretón
de manos, pero al mismo tiempo con los acreedores resignando buena parte de
su dinero. ¿Cómo quedará nuestra credibilidad para el
futuro?

–Si la quita es del 75 por ciento, la Argentina no recibirá capitales
por diez años o más. Si es del 35 por ciento, se puede recibir
capitales dentro de cinco años. En definitiva, nos vamos a tener que
acostumbrar a que los únicos que van a invertir en la Argentina son
los propios argentinos.

por Hugo Martin
fotos: AFP y Archivo Atlántida

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por Jorge Martínez
desde París, Danielle Raymond
fotos: AFP y Archivo AtlántidaRoberto Lavagna en Dubai. El lunes 22, tras refrendar oficialmente el acuerdo con el FMI acordado la semana pasada en Buenos Aires, habla ante los acreedores privados.

Roberto Lavagna en Dubai. El lunes 22, tras refrendar oficialmente el acuerdo con el FMI acordado la semana pasada en Buenos Aires, habla ante los acreedores privados.

"Si la quita es del 75 por ciento, los cuatro millones de argentinos que aportan a las AFJP acaban de perder el 50 por ciento de sus ahorros".

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