“En Las Vegas cometimos casi todos los pecados de la Tierra” – GENTE Online
 

“En Las Vegas cometimos casi todos los pecados de la Tierra”

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Después de la semana de playa y relax en Los Cabos fuimos a Las Vegas para hacer shopping, disfrutar de esa ciudad alucinante y ver un show distinto cada noche. Me sentía una princesa en ese ambiente de tanto lujo. Me compré de todo y comí más que nunca”, cuenta Flor de la V mientras muestra las fotos de la segunda parte de su luna de miel, que tiene bien guardadas en su notebook con caparazón rojo.

“Es la segunda vez que viajo a Las Vegas con Pablo. Quería volver, porque me encanta lo glamorosa y única que es: parece un espejismo dentro del desierto. Además, dicen que es la capital mundial del entretenimiento y la ciudad del pecado. Y te juro que es verdad, porque en Las Vegas cometimos casi todos los pecados de la Tierra… Con Pablo estamos juntos desde hace diez años, pero en estas dos semanas nos sentimos mejor que nunca y nos volvimos a enamorar”, confiesa Florencia en voz baja y entre risas.

–¿Cómo fue la agenda de esta parte de la honeymoon?
–Si en México sentí que estaba en el Paraíso, acá sentía que flotaba y soñaba. Además, cada uno de nuestros días estaba repleto de actividades. Después del desayuno hacíamos shopping, recorríamos todas las tiendas de las marcas top. Y ahí, cuando entrás te tratan como una reina: te dan champagne, agua, té, lo que quieras. Te muestran los modelos. Yo puedo quedarme horas eligiendo y probándome ropa. Pablo es un divino: ¡me tiene una paciencia…! Me compré carteras, vestidos, aros, ropa interior. Entraba y salía de los locales sin respirar. Tuve que comprarme una valija más y pagar 600 dólares por exceso de equipaje.

–¿Y vos, Pablo, qué te compraste?
Pablo: Muchos jeans, ropa deportiva, zapatos. Pero la mayor parte del tiempo la acompañaba a ella, que tiene devoción por la ropa.
Flor: También le compré unos boxers y slips divinos. Yo soy muy loca de la ropa interior. Me encanta tener lindos conjuntitos, y me gusta que mi marido también tenga sus lindos calzoncillos. Dejé el local de Victoria’s Secret sin conjuntos de ropa interior rosas y negros. ¡Me los traje todos!

–¿Cuál era el programa para la noche?
Flor: La primera noche fuimos a los tragamonedas y fue genial, porque ganamos mil dólares. Pablo se entusiasmó y después quería seguir yendo, pero a mí me aburría como loca y se lo confesé. No quería parecer esas viejas que andan caminando con el vasito de las fichas y se quedan con la cola chata de tanto estar sentadas frente a las maquinitas.

–Y sin visitas al casino, ¿a dónde iban?
–Empezamos a ir al teatro y no paramos más. La primera noche fuimos al Colosseum, en el Caesars Palace, para ver a Bette Midler, una diva con mayúsculas: tiene más de 60 años y es increíble lo que hace en el escenario. Luce un cuerpo que da envidia, se nota que está enamorada de sí misma y que tiene un ángel difícil de describir… Se nota que tiene los pies –bueno, los tacones– bien puestos sobre la tierra. Una genia.

–¿Qué otros shows los deslumbraron?
–El que más me gustó y me pareció impresionante fue Love, del Cirque du Soleil, en el Mirage, un espectáculo que tiene la música de los Beatles y la sicodélica de los años 60’. También me fascinó O, que es el show acuático del Cirque du Soleil. Fijate que hasta se preocupan por los aromas que se sienten. Todo está extremadamente cuidado. Y hubo un instante que me emocionó especialmente...

–¿Cuál?
–En un cuadro del show hay un bailarín africano que gira, salta y se retuerce en una danza misteriosa, siguiendo el ritmo de los tambores, y que dice insinuante: “¿Dónde está tu espíritu?”. Te juro que sentí y supe que mi espíritu y mi vida están al lado de Pablo.

–¿Cómo podés definir este momento que estás viviendo?
–Me siento plena, como flotando, porque este viaje nos unió mucho más. Todos los días fueron una fiesta.

–Contame algún festejo en especial…
–Hicimos la excursión en helicóptero al Gran Cañón del Colorado, y no te podés imaginar lo impactante que es. Cuando llegamos, brindamos con champagne, porque la Naturaleza nos había regalado un instante inolvidable.

–¿Te gustaba ser anónima, que nadie te reconociera por la calle?
–No es algo que me preocupe especialmente. Me gusta estar en contacto con la gente, pero también puedo ir a un lugar donde nadie tenga la menor idea de quién soy. Pero fijate que pasó algo curioso: nos encontramos con un argentino que vive desde hace diez años en Las Vegas, y me contó que a mi casamiento lo pasaron por todas las cadenas latinas. En ese momento sentí que Flor de la V no es sólo un producto nacional, que en Las Vegas también hablan de mí. Por eso yo nunca descuido mi look, y siempre estoy impecable. Para mí ser elegante es también invertir en mi carrera.

–¿Te hago una pregunta tipo Susana Giménez?
–Dale.

–A muchas novias se les inquiere: ¿acaso sólo te faltó volver embarazada de la luna de miel?
–¡Ayyyy! Te juro que lo único que nos faltó es volver embarazados, porque nosotros estamos más enamorados que antes. Creo que el mejor consejo que les puedo dar a las señoras es que cada tanto se vuelvan a casar, porque a Pablo y a mí el matrimonio nos renovó las energías. Y cada vez que hacemos el amor sentimos tanto deseo como la primera vez.

–¿Cómo? ¿Acaso el paso de los años no desgasta las relaciones?
–¡Para nada! No es verdad que la pasión se muere. Eso ocurre­ cuando la dejamos tirada en un rincón y no nos ocupamos de mantenerla viva. El paso del tiempo hace que todo sea mucho mejor, porque después de diez años juntos ya nos conocemos totalmente. Y con todas nuestras virtudes y defectos nos seguimos amando como la primera vez. O más. Se hospedaron en el Caesars Palace de Las Vegas, uno de los hoteles más lujosos de la ciudad, donde en la primera noche disfrutaron del show de Bette Midler.

Se hospedaron en el Caesars Palace de Las Vegas, uno de los hoteles más lujosos de la ciudad, donde en la primera noche disfrutaron del show de Bette Midler.

No viajaron por el viejo continente, sino que recorrieron The Strip, la calle más romántica del globo. Se hicieron fotos en la Eiffel Tower Experience, en el Paris Las Vegas.

No viajaron por el viejo continente, sino que recorrieron The Strip, la calle más romántica del globo. Se hicieron fotos en la Eiffel Tower Experience, en el Paris Las Vegas.

Una tarde se animaron y viajaron en helicóptero hasta el Gran Cañón del Colorado. “Cuando llegamos, fue tan impresionante el espectáculo del lugar que brindamos con champagne”, cuenta Pablo.

Una tarde se animaron y viajaron en helicóptero hasta el Gran Cañón del Colorado. “Cuando llegamos, fue tan impresionante el espectáculo del lugar que brindamos con champagne”, cuenta Pablo.

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