Acostumbrado a dominar la cancha, la del Santiago Bernabeu, del Real Madrid, el equipo donde es estrella desde el 2006, paradójicamente encontró el amor sentado en la platea... de un estadio de tenis. Fue hace poco más de un año y medio. Fernando Gago (24), el 5 del club merengue, con una larga historia en el Boca rioplatense, fue a ver un match que disputaba Gisela Dulko (25) en el Master Series en Madrid y... ¡zas! En cada saque y volea de la tenista oriunda de Tigre, de estilo atlético y gaviótico, el muchachito tuvo una presunción: “Ella es ‘la’ mujer para mí”.
No se equivocó. Solteros por entonces, las cosas entre ambos comenzaron a marchar a velocidad meteórica: aquel 8 de junio se pusieron oficialmente de novios y este 2010 estrenaron convivencia en la ciudad de la Gran Vía. Y como dos fuerzas en efervescencia, la bienaventuranza en el amor les trajo sus buenos frutos en lo profesional. Ella se convirtió en la segunda argentina en la historia en ocupar el primer puesto del ranking mundial de tenis en dobles. Además, no sólo es una de las más lindas del circuito, sino que este año ganó más torneos (y dólares) que cualquiera de los hombres de la armada tenística argentina.
El equipo de él, en tanto, con la asunción del técnico José Mourinho, trepó al primer puesto de la Liga, incluso sobre el casi imbatible Barcelona, y se mantiene invicto en la Champions League. ¿El único revés en esta historia? Una lesión del talentoso futbolista en su rodilla, que lo alejó de las canchas hasta dentro de unas semanas. Motivo por el cual la pareja unió breaks y se hizo una escapada a su país. Desde el 15 de noviembre, en que arribaron al país, Gise y Fer apenas se rozaron con la bulliciosa Buenos Aires. En cambio, prefirieron hacer vida tranquila y en familia en la casa de Nordelta donde vive Ana, la mamá de la bella tenista.
El último sábado, antes del regreso de Gago a Madrid, donde continuará cumpliendo la fase médico-terapéutica de su lesión (un edema en la cicatriz del ligamento lateral interno de la rodilla derecha), hicieron una breve salida por los alrededores del barrio privado, sacando a pasear a sus perros, únicos “hijos” de la pareja (¡hasta ahora!): India (una cachorrita terranova) y Ciruja (un inquieto bóxer). Allí se los pudo ver felices y mimosos. “En la vida tenemos códigos comunes”, confían. Tal vez sea el gran secreto de la química que los une.
Gise toma de la cintura a Fer, que hace malabares para llevar de paseo a sus perros por los parques de La Alameda, en Tigre
Antes de iniciar su pretemporada para el torneo de Australia, Gisela se tomó un fin de semana romántico y en familia con Fernando (quien se recupera de una lesión) en su casona de Tigre.
Fue el último fin de semana de la pareja juntos, hasta el reencuentro para las Fiestas. Ella se quedará en Buenos Aires. El seguirá su rehabilitación en el Real Madrid. Ellos además comparten otra pasión: el Twitter. Con una cuenta en común, @GiseyFer van relatando su diario casero a sus más de once mil seguidores en la web.
