«En la tele no me querían porque era narigona y gordita» – GENTE Online
 

"En la tele no me querían porque era narigona y gordita"

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No le fue fácil. Nada fácil. Y lo recuerda así: "Hacía promociones y me la pasaba yirando de un casting a otro con mi bolsito a cuestas. Era fija: siempre me rebotaban", confiesa. Hoy Romina Gaeta ni es la tercera en discordia entre Araceli González y Gustavo Bermúdez en la novela del 13, Mil millones. Y a los 25 años ya tiene un Martín Fierro en su haber por su personaje de Casandra en Yago, pasión Morena.

-¿Por qué dice que le costó llegar?
-Porque fue así. ¡Te juro! ¿Sabés la cantidad de veces que llegué llorando a casa? Por suerte, al otro día estaba bien y volvía a la lucha. Este es un medio difícil, y sin talento, tarde o temprano desaparecés. Yo no tengo medidas perfectas y estoy laburando. Pero muchos productores me dijeron que si no me operaba la nariz no iba a durar. Sin embargo, aquí estoy.

-No transó.
-Claro que no. Y eso que tengo bastantes rollos con mi cuerpo. Cuando empecé a estudiar teatro, hice también un curso de modelo. Tenía a una profesora que me decía todo el tiempo que tenía que adelgazar. Yo no estaba gorda, pero el medio te exige estar hiperflaca. Me empecé a enfermar, me rebelé a tal punto que no paraba de comer. Después me conecté con lo que realmente me gustaba, que era el teatro, e hice un clic. Pero bueno, la tele es pura imagen. Si me cuido es porque me lo pide mi trabajo, pero también porque me hace bien. Acepto las reglas del juego, pero hasta donde mi salud mental tenga ganas.

Su currículum cuenta que empezó en la televisión hace cuatro años: hizo de desequilibrada mental en Verano del 98, de "trepadora" en Yago, pasión Morena y de ingenua en Chiquititas. Ella aclara: "Soy una niña, lo que pasa es que siempre hago personajes fuertes y los productores me prefieren para hacer de mala. Pero si me saco el maquillaje, puedo ser una colegiala cualquiera". Su historia de amor también está ligada al trabajo: lleva tres meses saliendo con Diego Suárez, director de Tiempo final.

-¿Cómo encontró a su amor?
-Nos enamoramos cuando grabé La Despedida, y encima ése fue el programa con más rating de los tres años que tiene el ciclo.

-¿Se definiría como una chica ambiciosa?
-Soy ambiciosa, pero nada que ver con mi personaje de ahora (habla de Pilar Arias, su papel en Mil millones).

-Tabaja con Bermúdez y también fue compañera de otro galán: Facundo Arana. ¿Cuál de los dos la seduce más?

-¡Guau, son tan distintos! … Facundo es un ser especial, bueno, iluminado. El año pasado fue bravo para mí porque tuve muchas pérdidas. Murió mi amigo Pablo Lisazo (actor de Chiquititas), mi mejor amiga se fue a vivir a España, y corté con mi novio. Todo eso, ¡en 30 días! Facundo me contuvo mucho en esos momentos. Y además de tener una facha bárbara, es una gran persona. A Gustavo recién lo conozco, éste es el tercer mes de novela y actuamos bastante poco juntos, pero te puedo adelantar que es cálido, sencillo y muy carismático.

-¿Conclusión?
-Conclusión: Me quedo con mi chico, que es amor de verdad.

No tiene las medidas de una modelo, pero es una diosa total. Facundo Arana y Gustavo Bermúdez son algunos de los galanes con los que trabajó. Diego Suárez, director de <i>Tiempo final</i>, es su hombre en la  vida real.

No tiene las medidas de una modelo, pero es una diosa total. Facundo Arana y Gustavo Bermúdez son algunos de los galanes con los que trabajó. Diego Suárez, director de Tiempo final, es su hombre en la vida real.

Este es un medio dificil. ¿Sabés la cantidad de veces que llegue llorando a casa? Muchos productores me dijeron que si no me operaba la nariz no iba a poder trabajar, y aquí estoy"
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"Este es un medio dificil. ¿Sabés la cantidad de veces que llegue llorando a casa? Muchos productores me dijeron que si no me operaba la nariz no iba a poder trabajar, y aquí estoy"

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