“En el amor soy felina, sensual y salvaje” – GENTE Online
 

“En el amor soy felina, sensual y salvaje”

Actualidad
Actualidad

–Preguntáme cosas nuevas, dale. No quiero hablar siempre de lo mismo…
–Tarea difícil, Fidalgo, porque ya habló mucho. Pero acepto el reto: ¿el sexo es muy importante en su vida?
–¡Ah, empezaste livianito! Sí, claro que el sexo para mí es importante, y como soy apasionada todo me gusta…

–¡Epa!
–Quiero decir que ahí soy todo o nada, muy romántica. Me gusta el jueguito previo, no el “negra, vení ya a la cama”. Cuando hay mucha confianza y amor me encanta que me agarren y me ataquen donde esté.

–¿Es una come-hombres, Fidalgo?
–Me considero sensual, atractiva, una mujer con ovarios. Soy una rea romántica. ¿Te contesté?

–¿Le gusta fantasear?
–Me gusta ser felina, sensual y salvaje… en el amor, claro.

–¿Cuál es el lugar más raro donde hizo el amor?
–En una lancha… No es raro. Pero sí divertido, porque anclados y todo casi nos damos vuelta…

Laura Fidalgo (nunca dirá su edad “por coquetería”) está a punto de salir a escena. Se maquilla y se peina para la última función de Un país de revista, donde vivió una temporada exitosa junto a Jorge Guinzburg, Nacha Guevara –luego reemplazada por Julia Zenko– y Catherine Fulop. Aunque la verdad es que la gente la conoce más por sus participaciones en ShowMatch, primero como jurado y luego en Bailando por un sueño.

Los que la aman hablan de sus extraordinarias condiciones como vedette y bailarina. Los que la odian la tildan de soberbia y aseguran que no tiene carisma. ¿Quién tiene la razón? Ella tiene la palabra: “No voy a pretender que los que no me quieren hablen cosas buenas de mí. La envidia y la competencia son grandes en este ambiente. Yo estoy muy feliz de participar en Bailando por un sueño, porque me hizo popular. Eso se lo voy a agradecer siempre a Marcelo Tinelli”.

Sus grandes trabajos los hizo junto a Tato Bores en Tato de América, y luego fue la vedette de Enrique Pinti en Pinti canta las 40 y El Maipo cumple 90. En el extranjero sorprendió a todos en un escenario para grandes: el Moulin Rouge. Y en 2005 deslumbró en Brasil con su propia compañía, donde dice que la bautizaron como “la Madonna argentina”.

–¿No será mucho, Laura? ¿Usted cómo se definiría?
–Yo digo que soy una artista multifacética.

–¿Pero qué más? ¿Vedette? ¿Bailarina?
–Trabajo de lo que me pidan. El año pasado hice la película Soy tu aventura, con Diego Capusotto, Fabio Alberti y Luis Luque. Ahí fui actriz. Mi psicóloga me dice que no me encasillan porque soy una mujer que me adapto a todo: puedo viajar en colectivo o en limusina.

–Usted también fue modelo…
–Sí, de Pancho Dotto. Me eligió mientras bailaba una vez en el Sheraton. Yo fui quien impuso la modelo-bailarina en el teatro de revistas. Después empezaron a llamar a las modelitos para que trabajen de vedette. Pero se creyeron que era sólo desfilar en el escenario. Ninguna canta ni baila, porque para ser vedette tenés que tener actitud y presencia.

–¿Luciana Salazar es la rival a vencer para ganar en Bailando por un sueño?
–¿Viste? Baila bárbaro. Carla Conte también. Habrá que prepararse muy bien para poder llegar a la final.

–¿Tiene enemigas ahí?
–No, para nada. Me llevo muy bien con todas.

–A propósito de la discusión que tuvo con Gerardo Sofovich, ¿tomaría un café con él para aclarar lo que haga falta?
–No sé. Pero te aseguro que no tengo malos sentimientos contra él. Es una persona que merece mi respeto.

–¿Y a Flor de la V cómo la considera?
–No la voy a mencionar. No le quiero dar trascendencia. Hablo de los que tienen talento.

–¿Es apasionada? Hasta ahora sabemos poco de su vida privada. Digamos que sólo la vimos bailando y peleando…
–Che, peleando no. Detesto esa palabra. Soy una apasionada de la vida.

–No me enfríe la pregunta, Fidalgo. Me refiero al amor. ¿Es capaz de hacer locuras por un hombre?
–Si estoy enamorada sí. Tengo que estar muy, muy, ¿eh?

–¿Dejaría su carrera por amor?
–No, no, pará. Tanto no. Jamás.

–¿No será tan obsesiva que llega a descuidar a sus pretendientes?
–No, no, no. Sé separar las cosas.

–¿Es romántica?
–Sí, demasiado. Mi pareja debe ser muy buena persona y muy amigo mío. La que tengo ahora nació de la amistad.

–¿Por qué a él no se lo conoce?
–Porque trato de cuidar la relación. Si me encuentran está todo bien, pero no quiero exhibirme. Respeto mucho a la persona que está conmigo.

–¿Se va a casar?
–Eso no lo sé. Esperemos. Lo conozco hace cinco años, estamos en pareja desde 2005. El es un artista grosso. Se llama Juan Durán y vive en San Pablo, pero es argentino. Hace ilusionismo y también es cantante. Estamos bien. No quiero decir: “¡Ay, sí! Va a ser mi marido”. Yo vivo el hoy.

–¿Los hombres le tiran mucha onda?
–Y… algunos se confunden. Yo soy amable cuando se me acercan, y se creen que una ya tiene onda con ellos.

–¿Si muere por alguien es capaz de encararlo?
–No, yo en esas cosas soy muy clásica. Me gusta que me encaren, eso me compra. Aclaro que los metrosexuales no tienen chance conmigo, como tampoco los hipermusculosos obsesionados por el cuerpo.

–¿Se hace rogar?
–No, soy normal, no histérica.

–¿Tuvo muchos novios?
–Sí, tuve.

–¿Famosos?
–Un basquetbolista, pero no novio: salimos tres meses.

–¿Quién? ¿Ginóbili?
–No, pará que está casado. No, otro, que ni en p… lo digo.

–¿Los jóvenes intentan seducirla?
–Siií. Sé que los ratoneo.

–¿Y juega con eso?
–Yo soy sensual por naturaleza. Coqueteo hasta con el gato, pero no lo hago como pose, y tampoco histeriqueo.

–¿Las mujeres también le hacen propuestas?
–Sí, hay muchas….

–Perdón… ¿Y?
–Nada, me divierte.

–¿Y es de seguirla un poquito?
–No, pará, todo bien: escucho, les agradezco, me divierto, porque me encanta seducir a todo el mundo.

–¿Pero no le produce nada, ningún cosquilleo?
–No, la verdad que no. Me gusta fomentar esa fantasía. He recibido flores de mujeres. Cuando te acepta una mujer, ya está.

–¿Qué hombre la seduce más?
–Me encantan con agallas, guerreros y reos, con onda. Y que se perfume, eso me mata. Te confieso que antes le escapaba casamiento. Ya no: me encantan las familias numerosas, soy bien tana, quiero tener muchos hijos.

–¿Cuántas cirugías se hizo?
–Ninguna.

–¿Le creo?
–Una vez que tuve un accidente me acomodaron la nariz. Fue cuando debuté en el Maipo.

–¿Lolas?
–No.

–¿Lipoaspiración?
–Nooo.

–¿Labios?
–¡Nooo!

–¿Todo natural? ¿No pasaría por el bisturí?
–Claro, si lo necesito sí.

–¿Qué recuerda de sus comienzos?
–Que empecé a bailar a los seis años en un club de Flores, que mi profesora me decía que no servía porque era muy alta y que entonces yo me encorvaba para parecer más baja. A los 18 ya bailaba en el teatro Roma de Avellaneda. Mi papá, Teodoro, y mi mamá, Susana, me ayudaron mucho. Mi viejo fue un grosso jugador de básquet, y mi vieja tenía un poli-rubro: boutique, perfumería y juguetería, siempre en Flores. Ahí, con mi trabajo, pude ayudarlos a comprar su casa. Ese es mi orgullo.

–¿Y cómo llegó a hacerse famosa?
–Siempre me gustó que me conocieran por mi laburo. Nunca me puse al lado de alguien para salir en la foto. Tal vez si hubiese optado por algunas propuestas que me hicieron podría ser dueña de una parte del país, pero siempre elegí llegar por mis propios medios.

–¿Muchas oportunidades le plantearon?
–Algunas.

–¿Gente conocida?
–Sí, muy…

–¿Qué le ofrecían?
–Ir a cenar. Pero cuando a mí alguien no me gusta, no voy. Punto. Otras chicas se quedan a tomar champagne después de un desfile. Yo agarraba el bolso y volvía a mi casa, porque al otro día tenía que ensayar y entrenar.

–¿Podría dar nombres?
–Mejor no. Mi viejo siempre me dijo: “Si algo te va a hacer mal, no lo hagas”. Y lo seguí al pie de la letra.

–¿Escapaba de todos?
–No, tuve novios a los dieciocho, a los veinte, chicos normales. Ojo, que si el que se cruzaba en mi camino era el productor, encima un tipo guapísimo, con dinero, y me gustaba, mucho mejor: era un combo perfecto.

–¿Es cierto que se fue enojada de la obra de Guinzburg?
–Para nada.

–¿Se dijo que no habían caído bien sus peleas en la tele?
–Sí, pero a mí nadie me dijo nada. Yo tenía ganas de cambiar.

–¿Con Moria en Bailando por un voto en Mar del Plata se va a llevar bien o se va a pelear?
–Me voy a llevar bárbaro. Yo no peleo con nadie. Preguntále Cathy Fulop, mi compañera, que me quiere mucho.

–Dicen que usted es brava.
–No, soy una mina muy de barrio, que no se marea y se hace respetar.

“<i>Me considero sensual, atractiva, una mujer con ovarios. Soy una rea romántica</i>”, se autodefinió Laura en una producción como nunca nadie la vio.

Me considero sensual, atractiva, una mujer con ovarios. Soy una rea romántica”, se autodefinió Laura en una producción como nunca nadie la vio.

 “<i>Yo fui la que impuso la modelo-bailarina en el teatro de revistas.  Después empezaron a llamar a las modelitos para que trabajen de vedette.  Pero se creyeron que era sólo desfilar en el escenario.  Ninguna canta ni baila</i>”.

Yo fui la que impuso la modelo-bailarina en el teatro de revistas. Después empezaron a llamar a las modelitos para que trabajen de vedette. Pero se creyeron que era sólo desfilar en el escenario. Ninguna canta ni baila”.

 “<i>Yo soy sensual por naturaleza. Coqueteo hasta con el gato, pero no lo hago  como pose, ni tampoco histeriqueo. Me encanta seducir a todo el mundo</i>”

Yo soy sensual por naturaleza. Coqueteo hasta con el gato, pero no lo hago como pose, ni tampoco histeriqueo. Me encanta seducir a todo el mundo

Más información en Gente

 

Más Revista Gente

 

Vínculo copiado al portapapeles.

3/9

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

Ant Sig