“En el 2008, la Rata de Agua ayudará mucho a la Argentina” – GENTE Online
 

“En el 2008, la Rata de Agua ayudará mucho a la Argentina”

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Si bien “mi lugar en el Universo es mi casa en la verde serranía cordobesa”, dice, Ludovica Squirru creó su paraíso propio en pleno Barrio Norte. Su departamento de planta baja no impacta por el lujo o la ostentación, sino por el buen gusto y la exacta distribución de cientos de libros y objetos “de todo el mundo, pero siempre con algún sentido espiritual”, explica. En el fondo hay un jardín salvaje “único en Buenos Aires; necesito estar en contacto permanente con la naturaleza…”. Y no exagera: en ese salvaje edén está su notebook, donde durante nueve meses –como un embarazo–, y con su equipo de colaboradores, investiga los enigmas astrales y escribe, año tras año, su gran clásico local y del resto de América latina: el Horóscopo Chino, esta vez en su versión 2008 y publicado por Editorial Atlántida.

–¿Cómo empezó su contacto con la cultura china?
–Mi historia arrancó con el gen chino que me mandó mi padre, Eduardo Squirru, enviado diplomático argentino a Shangai en 1945. Un hombre de capacidad intelectual impresionante: era medalla de oro en la Universidad del Salvador y hablaba cinco idiomas.

–¿Qué pensaba de la Argentina?
–Que no tenía arreglo…

–¿Por qué tanto pesimismo?
–Porque según él, la Argentina no es un país previsor. “Para poder cambiar las cosas aquí, tenés que conocer otros países”, me decía siempre…

–¿Por qué firma con las iniciales LSD?
–Porque mi madre se llamaba María Luisa Dari: de ahí el LSD…

–¿Sus padres viven?
–No. Papá murió cuando yo tenía quince años, y mamá, hace cinco. Vivíamos en una quinta de Parque Leloir, a la que iban muchos artistas plásticos. Estábamos rodeados de arte y de bohemia…

–¿Cómo era esa vida?
–Mi hermana María Inés Quesada, por ejemplo, fue la creadora del café concert en el país. A casa llegaban Carlitos Perciavalle, Norma Aleandro y muchos otros para armar sus espectáculos. Mamé todo eso desde muy chica…

–¿Por qué presentó el Horóscopo 2008 en el Conservatorio de Arte Dramático?
–Porque yo era actriz: básicamente actriz. Me descubrió Tato Bores, y en el conservatorio estudié actuación con Carlos Gandolfo, en 1975, y fui feliz. Después, en 1980, me hice famosa en el programa de Tato. Presenté el libro allí como un homenaje a aquellos días…

–¿Cuándo y por qué empezó hablando del horóscopo chino en público?
–Empecé con Tato, pero haciendo una voz aflautada y dando una imagen graciosa. Tal vez por eso mucha gente creyó (y quizá todavía lo crea) que la astrología china es un invento mío. Nada que ver…

–¿Cómo logró imponerla?
–Al cabo de un tiempo, y demostrando que me había especializado en la cultura y en la astrología china. Estudié con los maestros chinos Darma, viajé mucho, cursé seminarios especiales… Hoy, la astrología china y el I-Ching son parte de mi vida. Me pertenecen. Por eso quiero cambiar la mala aspectación astral que tuvo la Argentina durante su fundación.

–¿Cómo es eso?
–Con un grupo de expertos decidimos refundar espiritualmente al país, porque el 9 de julio de 1816, el Día de la Independencia, hubo Luna llena en oposición al Sol: ¡la peor aspectación posible! Mayas, incas, sumerios, egipcios, griegos y romanos consultaban a sus astrólogos y matemáticos para tomar decisiones. Los norteamericanos lo hacen actualmente. Si hoy las mujeres consultan a astrólogos para la fecha de una cesárea o la inauguración de un negocio, ¿cómo no hacerlo para fundar un país?

–Pero el Día de la Independencia no se puede cambiar…
–Aquella fecha tuvo consecuencias negativas. Corresponde a la Rata de Fuego, que tiene las mismas características que los argentinos.

–¿Cuáles son?
–Riqueza, gran capacidad para salir a flote, intelecto brillante. Son (somos) sentimentales y artistas, pero también inconstantes, ciclotímicos, desmesurados, sin espíritu colectivo… ¡porque la rata siempre tira para su madriguera! Por eso un día, mirando el cielo en mi casa cordobesa de Traslasierra, sentí la necesidad de cambiar la fecha de fundación de nuestro país. Convoqué a especialistas en astrología asirio-caldea, mapuche, maya…

–Pero insisto: esa fecha no se puede cambiar…
–¡Se puede!

–¿Cree que la gente sigue los pronósticos al pie de la letra, o los toma como un simple juego, un divertimento?
–Creo en la libertad y en la responsabilidad individual. Cuando se habla de años o de períodos adversos, no se debe hacer una interpretación fatalista, porque el que la recibe se queda cruzado de brazos. “Total me va a ir mal”, piensa. Lo importante es que la gente saque todo su potencial y se anime a dar lo mejor de sí, con constancia y esfuerzo.

–¿Pueden aparecer nuevos gurúes espirituales?
–No. Ya está todo dicho. Hay demasiadas cosas dando vuelta. Se terminó la ilusión y empezó a mandar la realidad. Se corrieron los velos: todo sale a la luz. Ni el marxismo ni el capitalismo sirven para completar al hombre, porque hay una parte del hombre que no se compra ni se vende ni tiene una etiqueta. La tecnología no es mala: es maravillosa, lo mismo que la ciencia y la medicina. Pero los humanos deben progresar en lo espiritual y en el respeto al prójimo.

–¿Cómo lograrlo?
–Con un estado de alerta de conciencia para detectar las trampas de la globalización, que puede tomar todo del hombre… menos su espíritu. Con la tecnología ya no existe la intimidad. Se sabe cuánto tiene cada uno en el banco, y todos tenemos un satélite apuntando al techo de nuestras casas. Por eso insisto: hay que volver a la espiritualidad.

–En su libro dice que hay que desarrollar más la intuición. ¿A qué se refiere?
–A que conectándonos con nuestra intuición logramos mejores resultados que con cualquier otra técnica de predicción.

–Por fin: ¿cómo nos va a ir en el 2008?
–Síntesis: será el Año de la Rata de Agua, que ayudará mucho a la Argentina. Y si bien la movediza rata nos va a tener inquietos todo el año, lograremos la estabilidad.

–Que Dios y Confucio la oigan…

“Según la astrología china, el próximo año será importante para que los argentinos logremos la estabilidad”, augura Ludovica.

“Según la astrología china, el próximo año será importante para que los argentinos logremos la estabilidad”, augura Ludovica.

El viernes 30, en el Conservatorio de Arte Dramático, Ludovica presentó su nuevo libro Horóscopo Chino 2008, de Editorial Atlántida.

El viernes 30, en el Conservatorio de Arte Dramático, Ludovica presentó su nuevo libro Horóscopo Chino 2008, de Editorial Atlántida.

“Los argentinos somos muy impacientes: queremos resultados muy rápido. Y no es así.  Hay que aprender del bambú, que tarda siete años en elevarse, pero su raíz crece bien fuerte”.

“Los argentinos somos muy impacientes: queremos resultados muy rápido. Y no es así. Hay que aprender del bambú, que tarda siete años en elevarse, pero su raíz crece bien fuerte”.

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