“En cinco meses Dios se llevó a las dos personas que más quería en el mundo” – GENTE Online
 

“En cinco meses Dios se llevó a las dos personas que más quería en el mundo”

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¿Por qué Dios, por qué?... En cinco meses te llevaste a las dos personas que más quería en el mundo. No es justo mamita, no es justo. La verdad, en mi corazón ya no hay lugar para más sufrimiento”. Aferrada a su novio, Martín Vari, Silvina Luna (28) no tiene consuelo. Son casi las once de la mañana del lunes 18, y en el cementerio Parque de la Eternidad, de Rosario, la actriz vive el momento más triste de su vida. Despide con su último adiós a Roxana Cheri (49), su mamá, su gran confidente y amiga, quien murió el domingo 17 por la tarde, luego de sufrir un paro cardiorrespiratorio, tras ser internada de urgencia en el Sanatorio Mapaci.

Pero el dolor insoportable se acrecienta con otra muerte demasiado cercana. Hace poco más de cinco meses, el 10 de marzo pasado, Silvina había perdido a su papá, Sergio Omar Luna (51), quien también murió a causa de un infarto sorpresivo cuando había salido a trabajar como lo hacía habitualmente. Dos muertes repentinas que sorprendieron a la mayoría de los familiares y amigos. “Ni el papá ni la mamá estaban enfermos. Por eso, las dos noticias cayeron como un balde de agua fría. Porque si uno tiene a un familiar grave durante unos días, se va haciendo a la idea de que algo malo puede pasar. Pero esto fue de repente, los dos casi juntos, como si se tratara de una maldición”, dijo Cristina, vecina de los Luna, que todavía no sale de su asombro.

Crónica del dolor. Silvina nació en Rosario el 21 de junio de 1980, en el seno de una familia humilde. Su papá trabajaba como técnico en la empresa Transportadora General del Norte, en San Jerónimo Sud (a 20 kilómetros de la gran ciudad santafesina), mientras que la mamá, Roxana, cuidaba de ella y de su hermano Ezequiel, 6 años menor. Luego de terminar la escuela secundaria, a los 17 años y con el objetivo de ayudar económicamente a su familia, Silvina, la morocha de ojos celestes dueña de una carita perfecta y atractiva, abandonó la casa paterna y recorrió 300 kilómetros en ómnibus para cumplir su anhelo de estudiar teatro en Buenos Aires.

Llegó a la Capital con los 1.000 pesos que le había dado su papá, y fue a vivir a una pensión en el barrio de Congreso. A los tres meses consiguió trabajo como recepcionista en un restaurante, y luego siguió como promotora y modelo publicitaria. Pero la fama le llegó a los 21, cuando ingresó a la casa de Gran Hermano, el exitoso reality show de Telefe. Allí, en la casa más famosa del país, engordó 10 kilos, pero lejos de dramatizar prefirió reírse, y se convirtió así en una de las participantes más queridas y en finalista del juego. Pero a pesar de la fama creciente, de que disfrutaba de cada logro, de que había cambiado la pensión por un departamento en el barrio de Belgrano, por la noche la rosarina derramaba muchas lágrimas provocadas por el dolor de estar lejos de su familia.

El sufrimiento se acrecentó al enterarse de la separación de sus padres, que ya no vivían juntos. Cuentan que al principio Silvina se alió con Roxana, su mamá, y cortó relación con Sergio, su padre. Pero logró recomponer el vínculo algún tiempo después, luego de que su papá sufriera un infarto que asustó a todos. Fue a causa de ese episodio que Sergio dejó de fumar y engordó más de 17 kilos. Entonces Silvina, preocupada por su salud, intentaba convencerlo para que participara del ciclo Cuestión de peso, de Canal 13, conducido por Andrea Politti. Incluso dicen que existió una primera charla con uno de los productores del programa. Pero poco antes de terminar de definir su ingreso, Sergio Luna murió manejando su camioneta camino al trabajo.

Había salido de su casa junto a Silvana, su segunda mujer, y luego de conducir sólo dos cuadras el corazón le dijo basta: “No sólo perdí a mi papá; también se me fue un gran amigo”, comentó en ese momento la actriz. Para Silvina esa perdida significó un gran impacto en su vida. Abandonó para siempre su carrera como vedette, luego de dos años de insistencia aceptó ser tapa de la revista Playboy de agosto, acordó con su novio Martín Vari (campeón argentino de kitesurf), para que él se mudara a su casa, y apostó todo a su carrera como actriz. Así, hace pocas semanas debutó en la obra Más que amigos, donde interpreta a un travesti. La comedia se presenta de jueves a domingos en el teatro Premier, y Silvina comparte escenario con Marcelo de Bellis, Alberto Martín y Diego Pérez, entre otros:

Estaba feliz porque la obra me permitía viajar mucho más a ver a mi familia a Rosario. En los últimos cuatro años viví en una vorágine tan grande que me olvidé de todo y de todos”, les decía Silvina a sus amigos. Feliz, la actriz viajaba cada vez más seguido a Rosario para cantar tangos con su abuela, o salir a cenar con su mamá, su hermano y su cuñada. El sábado 16, cuando sonó su celular y una voz apremiante le avisó que Roxana estaba internada, Silvina temió lo peor. Canceló su participación en la obra de teatro y viajó con urgencia en su camioneta junto a su novio. Llegó a compartir las últimas horas de vida de su mamá. Luego todo fue dolor. Tal vez el más profundo y conmovedor que un ser humano pueda afrontar.Silvina, abrazada por su novio Martín, despide a su mamá en el cementerio Parque de la Eternidad, en Rosario. El momento más doloroso de la joven actriz.

Silvina, abrazada por su novio Martín, despide a su mamá en el cementerio Parque de la Eternidad, en Rosario. El momento más doloroso de la joven actriz.

Luna llora desconsolada, sólo contenida por su novio. La rosarina viajó de urgencia el sábado y llegó a compartir las últimas horas de vida de su mamá, que murió en el mediodía del domingo.

Luna llora desconsolada, sólo contenida por su novio. La rosarina viajó de urgencia el sábado y llegó a compartir las últimas horas de vida de su mamá, que murió en el mediodía del domingo.

Silvina, muy sonriente, con su mamá. Desde la muerte de su padre en marzo, la actriz había decidido viajar más seguido a Rosario para estar con su madre.

Silvina, muy sonriente, con su mamá. Desde la muerte de su padre en marzo, la actriz había decidido viajar más seguido a Rosario para estar con su madre.

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